Pedro Santisteve Roche

Protagonista
Protagonista
Hemos conseguido
centrar una estructura
de trabajo de áreas.
Hemos tomado medidas
en la paralización de los
desahucios, derivado
recursos al Plan de
emergencia social y
promocionado el empleo
de inserción
nocía que había habido un Pleno en el que
se había desestimado la propuesta hace
tiempo. Lo que no me imaginaba es que CHA
a sabiendas de que se había desestimado
ya, lo volviera a plantear. Nos encontramos
con una situación dada, no querida, que encima
se produce en el mismo momento de
lo que ha pasado con Ada Colau en Barcelona,
se ha sacado el tema del contexto real.
Nosotros lo asumimos como Gobierno. El
cambio de nombre tendría que habérsele
comentado a los grupos municipales como
una decisión ya avalada por 15.000 firmas,
y por la familia de Jose Luis Abós. No se le
puede estar tomando el pelo ni mareando
ni hiriendo sensibilidades y decidimos resolverlo.
Lo resolvemos y vemos que nos llueve
una serie de críticas en las que se ha querido
sacar de quicio la cuestión. No tiene nada
que ver con el cuestionamiento de la Jefatura
del Estado. Ahí está el busto del Rey en el
Pleno y el cuadro aquí.
¿Puede haber marcha atrás en esta decisión?
Podemos asumir el tema de habernos vistos
obligados a tomar una decisión con una
cierta precipitación o forzada, pero una vez
tomada no tiene sentido una marcha atrás.
No vamos a jugar con los sentimientos de
una afición y de una familia que ha pedido
eso. Como es un tema que se mueve en el
ámbito estrictamente deportivo, creemos
que todo aquel que pretenda sacarlo de contexto
es una radicalización con la que se nos
quiere hacer daño.
En esta misma línea, ¿se plantean un plan
director de turismo?
Bueno, en mis visitas a Huesca y Teruel he
conversado con los alcaldes sobre la importancia
de no competir entre nosotros y
conseguir colaborar de forma conjunta. Tenemos
que generar sinergias y crear rutas
comerciales que posibiliten recorrer toda la
Comunidad. Para ello es imprescindible el
trabajo coordinado de las administraciones
locales y regionales, con la ayuda de la DGA
por supuesto.
Los Presupuestos del 2016 ¿cómo van a ser?
La auditoría interna nos tiene que hacer
una foto de cuál es la situación de las necesidades
de gasto, el problema es de dónde
sacamos los ingresos. Hay que mirar todo
el tema de ordenanzas fiscales. Aquí todos
los gobiernos han dicho que van a bajar
impuestos y después no lo han hecho porque
eso se traduce en recorte de servicios.
Nuestras posiciones de fiscalidad progresiva
significan que los impuestos deberían agravarse
en función de la renta de las personas.
Eso implica un trabajo conjunto de hacienda
regional y estatal para cruzar datos en los
que según qué medidas se adopten no repercutan
en las rentas más bajas. Si hablamos
de bajar tipos del IBI de alguna manera
estamos beneficiando a las grandes inmobiliarias
y patrimonios, tenemos que estudiarlo.
Precisamente sobre grandes proyectos
como los de Averly y Torre Village ¿Qué posición
tiene usted como alcalde de la ciudad
ante ellos? ¿va a seguir adelante en su desarrollo?
Hay que debatirlo. En esta ciudad se ha dilapidado
el patrimonio cultural y yo aquí solo
quiero traer el recuerdo de Fleta. Aún estamos
pendientes de que alguien responda de
ese atentado contra el patrimonio cultural de
la ciudad. Nosotros no somos ni de grandes
obras y ni de grandes fastos, pero hay que
hacer memoria. Si nos cargamos nuestra
memoria como ciudad es un problema. Cuándo
ésta choca con intereses privados solo se
puede solucionar llegando a acuerdos.
En cuanto al transporte público, ¿cómo van
las consultas de la segunda línea del tranvía?
Sobre la segunda línea del tranvía siempre
hemos dicho que sería una decisión que
dependerá de los procesos de participación
ciudadana. Esta segunda línea tiene que
enfocarse de una manera diferente. No se
va a tomar la decisión en los despachos. La
decisión final estará influenciada por los estudios
técnicos que se elaboren. Si el movimiento
de unos barrios a otros alcanza una
determinado ratio de ciudadanos, que creo
que son 250 habitantes por cada millón de
euros invertidos, igual el tranvía es la mejor
solución. Si es inferior quizás hay que ir al
autobús eléctrico. Hay que hacer un Plan de
Intermodalidad en el que se tengan en cuenta
taxis, buses, bicis y peatones. A mí lo que
me ha sabido malo de la primera línea son las
afecciones que ha causado a muchos barrios
por no hacer estudios de movilidad previos.
Otro tema será comprobar si el Ayuntamiento
puede permitirse ese gasto…
Apenas lleva dos meses de mandato. ¿Qué
destacaría de lo conseguido hasta ahora?
