Demasiado tiempo para amarte - Bárabara Remedios
«Se habían convertido en dos atractivas mujeres, en cambio, ellas, no parecían estar interesadas en gustar a nadie. De momento se bastaban a sí mismas…». DEMASIADO TIEMPO PARA AMARTE, atraviesa el papel atrapando de inmediato. Te sorprenderás cuando, junto a las protagonistas, te enteres de que han sido elegidas al azar para vivir ciento cincuenta años sin envejecer. Desde entonces sucede un sinfín de situaciones ante el desasosiego que significa enfrentarse a mil interrogantes. Es una emotiva y loca historia de imposibles alrededor del amor. Y no es ficción.
«Se habían convertido en dos atractivas mujeres, en cambio, ellas, no parecían estar interesadas en gustar a nadie. De momento se bastaban a sí mismas…». DEMASIADO TIEMPO PARA AMARTE, atraviesa el papel atrapando de inmediato. Te sorprenderás cuando, junto a las protagonistas, te enteres de que han sido elegidas al azar para vivir ciento cincuenta años sin envejecer. Desde entonces sucede un sinfín de situaciones ante el desasosiego que significa enfrentarse a mil interrogantes. Es una emotiva y loca historia de imposibles alrededor del amor. Y no es ficción.
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
a razón de mi forma de ser más calmada. Por la capacidad de
racionalizarlo todo hasta conseguir hallar la justificación
conveniente para disculparte. Alababa mi extrema paciencia.
Pero Bea, se acabó. Ayer sobrepasaste los límites de lo
racionalmente explicativo.
»Hablé con tu madre y supe que te habías ido de
senderismo. Me alegró mucho por las dos. Ya sabes todo lo
que he insistido y te he animado a que mejores la relación
con tu hermana. En cambio, de caminata se puede ir
cualquier domingo, y la comunión de Lizi, y en particular, el
especial y discreto reencuentro con mi madre, del cual
estabas enterada, solo iba a ocurrir ayer y sabías lo
importante que era para mi padre y para mí. Te necesité a mi
otro lado. Él también estuvo pendiente de tu tardanza. No
podíamos imaginar que no vendrías. Parece ser que en
exclusiva tú eres la única que no te das por enterada de la
importancia de tu existir y estar para nosotros. Así que ayer
dejaste caer en mi copa la última gota, la de la decepción.
Copa derramada, copa volcada y rota. Entiende que se ha
hecho añicos. ¡Métetelo en tu cabeza! ¡Voy a empezar de
cero de un tirón!
»Estoy harta de tus malos modos y hasta de tus
impertinencias con todos. Ya no me explico el por qué voy
siempre detrás de ti, justificando, intentando componer algo
que no tiene arreglo y que eres tú misma. Estamos en una
edad en la que, al menos yo, no necesito más carga que la
mía personal. Ayer recurrí a mi entendimiento lo suficiente
viendo con claridad que tu presencia me resulta molesta,
pesada y sobre todo tóxica. No me corresponde y no la
necesito. Así que Bea, desde ahora mismo, entre nosotras, la
imprescindible cordialidad. Saludos y buenas maneras si nos
42