Paloma Magazine Volumen 53

Un sentimiento de pérdida: A MEMOIR
Chapter 10: Spanish and Inglés= Spanglish
By/Por Julio Enriquez-Ornelas
El lunes, 16 de marzo a las 6
pm hora costa este llevamos a
Dulce y Nick al Aeropuerto
Internacional Logan de Boston.
Ahí, todos nos afirmamos nuestro
habitual adiós; "Te quiero… hasta
luego ... y cuídense ..."lo que
continuó con un ... "nos vemos
este verano en California".
Normalmente, nunca podríamos
ir más de un año sin vernos;
normalmente sería no más de
unos seis meses. Poco después
de que se fueron, Nancy y yo
hablamos un poco, acerca de su
visita, sobre nuestro plan
inmediato poco después de
dejarlos; hacer unos mandados,
escuchar música y retroceder
a Maine.
El plan estaba en efecto ... y
justo después me fui a mi "Facebook"
por teléfono en donde descubrí a
través de un post que Tanya
Enríquez había muerto. Había
dejado de vivir. Sentado en el
coche, atrapado en el tráfico, con
una canción que tocaba sin
sentido en el fondo, y yo con una
tranquilidad y, francamente, como
una pizarra en blanco, sin saber
qué decir o sentir, lo único que
podía hacer era seguir leyendo los
comentarios virtuales de otros.
Como un voyeur de facebook leía
y me sentía como un niño de 10
años sentado en la sala,
escuchando una conversación
entre adultos; "Ella está en un
lugar mejor ahora","Ugh Estoy
taaaan jodida y mi corazón está
muuuuuuuuuuy roto, yo siempre te
recordaré Tía Tanya Enriquezz te lo
prometo !! I love u con todo mi
corazón y descansa en el paraíso
nuestro ángel!" "En nuestros
corazones permanecerás siempre,
serás querida y recordada todos
los días. Te amo Tía Tanya.
1975-2015", "siempre recordaré
los buenos días!" y "fue por su
propio bien”, y el mensaje más
común, “se fue sin dolor, se fue y
eso es lo que quería”.
De alguna manera, leer que
quería morir me consoló, como si
por su deseo de no vivir por más
tiempo fuera una razón válida para
intentar ocultar mi dolor, como si
de alguna manera el proceso de
dolor, tristeza y pérdida que mi
familia y yo estábamos a punto de
vivir debido a su muerte no iba a
ser tan doloroso ya que ella ya no
quería vivir. No estoy seguro por
cuánto tiempo debí haber estado
tranquilo y callado, pero Nancy se
dio cuenta y me preguntó qué
tenía, es que a
menudo hablo,
sin fin, y a veces
en círculos o sin dirección, pero
debí haber dejado de hablar. Así,
ella me preguntó qué pasa, y lo
único que pude decir,
aguantándome mis
lágrimas, sosteniendo
mis emociones,
tratando de ser
valiente como si por
alguna razón este era
el momento para ser
valiente, y le dije:
"Tanya falleció" y lo único que ella
me dijo: "Estás bromeando, no es
cierto, pero habías dicho que
estaba mejorando" y en lo único
que podía pensar era en cómo en
el fondo, cuando me enteré de que
estaba enferma, yo sabía que esto
era el final, éste era su fin, y en
aquel entonces aceptando dicha
verdad fue reconfortante, como
si de alguna manera eso fue
suficiente para hacer frente a su
pérdida, pero ahora después de
leer estas noticias a través de un
mensaje de Facebook era algo
extraño. Todo lo que le pude decir
a Nancy fue que necesitaba decirle
a Dulce: "¿Has visto", "¿Qué?",
"Nuestra tía falleció a las 6:00
[seguido por una cara emoji
llorando]", lo único que pudo
responder fue "[una cara emoji con
lágrimas corriendo por su cara]",
y lo único que le pude decir fue
"yup" me contuve mis lágrimas y
esa extraña sensación que nunca
antes había sentido, y para ser
sincero todavía no sé cómo
describir esta sensación. A veces,
las caras emoji y el silencio mutuo
son más que suficiente para
compartir nuestras emociones con
los demás ya que sabemos que no
hay necesidad de articular con
palabras nuestro dolor, sabemos
que es difícil hacerlo y sólo basta
comunicarnos con imágenes.
En nuestro camino de regreso
a Boston, lloré con Nancy junto a
mí, lloré en silencio y luego en voz
alta, mientras bajaba el sol y la
temperatura. Tuve el coraje de
volver a Facebook y publicar mis
adioses y compartir su último
mensaje en mi pared. Escuché a
Boyz II Men y Mariah Carey y lloré
por mi pérdida. Lloré por ella,
como cualquier persona amorosa y
cariñosa merece que le lloren una
vez que se han ido. Lloré por mi
dolor y recordé lo que había
significado ella para mí, recordé
nuestros últimos intercambios
virtuales. Es extraño cómo el final
de algo siempre trae lágrimas. Así
llorando como si nadie me viera,
así como un niño. Lloré tanto que
al día siguiente me dolían los ojos,
como si de alguna manera mis
párpados se cerraran por estar un
poco agotados. Después de tanto
llorar, de alguna manera tenían
Cuando mis ojos se
posaron en la oscuridad,
me acordé de su alegría,
su sonrisa, sus historias,
su amor y compañía
como niño.
-Julio Enriquez
que descansar y dejar
de ver, por lo
que les permití que
se quedarán en la
oscuridad durante
un día o dos.
Cuando mis ojos se
posaron en la oscuridad,
me
86 831.917.4227 familia+cultura+religión+sociedad
acordé
de su alegría, su sonrisa, sus
historias, su amor y compañía como
niño.
Ahora, mientras escribo esto,
todavía no estoy seguro qué sentir,
tal vez voy a llorar más tarde, y no
mientras escribo esto. También
pienso en cómo toda mi familia
está doliendo. No he hablado con
nadie no porque no quiero sino
porque el dolor es demasiado,
hablar por teléfono y decir: “ella se
ha ido, ella ya no está aquí” es
insoportable. Supongo que todavía
no soy lo suficientemente valiente
para decir por teléfono que
nuestra tía Tanya ya no está aquí
y que ella ya no estará aquí ni
estará en Facebook publicando
sus mensajes cariñosos y
declaraciones de apoyo. A pesar
de que ya no veré sus mensajes
en Facebook lo único que pude
decir por ese medio fue lo
siguiente:"¡Te vamos a extrañar!
Gracias por todo tu amor y
cuidado. Siempre llevaré el
recuerdo de ti conmigo”. Es mucho
más fácil para mí escribir esto en
silencio porque pensar en decirlo
en voz alta a un ser querido y
expresar con ellos esta pérdida
mutua es demasiado y algo
doloroso porque su ausencia nos
deja a todos con un sentimiento
de pérdida .. CONTINUARA
++++++++++++++++++++++++++
Feeling at a loss …
On Monday, March 16 at around 6
pm east coast time we dropped
Dulce and Nick off at Logan
International Airport in Boston.
We all stated our usual good-bye;
“Love you… see you later…and take
care…” Followed with a … “see you
this summer in California”. Normally,
we could never go more than a year
without seeing each other; typically
it would only be about six months.
Soon after they left, Nancy and I
talked for a bit, about their visit,
about our plans soon after dropping
them off at the airport; run a few
errands, listen to music and drive
back to Maine.