Hemos conseguido centrar una estructura de
trabajo de áreas, hemos tomado medidas en
la paralización de los desahucios, hemos derivado
recursos al Plan de emergencia social
y promocionado el empleo de inserción. Todos
los consejeros están haciendo un trabajo
de impulso hacia el otoño muy interesante en
materia de participación ciudadana, de cultura,
un trabajo que ahora no se ve pero pronto
se empezará a notar en la sociedad.
Y de aquí en adelante, ¿Cuáles son sus prioridades?
Ahora entramos en todo el tema de ordenanzas
fiscales, de preparación de presupuestos,
de negociación con los grupos y de
que cada área ponga sobre las mesas sus
prioridades. En materia de acción social el
tema de un fondo de viviendas sociales se
está trabajando ya. Hemos hablado con
Ibercaja y con el resto de entidades bancarias
para firmar ese fondo. En cultura se
pretende ir eliminando organismos que no
tienen mucha funcionalidad, hay cosas que
se empezaran a notar a partir de 2016. El
Mercado Central, las competencias impropias
que asume la DGA, conseguir que el Gobierno
pague su deuda con el Ayuntamiento,
la ley de capitalidad… En fin, muchas cosas
(ríe).
¿Nos dará tiempo en cuatro años a todo?
Lo que queremos es marcar un estilo diferente
de hacer las cosas. La gente tiene que
saber lo difícil que es mover una estructura
como un Ayuntamiento, el cómo generar ilusión
y transmitir a la ciudadanía tu gestión.
Es más una cuestión de estilo porque los
tiempos tampoco te permiten hacer grandes
cosas. Además, tenemos un compromiso
público y político de pedirle a los vecinos
implicación, ya que son imprescindibles para
el funcionamiento de la ciudad.
Lo he comentado muchas veces. Me sorprende
que no hay una cultura democrática
de entrega del poder a las nuevas corporaciones,
de rendición de cuentas o del estado
del Ayuntamiento de aquellos que se
van con los que vienen, con el consiguiente
retraso para los nuevos ediles. De bueno
nos hemos encontrado con el apoyo de los
funcionarios que han suplido esas carencias
mencionadas. Nos han agradecido que se
tengan en cuenta sus criterios técnicos, que
no hacen otra cosa que confirmar nuestras
intuiciones de que se estaba haciendo un
mal ejercicio de la política en esta casa.
Está usted en un gobierno en minoría, ¿se le
está haciendo complicado?
Podría decir que sí mediáticamente o por
aquellos grupos que decían que iban a dar
los 100 días de gracia y no los han dado.
Eso genera turbulencias que te pretenden
despistar de tu trabajo, pero estamos intentando
ir a lo nuestro. Estamos centrados en
que afloren situaciones antiguas de privilegio
para terminar con ellas, hemos tenido
gestos como la bajada de sueldos y hemos
constatado que no había presupuestos en
materia de acción social, que se habían terminado
un mes antes de que entrásemos
Foto: Juan Manzanara
a gobernar. Hemos conseguido dinero para
afrontar esta situación de emergencia social
y estamos intentando racionalizar los
servicios administrativos del Ayuntamiento.
Poco a poco.
Entramos en la actualidad; Pabellón Príncipe
Felipe, ¿Tenían prevista la división que
han generado con el cambio de nombre?
No, es que eso nosotros no lo hemos buscado,
es algo que nos ha venido dado. Es
un tema que pensamos que CHA, que es la
que lo propuso, se equivocó, este tema no se
tendría que haber planteado ahora. Desco-
La capital aragonesa arrastra una deuda de
90 millones de euros por sentencias judiciales
sin pagar de anteriores gobiernos ¿Cómo
puede afectar a las arcas municipales?
Aquí la lectura es cómo se han gestionado
los ayuntamientos cuando las políticas
económicas del Gobierno te imponen unos
recortes presupuestarios y una imposibilidad
que te atan de pies y manos. La estrategia
de los partidos ha sido de ocultación,
de jugar con unos presupuestos en los que
sabían que no había dinero suficiente para
cubrir los gastos, deficitarios en materia de
ingresos, que llevaban a ocultar la deuda
a través de recursos a sentencias, utilización
de contratas públicas para adelantar
el dinero… Ese juego tramposo ha salido a
relucir y hemos adoptado la medida desde
el punto de vista económico menos gravosa
para los ciudadanos. Ir a fondo de estado
con un interés muy bajo. Es un agujero
más a cubrir. Esta deuda debería asumirla el
Estado central o, por lo menos, ayudar a los
ayuntamientos.
Usted dijo que la aplicación de una tasa turística
ayudaría a mejorar la situación económica
de la ciudad, ¿continúa planteándose
aplicarla? ¿Ha avanzado en algún punto?
Yo lo que dije es que hay que estudiar todas
las vías de generar ingresos ya que se tienen
que mantener unos servicios públicos.
Cuando salió a relucir la tasa sobre todo hablé
de perseguir a los apartamentos ilegales.
Todo esto es una cuestión de algo que no ha
hecho el Ayuntamiento, hay que reforzar el
tema de la inspección tributaria y fiscal.
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