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lección de estudio bíblico cada semana a las<br />
mujeres de la institución. Dios me había dado<br />
corazón para los encarcelados. No estaba segura<br />
de cómo combinar eso con el llamado a<br />
ser madre de acogida, pero confiaba en que<br />
Dios sabía lo que hacía.<br />
Servicios Familiares nos dijo que los niños<br />
Bower estarían con nosotros durante el otoño.<br />
Así que salimos a hacer las compras para el<br />
regreso a clases. Pronto nos adaptábamos de<br />
nuevo a otra rutina. Cuando llegó el invierno,<br />
tuvimos la bendición de tener a los niños<br />
Bower durante las fiestas.<br />
Fue conmovedor presenciar la emoción de<br />
los niños con sus ojos muy abiertos mientras<br />
sus manitos nos ayudaban a decorar para Navidad.<br />
Cuando abrimos una caja que contenía<br />
nuestro pesebre, les conté el verdadero significado<br />
de la fecha.<br />
“¿Saben de qué se trata la Navidad?”, yo<br />
pregunté.<br />
“Sí, ¡Papá Noel nos trae muchos juguetes!”<br />
“Esa es una forma de celebrar”, asentí, “pero<br />
no es la verdadera razón. La Navidad es cuando<br />
celebramos el cumpleaños de Jesús. Él es el<br />
Hijo de Dios. Es el mejor regalo de amor que<br />
podemos recibir”.<br />
Los niños examinaron con curiosidad las<br />
figuras de cerámica del nacimiento. Hannah<br />
levantó al niño Jesús y lo miró fijamente como<br />
si pudiera ver algo especial. Ayúdalos a conocerte,<br />
Señor, oré mientras los observaba. Ayuda<br />
también a su madre. Tú eres su única esperanza.<br />
Los niños Bower llevaban varios meses<br />
cuando Servicios Familiares comenzó a aprobar<br />
que visitaran a su madre, Karen.<br />
Notaba una diferencia en los niños incluso<br />
después de las visitas cortas. Los dos mayores<br />
parecían bien, pero los más pequeños siempre<br />
regresaban retraídos. Antes de ir con su<br />
madre, Hannah se apegaba mucho a mí y se<br />
veía nerviosa. Me suplicaba que no la obligara<br />
a irse. Me inquietaba verla tan alterada, pero<br />
lo único que podía hacer era compartir mis<br />
observaciones con Servicios Familiares.<br />
Karen proporcionaba un ambiente seguro<br />
para los encuentros y no había señales visibles<br />
de abuso, por lo que las visitas continuaron.<br />
Pronto llegó el momento de la primera estadía<br />
nocturna sin supervisión. No me sorprendió,<br />
pero sí me llené de preocupaciones, especialmente<br />
por Hannah.<br />
Oré continuamente durante esa primera<br />
visita, pidiéndole a Dios que los protegiera.<br />
Cuando vi luces de auto en el estacionamiento<br />
de casa, corrí hacia la puerta. Sentí<br />
un gran alivio cuando los niños entraron.<br />
Hannah se dirigió hacia mí, aferrada a<br />
una muñeca nueva. Con cara seria, me dijo<br />
que se había caído mientras se bañaba. “Así<br />
fue como me lastimé yo misma”. Tenía la<br />
frente y el ojo izquierdo morados. “Mamá<br />
me compró esta muñeca porque fui muy<br />
valiente”.<br />
Al día siguiente, informé del incidente al<br />
encargado del caso. Quería creer que había<br />
sido un accidente, pero me costaba.<br />
No hubo otras lesiones después de eso,<br />
pero al conversar con Karen pronto noté un<br />
resentimiento oculto hacia su hija. Un día,<br />
me atreví y le pregunté a Karen si quería<br />
criar a Hannah. Me aseguró que sí y ahí lo<br />
dejamos.<br />
Diez meses después, Servicios Familiares<br />
nos llamó para notificarnos que un juez<br />
había ordenado que los cinco niños Bower<br />
fueran devueltos a su madre. No habría una<br />
Estaba entre la<br />
tristeza y la rabia,<br />
cuestionaba a<br />
Dios, le exigía<br />
responder cómo<br />
podía permitir<br />
que sucediera<br />
tal tragedia. Al<br />
mismo tiempo,<br />
me apoyé en Él<br />
para fortalecerme.<br />
Estaba tan<br />
confundida.<br />
transición gradual, lo cual era inusual. Yo debía<br />
llevárselos ese mismo día.<br />
De alguna manera reuní la fuerza para hacer<br />
lo imposible. Terminamos de cenar, luego controlé<br />
mi voz e hice el anuncio. “Su trabajadora<br />
social llamó para darnos una noticia. Hoy todos<br />
se van a casa”.<br />
Después de la cena, cargué el auto con sus<br />
pertenencias y conduje hasta la casa de Karen.<br />
El llanto de Hannah se hacía más fuerte a medida<br />
que nos acercábamos. En medio de sus<br />
lamentos, suplicó quedarse conmigo. No podía<br />
hacer nada. Por una fracción de segundo, mis<br />
emociones se sobrepusieron a mi cordura.<br />
Pensé en tomar a Hannah y huir. Entonces<br />
recuperé la razón y supe que tenía las manos<br />
atadas.<br />
Mi única posibilidad era entregarla a Dios<br />
y devolvérsela a su madre. Antes de dejar a<br />
Hannah, le recordé que orara. “Llama a Jesús.<br />
Nunca te dejará”, susurré. Nuestras miradas<br />
se cruzaron cuando la abracé y le di un beso<br />
de despedida. Sollocé todo el camino a casa.<br />
Durante un tiempo, me mantuve en contacto<br />
con la familia. Inventaba excusas para visitarla,<br />
le llevaba comidas y regalos con la esperanza<br />
de ver a Hannah, solo que ella nunca estaba.<br />
Karen siempre me decía que estaba en casa de<br />
una amiga o con su padre o en otro lugar. Con<br />
el tiempo, me dijo que Hannah se había ido a<br />
vivir con un pariente por un tiempo.<br />
No podía sacudirme la sensación de que algo<br />
andaba mal. Cuántas veces oré. No sé qué creer,<br />
Señor. Tengo que confiar en que Tu mano está sobre<br />
Hannah. Por favor, acompaña a esta familia.<br />
Pero Dios fue claro. La puerta estaba cerrada.<br />
Era hora de soltar.<br />
Varios meses después, me sorprendió una<br />
llamada de un nuevo trabajador social de Servicios<br />
Familiares. Me preguntó si sabía cómo contactar<br />
a los familiares de los niños Bower. Karen<br />
estaba detenida y de camino a la prisión. Servicios<br />
Familiares estaba tratando de localizar<br />
a dos de los hijos para colocarlos en hogares<br />
de acogida. Estaban desaparecidos. Antes de<br />
que la trabajadora social dijera sus nombres,<br />
mi corazón se hizo añicos. Me confirmó que se<br />
trataba de Hannah y su hermano menor.<br />
Ese mismo día, la encargada del caso reportó<br />
a ambos niños como personas desaparecidas.<br />
Cuatro días después, volvió a llamar. Habían<br />
localizado al hermano de Hannah con un<br />
18s Número 01 / <strong>2024</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM