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Vacaciones en Rumanía MAI
2021 17
Sibiu: la pequeña ciudad que superó a París
El sutil encanto de la “ciudad del cuento de hadas”
„¿Qué ciudad europea
te gustaría visitar en cuanto
se pueda volver a viajar de
forma segura, después de la
pandemia?”, fue la pregunta
formulada a principios de este
año por los editores del famoso
sitio de viajes Best European
Destinations a sus usuarios
originarios de 190 países. El
resultado de la encuesta sorprendió
a muchos, pero no a
la gente de Sibiu que sabe muy
bien en qué tesoro de ciudad
vive. ¡Su ciudad incluso degradó
a París, ocupando el increíble
quinto lugar!
Desde 2007, cuando fue
declarada Capital Europea
de la Cultura, la ciudad de
las orillas del río Cibin se sitúa
de manera habitual en las altas
clasificaciones de destinaciones
turísticas más codiciadas
del mundo. Además, hace algunos
años, los estadounidenses
la consideraban la ciudad
más romántica de la Tierra.
Su fama privilegiada despierta
no solo admiración,
sino también envidia, porque
hay muchas ciudades en
Rumania que han alcanzado
estándares y bellezas comparables
mientras tanto. Hay
voces que afirma que su fama
se debe a la casualidad, por
haber sido la primera ciudad
rumana „descubierta” después
de la caída del Telón de Acero,
pero la pequeña ciudad medieval
al pie de los Cárpatos se
mantiene imperturbable entre
las primeras de Europa. Atrae
especialmente a los visitantes
extranjeros, quienes, como
puede verse, juzgan con imparcialidad.
Pero, ¿cómo se
explica el éxito de Sibiu?
¿Cuál es su singularidad y a
quién debe su magnetismo?
Más allá de las rutas turísticas
clásicas, hay una ciudad
medieval atravesada por túneles
subterráneos secretos,
que se comunican entre sí y se
pierden en patios con puertas
ocultas, desconocidas aún a
los lugareños mismos. Sus entradas
se pueden ver a veces,
escondidas en los sótanos del
centro urbano. Pero de eso hablaremos
tal vez en una próxima
ocasión ...
Quedémonos al nivel del
suelo, mirando debajo de la
capa superficial. Cabe destacar
el casco elogiado y frecuentado
antiguo, sin el cual nada no
podría realizarse. Con su ambiente
romántico, de pueblo
medieval, con empedradas
calles estrechas, laberintos de
escaleras y casas apiñadas, que
parecen mirarnos con curiosidad
a través de sus tragaluces
con “cejas” ofrece la atmósfera
de calma, que nos transporta
lejos del tumulto acelerado de
la vida moderna. Allí se bordan
los meandros de una vida
que parece tranquila, aunque
no lo es.
Pero, ¿quiénes son los actores
y qué obras se representan
en este escenario? Propongo
imaginar nuestra ciudad como
un personaje vivo; de esta forma
será más fácil entenderlo y
sentirlo. ¿Qué tipo de personaje
sería Sibiu? Si París se parece a
una mujer elegante, Barcelona
a un brillante pájaro multicolor
y Roma a una joven romántica,
Sibiu, sin duda, debería ser
un juglar. Todas las cualidades
que tiene este personaje medieval
se encuentran de una forma
u otra en el mapa y en el calendario
de eventos de la ciudad.
Porque, ante todo, Sibiu significa
arte. Cualquier residente
de Sibiu que creció rodeado
de frases cómo: fondo plástico,
exposición fotográfica,
centro etnográfico, tienda de
artesanía, La Casa de las Artes,
el Pasaje de los Orfebres, museos
sobre museos sabe de qué
estoy hablando.
Ser juglar supone ser cantante
y poeta, pero también un
buen actor y bailarín. En Sibiu
se celebra uno de los festivales
de teatro más importantes del
mundo, el tercero más grande
de Europa. A principios de
verano, toda la ciudad se convierte
en un escenario al aire
libre, poblado por actores de 73
países. Durante diez días hay
550 espectáculos, ¡qué locura y
qué lujo! La realidad y la imaginación
se entrelazan hasta tal
punto que nadie se sorprende si
ve un actor de fama mundial
en la calle, o si se encuentra en
una fila para pretzels calientes
junto a, digamos, Isabelle
Hupert. Los nombres de las
Grandes Personalidades del
teatro y el cine se alinean en
Callejón de las Celebridades,
a cada uno le corresponde una
estrella dorada.
En junio de 2019, antes de
que el Papa Francisco aterrizara
en Sibiu, los jefes de los 27
estados europeos, encabezados
por Angela Merkel y Manuel
Macron, también se alinearon
en la Gran Plaza de Sibiu para
tomar fotografías grupales.
Casi al mismo tiempo, yo marchaba
de prisa hacía una sala,
dónde el actor estadounidense
Tim Robbins presenciaba un
diálogo con el público. ¡Tim
Robbins, Merkel y Macron,
y el Mismísimo Papa, todos
reunidos en Sibiu! ¿Qué más
se puede esperar? ¿Quién más
pretende que Sibiu sea una pequeña
ciudad provincial?
¿Y dónde canta y baila
nuestro juglar? Pues he aquí
algunas ocasiones de primera
mano: el conocido Festival de
Jazz; la asamblea folclórica
profesional Cindrelul-Junii
Sibiului (el grupo de danza
folclórica más antiguo de
Rumanía y uno de los más antiguos
de Europa, que realizó
más de 40.000 actuaciones,
obteniendo más de 100 premios
nacionales y 60 premios
internacionales); el Festival de
Cine Documental ASTRA
(uno de los más importantes
de Europa) y el Festival
Internacional de Danza
Clásica y Contemporánea
(con más de 200 participantes
altamente calificados); la
Filarmónica Estatal (continuación
de una de las primeras
escuelas de órgano europeas,
desde el siglo XVI). En Sibiu
concertaron Franz Liszt, Johan
Strauss, Johannes Brahms,
J oseph Joachim, Richard
Strauss, Montserrat Caballé.
