Las olimpiadas de Grecia
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
—¡Mirad! —gritó Ibis, que echó a correr—. Allí está el camino. ¡Vamos,<br />
Cali!<br />
Aún no habían caminado cincuenta metros bor<strong>de</strong>ando la colina<br />
cuando se quedaron BOQUIABIERTOS por lo que vieron.<br />
—Así que esto es Olimpia —dijo Víctor, maravillado. Y se dirigió a<br />
Cristina para preguntar—: Por casualidad, no sabrás qué son todos<br />
esos edificios e instalaciones.<br />
—Claro que lo sé. Me he preocupado <strong>de</strong> investigarlo en el HIPER-<br />
MEGASUPERBIBLIOMUSEO mientras vosotros no parabais <strong>de</strong><br />
probaros sandalias.<br />
—Quien se probaba una sandalia tras otra era Celoni. Yo enseguida<br />
he encontrado unas que me iban bien.<br />
—¿Qué queréis que os diga? —se <strong>de</strong>fendió Celoni—. Todas me apretaban<br />
los pies. ¡Lo que me ha costado convencer a Gertrud para<br />
que me consiguiera unas <strong>de</strong> mi talla! ¡Se cree que calzo un pie <strong>de</strong>