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AhogadosTarifa.pdf

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EDUARDO DEL CAMPO<br />

TARIFA.– Lo dice hasta el nombre.<br />

El Barranco Hondo es un paisaje<br />

durísimo para morir. Esto es España,<br />

pero nada lo indica. No hay ni<br />

bañistas, ni tumbonas, ni chalés.<br />

Sólo, durante kilómetros entre Tarifa<br />

y Algeciras, un acantilado que<br />

cae a pico sobre el mar y, a sus pies,<br />

una plataforma rocosa que sobresale<br />

del agua formando escolleras<br />

como espinas mortales paralelas a<br />

la costa. Trece de esos viajeros<br />

clandestinos se ahogaron aquí hace<br />

apenas unas horas viendo en la penumbra<br />

del amanecer esa playa<br />

salvadora, tan cerca. Las alineaciones<br />

rocosas les tendió una trampa<br />

sórdida cuando el viaje de miles de<br />

kilómetros desde el corazón del<br />

Africa negra o las aldeas más pobres<br />

de Marruecos estaba a punto<br />

de concluir con éxito.<br />

Para el coordinador de la Cruz<br />

Roja de Tarifa, Juan Triviño, la embarcación<br />

(cuyos restos no se han<br />

encontrado) chocó con las escolleras.<br />

Los emigrantes saltaron al<br />

agua, perdieron pie entre las rocas<br />

y se ahogaron. Ni siquiera hacía<br />

mal tiempo, como otras veces. El<br />

peligroso mar del Estrecho estaba<br />

en calma, el viento soplaba moderado<br />

y variable con una suave mezcla<br />

del Levante y el Poniente. Un<br />

día perfecto para atravesar el foso<br />

entre el Sur y el Norte. Otros tuvieron<br />

más suerte, como la expedición<br />

que poco después ha llegado con vida<br />

unas millas más al norte, en<br />

Punta Camarinal, junto a las milenarias<br />

ruinas romanas de Bolonia.<br />

Las trampas del hombre<br />

Para otro voluntario de la organización<br />

humanitaria, el ex coordinador<br />

José Antonio Martínez, la trampa<br />

no la tendió la naturaleza, sino el<br />

hombre. La culpa fue del patrón<br />

que eligió para el desembarco el lugar<br />

más peligroso, en lugar de buscar<br />

la arena de la inmensa playa de<br />

Los Lances.<br />

Pero todo tiene una explicación.<br />

«Si el patrón es marroquí y quiere<br />

volverse con la zódiac [a Marruecos],<br />

entonces elige esta zona porque<br />

la Guardia Civil no tiene tiempo<br />

de bajar. Llega, suelta y se va».<br />

Otros veteranos de las tragedias del<br />

Estrecho completan la idea: «El tío<br />

les dice, ahí está la playa, y los echa<br />

al agua». Todo cambia si la expedición<br />

la componen mayoritariamente<br />

viajeros africanos de raza negra,<br />

quienes, al contrario que los magrebíes,<br />

no son expulsados de España<br />

al no existir acuerdos de repatriaciónconsuspaíses<br />

(siempre que no<br />

se sepa nunca que vienen de Nigeria<br />

o Senegal, con los que sí hay<br />

convenios). En este caso, cuando<br />

no hace falta huir, a veces el patrón,<br />

a menudo menor de edad, desem-<br />

barca en Europa como un emigrante<br />

más y procura buscar por su propia<br />

seguridad el lugar más propicio,<br />

aunque esté más vigilado. Que no<br />

hubiera aparecido la zódiac ayer<br />

por la tarde apoya la primera hipótesis:<br />

que el patrón hubiera huido<br />

sin más. «Las desgracias siempre<br />

pasan en esta zona», dice José Antonio<br />

en su base en Tarifa. «No recuerdo<br />

tantos muertos de una vez».<br />

Se remonta a febrero de 2001,<br />

cuando se ahogó una decena de inmigrantes<br />

en Bolonia, o 1997, con<br />

12 muertos a pocos metros de la<br />

tragedia de hoy. El lugar es, además,<br />

zona militar. Pero los soldados<br />

que vigilan la garita de acceso a la<br />

pista que recorre los acantilados<br />

entre cardos, vacas, búnkeres derruidos<br />

y casas desventradas no<br />

han visto a los ocho viajeros que sobrevivieron<br />

y cruzaron campo a<br />

través hasta que los vio la Guardia<br />

EL MUNDO, VIERNES 2 DE AGOSTO DE 2002 7<br />

e Los soldados que custodian los acantilados no vieron a los supervivientes<br />