Seguro que balancear en
una cuerda a alturas vertiginosas,
por encima de las cabezas
de los transeúntes, como lo
hacía hace siglos el famoso
artista de circo Strohschneider
no es cosa de nuestro juglar,
pero andar en bicicleta por
todas las partes de la ciudad
sí que puede, gracias a los 65
km de corredor bici que tiene
a su disposición. A los populares
eventos I´Velo Street
Art Tour y Cycling Bikes se
suman el gran Sibiu Cycling
Tour y otras competiciones
deportivas profesionales
( Sibiu Rally, International
Marathon, Alpha Basketball
Tour, Kyokushin Open
Karate Cup, el torneo de voleibol
de playa Sibiu Sands,
las carreras de esquí y mucho
más). Pues si, también el deporte
es una especie de arte
diría nuestro juglar, obligado a
moverse constantemente, por
la naturaleza de su trabajo de
artista viajero.
Ya sé que ser primero no
es siempre lo que más cuenta,
pero no puedo dejar de mencionar
algunos estrenos nacionales
realizados por Sibiu: el
primer hospital (¡en 1292!),
La primera escuela (1380),
la primera farmacia (1494),
la primera imprenta (1525),
la primera fábrica de cerveza
(1717), el primer edificio de
teatro (1788), el primer puente
de hierro fundido (Puente
de las Mentiras, en 1859), el
primer ómnibus eléctrico, el
primer zoológico, el primer
SPA (baño popular), la primera
estación turística de montaña,
el primer cohete a pasos del
mundo (ya desde 1555), el primer
museo (1718), el periódico
más antiguo del sudeste de
Europa (en 1853). En el siglo
XVIII, Sibiu era la ciudad más
oriental a la que se llevaban
cartas por correo en Europa.
Más tarde fue la tercera ciudad
del Imperio Austro-Húngaro
equipada con alumbrado público
eléctrico. Hoy día Sibiu
es la primera y única ciudad de
„Sibiu es probablemente una de las ciudades más
bellas de Rumanía y uno de los destinos turísticos
más buscados de Europa (…) Una combinación
maravillosa entre la historia y el espíritu vibrante
de una ciudad europea moderna (...) Un lugar para
admirar en todas partes durante el año. Es sublime
en primavera y verano, y simplemente mágico en
Navidad, contando con una de las más bellas ferias
navideñas de Europa”.
(citado del sitio web oficial:
www. europeanbestdestinations.com/european-bestdestinations-2021/)
Rumanía en recibir 3 estrellas
Michelin, siendo su área geográfica
Región Gastronómica
Europea desde 2019.
Fundada en 1190 por colonos
alemanes en el sitio de un
antiguo campamento romano
llamado Cedonia, después
de cambiar su nombre en el
latín Cibinium, la ciudad de
Hermannstadt, hoy Sibiu,
fue puramente alemana hasta
el año 1781, cuándo se
permitió el asentamiento de
rumanos y húngaros. Los colonos
trajeron consigo la experiencia
y el conocimiento
de varias profesiones, desarrollando
en continuación un
comercio que llevó la fama de
la ciudad en los lugares más
remotos del mundo. Hoy,
sin las piezas electrónicas y
los neumáticos fabricados
en Sibiu, muchos coches no
podrían moverse y sin y las
tejas fabricadas en Sibiu, muchas
casas no tendrían techo.
Productos lácteos, panaderías
y embutidos, que a veces llevan
nombres famosos, están
fabricados allí. Incluso los
extravagantes bolsos de lujo
de la marca LUPO Barcelona
se fabrican en Sibiu.
Pero, ¿qué hace el residente
común de Sibiu cuando quiere
relajarse? Lo que es para el sevillano
la Cartuja, para el vienés
la Isla del Danubio, para el
catalán la Sierra de Montserrat,
para el sibiano es la arboleda
llamada Dumbrava Sibiului.
Allí recarga sus pilas y, si tiene
tiempo suficiente, corre hacia
el icónico pueblo de Rășinari
o por los pueblos de pastores de
la zona, en los cuales la tradición
y el entorno natural emanan
profundidades espirituales
que nos anclan, conectándonos
con la esencia del alma rumana
en todo su esplendor.
El museo al aire libre
ASTRA, con casas originales
trasladadas y reconstruidas
desde aldeas rumanas situadas
en todas las provincias prueban
una vez más el ingenio del pueblo
rumano. Generosamente
alojado en una gran superficie,
con bosques y prados, ofrece
no solo la oportunidad de echar
un vistazo al pasado, sino también
al futuro (recomendado a
los que buscan ideas para el
desarrollo sostenible: allí se
puede ver cómo hacer casi
cualquier producto, sin usar
electricidad o gasolina). El museo
de locomotoras de vapor,
visitado especialmente por los
extranjeros, también es muestra
de acontecimientos similares.
¿Qué más queréis, alma y
mente sedientas?
Caminante, si llegas a Sibiu,
siéntate un momento en una de
las terrazas de la zona peatonal
central, llamada Corso por los
habitantes, y mira al payaso
que anima a los transeúntes inflando
pompas de jabón y pelotas.
Tal vez sentirás la flecha de
una pequeña revelación, como
la sintió el escritor sibiano Paul
Goma cuando afirmó: „en el
Corso, el tiempo se vuelve en
un fuelle de acordeón”.
Un material realizado y
editado por Gabriela Căluțiu
Sonnenberg
Foto: benvoyagedonc.
com/, juniisibiului.ro/