The Schizophrenic Spacers“No voy a volverme humilde a estas alturas,nos podemos enfrentar a cualquiera sobre un escenario”, Sergio Martos.Sergio Martos es el ejemplo perfecto de tipo que vive por y para el Rock & Roll. Muchos supimos de él cuando comenzó a escribir en elPopular 1 hace muchos años y su nombre se hizo familiar para los lectores. Luego se pasó al Ruta y continuamos aprendiendo de él hastael día de hoy. Pero no solo escribe sobre Rock & Roll, también lo interpreta. Desde los 13 años ha estado tocando y cantando, dejándoseel alma en lo que más ama. Su banda actual, The Schizophrenic Spacers, es un fiel reflejo de su personalidad, toda pasión e intensidad. Suúltimo disco, “Now” era posiblemente su trabajo más conseguido: grandes canciones encajadas con una producción cuidada y precisa.Transcurrido el tiempo decidieron editar un EP de cuatro canciones que el dichoso virus ha dejado en fuera de juego. Y sin embargo, losSpacers no son de los que se amilanan fácilmente, ni siquiera una pandemia planetaria, de forma que han aprovechado la coyuntura paragrabar unas “Covid Sessions” fruto de su necesidad de seguir componiendo y grabando. Un EP y un disco, creo que son excusa suficientepara colgar el teléfono y charlar con el gran Sergio Martos.Sergio, encantado de hablar contigo por fin.Sí, Javi. Este año íbamos a volver por Cádizpero ya sabes, el dichoso virus.De conciertos ahora poco podemoshablar, pero habéis publicado un EP “Justfor fun again”… ¿Por qué un EP ahora,eran canciones que se quedaron fuera de“Now”?Sí y no. “Bible’s” es una canción totalmentenueva. La idea era retomar la espontaneidadde la primera parte de esta saga de Ep’s (“JustFor Fun”), y así salió “Bible’s”: Javier Ayensame mandó una letra y yo le puse música ymelodía en media hora. “Lie”, sin embargo,sí que la escribí en la época de “Now”. Perono me convencía en el concepto del disco y laguardé en el cajón. Hasta ahora.En el EP hay dos versiones, una “Keep onrocking” de una banda llamada Death…¿por qué elegisteis esta canción?Porque el álbum perdido de Death (“... Forthe whole world to see”) es mi disco favoritode los últimos diez o doce años. Puedestener un mal día, pero escuchas “Keep OnKnocking” y encaras el resto de horas con otravitalidad, mucho más reconfortante y positiva.Los Death son una banda desconocida cuyodisco apareció en 2003 de casualidad…Sí, Death es una banda protopunk de Detroitde la que nadie había oído hablar hasta queel disco apareció en el desván de uno de loshermanos Hackney y se puso en circulación,para regocijo de la humanidad. Tiene cojones,protopunk cuando el primer disco de losRamones todavía no había sido concebido. Yhago esa comparación porque hay cosas debatería que recuerdan horrores a los patronesde Tommy Ramone. Coincidencias en elespacio/tiempo, puesto que nadie en su día vioa Death, excepto Clive Davies. Pero imagínatea los Ramones haciendo una jam con JimiHendrix, ese sería el sonido de Death. A esosúmale la procedencia, pues cualquier cosaque provenga del estado de Michigan siempreva a ostentar ese halo infranqueable de purezae integridad. Si alguien dice que los Spacerstienen algo de Death, será el mayor halago quepodamos recibir.Y luego una de Van Halen… “In a simplerhyme”. Hoy en día nadie parece acordarsede Van Halen (la entrevista tuvo lugar díasantes del fallecimiento de Eddie Van Halen).Bueno, quizás no aquí, pero en América sonuno de los cinco referentes rock. Y si el Covid lopermite y ellos vuelven a la carretera, no habrásuficientes pabellones gigantes para cumplir conla demanda de tickets. Van Halen es una fuentede inspiración a la que acudir continuamente.Cuando se decretó el estado de alarma, nosencontrábamos ya trabajando en la continuacióna “Now”, pero el Covid nos paralizó por completo,no solo como banda de directo, sino en loreferente al trabajo en el local de ensayo. Asíque les dije a los chicos que debíamos trabajaren algo desde casa, demostrar al mundo que notemíamos a nada y que debíamos hacer algopara darle un poco de vida al grupo. Cuando vifactible grabar voces con lo poco que se manejarun programa informático de grabación de audio(la ayuda de Hendrik Röver fue primordial) lescomenté que era la oportunidad de hacer algodiferente, algo menos visceral y estridente.Agarré la guitarra acústica (llevaba años sintocarla de continuo) y llegó una idea tras otra. Enpoco menos de dos semanas teníamos todo elmaterial listo para ser grabado. Cada cual lo hizoen casa, como mejor pudo.Qué apañado Hendrik, lo mismo te sirvepara grabar un disco de blues, producirte8Rock Bottom Magazine
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