«Las desgracias<br />

siempre pasan en<br />

esta zona de la costa»<br />

Los voluntarios de la Cruz Roja en el Estrecho<br />

sospechan que la culpa es del dueño de la<br />

embarcación por elegir el lugar más peligroso:<br />

«Si el patrón es marroquí y quiere quedarse con<br />

la ‘zódiac’ elige este lugar. Llega, suelta y se va»<br />

JAVIER ESPINOSA<br />

Corresponsal<br />

RABAT (MARRUECOS).– «Tetuán<br />

o El Ejido a la marroquí».<br />

Así titulaba ayer la Asociación<br />

de Amigos y Familiares de Víctimas<br />

de la Inmigración Clandestina<br />

(Afvic) el comunicado en el<br />

que refería la auténtica razia<br />

lanzada por fuerzas de la gendarmería<br />

marroquí el pasado<br />

día 21—un día después decomprometerse<br />

con EEUU a un<br />

acuerdo con España en Perejil—<br />

contra un campamento de<br />

inmigrantes establecido en los<br />

montes de Bel Yunech. Justo en<br />

las inmediaciones de la isla Perejil<br />

y frente a la frontera de<br />

Ceuta.<br />

La Afvic califica de «ataque<br />

salvaje y racista» la operación<br />

lanzada por los agentes marroquíes<br />

contra las personas de<br />

origen subsahariano que habitan<br />

allí desde hace ya dos años.<br />

«Los inmigrantes clandestinos<br />

fueron sorprendidos en pleno<br />

sueño por un ataque feroz de<br />

las fuerzas del orden», añade el<br />

comunicado.<br />

Contactado por teléfono, el<br />

presidente de la Afvic, Khalil<br />

Jemmah, aclaró que el número<br />

de uniformados que participó<br />

en la acometida oscilaba «entre<br />

una quincena y una veintena de<br />

gendarmes».<br />

El «balance» de la arremetida<br />

no puede ser más contundente:<br />

al menos 23 heridos, una docena<br />

de detenidos y «daños materiales<br />

en el pequeño patrimonio<br />

del campo», añade la ONG ma-<br />

Un superviviente, en estado de ‘shock’, trasladado ayer a un hospital. / E. DEL CAMPO<br />

Civil. A siete los recluyeron en el<br />

Centro de Internamiento Temporal<br />

para Extranjeros (CITE). El octavo<br />

superviviente no pronuncia palabra.<br />

Está tumbado en una camilla<br />

en el Centro de Salud de Tarifa, entubado,<br />

con los ojos abiertos y la<br />

mirada perdida. Nadie sabe cómo<br />

se llama, quién es, de dónde viene.<br />

Un médico de la Cruz Roja explica<br />

rroquí.<br />

Afvic dice que el sindicato de<br />

médicos de Tetuánsenegó acurar<br />

a los descalabrados y que<br />

tan sólo contaron con la asistencia<br />

de Médicos sin Fronteras<br />

España.<br />

«Como siempre hemos condenado<br />

todas las agresiones y<br />

que ha tragado agua y se encuentra<br />

en estado de shock. Lo llevaron primero<br />

al hospital Punta Europa de<br />

Algeciras, de allí lo mandaron de<br />

vuelta a Tarifa, y otra vez lo regresanalhospital.Enlamismaambulancia<br />

viaja una de las tres embarazadas.<br />

Ella verá nacer a su hijo. Iba<br />

en la expedición de la suerte. Otra<br />

se ahogó en el Barranco Hondo.<br />

23 inmigrantes heridos en una<br />

redada de la Gendarmería marroquí<br />

en Bel Yunech lanzada un día después<br />

del pacto de Rabat con España<br />

El campamento de Bel Yunech en julio de 2000. / JAVIER ESPINOSA<br />

violaciones a los derechos humanos<br />

de las que son víctimas<br />

nuestros hermanos y amigos<br />

marroquíes en el extranjero,<br />

hoy condenamos este acto bárbaro<br />

realizado contra inocentes<br />

pacíficos», recalcó Afvic, que<br />

equipara este suceso a los ataques<br />

racistas que se registraron<br />

Yusufi insiste en<br />

que se acabará con<br />

la «ocupación» de<br />

Ceuta y Melilla<br />

J. ESPINOSA<br />

Corresponsal<br />

RABAT (MARRUECOS).– El primer<br />

ministro marroquí, Abderramán<br />

Yusufi, exigió ayer a España<br />

que ponga fin a lo que definió como<br />

«ocupación» de Ceuta y Melilla, en<br />

una comparecencia especial que<br />

realizó ante el parlamento.<br />

«Continuaremos desplegando<br />

nuestros esfuerzos para recuperar<br />

al conjunto de las regiones y poner<br />

fin a la ocupación de las dos ciudades<br />

de Ceuta y Melilla y las islas vecinas<br />

expoliadas», precisó Yusufi<br />

recurriendo hasta en la terminología<br />

al discurso emitido el martes<br />

por el rey Mohamed VI. Yusufi precisó<br />

que las iniciativas que se realicen<br />

se inscribirán dentrode«la legalidad<br />

y el respeto al Tratado de<br />

Amistad» firmado con España.<br />

La reiteración delrégimen marroquí<br />

en el asunto parece confirmar<br />

que los dos enclaves podrían<br />

convertirse en el eje de la política<br />

exterior y que lejos de amainar la<br />

crisis bilateral podría recrudecerse.<br />

Así lo dejaba entrever ayer el diario<br />

Al Ittihad al Ichtiraki, que dirige<br />

el propio Yusufi, cuando advirtió<br />

que la reunión Ana Palacio y Mohamed<br />

Benaisa en podría estar abocada<br />

al fracaso y acusó de ello a la<br />

prensa española por seguir «incitando<br />

a la opiniónpública y despertando<br />

los sentimientos primitivos».<br />

Destruido un campamento frente a Perejil<br />

en El Ejido en febrero de 2000<br />

contra marroquíes. La denuncia<br />

de Afvic sobre lo acaecido en<br />

Bel Yunech es quizás las más<br />

contundente que se ha registrado<br />

en este país contra la política<br />

migratoria de Marruecos y una<br />

de las primeras que alertan de<br />

la situación por la que atraviesan<br />

los inmigrantes en este<br />

país.<br />

La lucha contra la inmigración<br />

fue uno de los supuestos<br />

que esgrimió Marruecos para<br />

enviar sus gendarmes a Perejil<br />

en julio, aunque la presencia de<br />

estos espaldas mojadas en Bel<br />

Yunech era una constante desde<br />

hacía varios veranos. Las autoridades<br />

de Tetuán aseguraron,<br />

justo el día después deque<br />

sus fuerzas fueran desalojadas<br />

de la isla, que en los últimos 18<br />

meses habían detenido a 1.279<br />

ilegales en esa región.<br />

EL MUNDO visitó el campo<br />

de Bel Yunech en julio de 2000 y<br />

ya entonces los residentes del<br />

enclave –que se alimentaban<br />

con pan mohoso y restos de comida–<br />

denunciaron las exacciones<br />

que sufrían por parte de las<br />

fuerzas de seguridad marroquíes<br />

y también españolas en la<br />

frontera con Ceuta.<br />

En los últimos días, las autoridades<br />

marroquíes aseguran<br />

que han incrementado la detención<br />

de ilegales y pateras, especialmente<br />

a finales del mes de<br />

julio, cuando en sólo tres jornadas<br />

(del 28 al 30) capturaron a<br />

53 personas en tres embarcaciones.

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