LA POLITICA ECONOMICA EN LA TRANSICION A LA DEMOCRACIA
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
42
M. DAMILt. y R. FRENKEL
caso de ]as transacciones realizadas en los mercados de bienes, servicios y
trabajo, las reglas de indexaci6n surgen como forma de reducir los costos de
renegociaci6n y de conflicto que resultarian del establecimiento de contratos
nominales que, en un contexto de inflaci6n alta, deberian revisarse muy
frecuentemente.
La dinamica macroecon6mica de corto plazo en ]as condiciones del
regimen de a]ta inflaci6n difiere de la propia de una economia menos adaptada al
fen6meno inflacionario. En una economia caracterizada por indexaci6n
genera]izada, en ausencia de "shocks", la inflaci6n de un periodo tenderia a
igualarse a la de] lapso precedente. Los contratos indexados "trasladan" la
inflaci6n pasada al presente, por to que e] fen6meno adquiere caracter inercial.
Ademas, el acortamiento de los periodos de reajuste de los contratos indexados
hace que la inflaci6n gane tambien volalilidad, es decir, se hace mas variable
debido a que los efectos de "shocks" (una devaluaci6n nominal, por ejemplo) se
transmiten rapidamente al conjunto del sistema de precios.
De tal modo, el conjunto de normas y practicas que resultan de las
conductas microecon6micas defensivas produce un resultado global de mayor
inestabilidad econ6mica a incertidumbre. Si la inestabilidad de corto plazo era un
rasgo caracteristico de la economia argentina en la fase de acumulaci6n
heterodoxa, la configuraci6n del regimen de alta inflaci6n cre6 condiciones bajo
las que la intensidad de las fluctuaciones macroecon6micas podia tornarse
mucho mayor.
3. DE LA APERTURA FINANCIERA A LA CRISIS
En 1976 se inicia, con el golpe militar que derroca a Isabel Per6n, un intento
de cambio radical de las condiciones de funcionamiento de la economia
argentina. El modelo de desarrollo semicerrado y el rol decisivo del Estado en la
asignaci6n de recursos y en la distribuci6n del ingreso son entonces cuestionados
globalmente. El sesgo nacionalista-intervencionista de los estamentos militares y
sus tradicionales resistencias a las crfticas liberales al modelo heterodoxo
cedieron ante el convencimiento de que este habia creado las condiciones en que
la subversi6n politica y social se desarrol16 desde finales de los ahos sesenta. En
el piano econ6mico se trataba de dar a los mercados el rol central en la
asignaci6n de recursos. Se apuntaba asi (al menos en el discurso, puesto que la
practica dist6 largamente de plasmar esa concepci6n) a reducir el rol del Estado
en la definici6n de "cuasi-rentas politicas" en beneficio de la industria protegida y
de sectores asalariados, a desarticular el regimen de represi6n financiera y a abrir
la economia a la competencia externa.
Las politicas aplicadas en un comienzo no se apartaron, sin embargo, de las
caracteristicas de los planes de ajuste tradicionales, excepto por la profundidad
del cambio regresivo en la distribuci6n del ingreso producido en 1976. La breve
Ease de 1976-77 presenta un rasgo esencial: antes que un cambio drastico en el
modo de acumulaci6n, se produjo entonces una recomposici6n de las
condiciones de funcionamiento del modelo vigente con anterioridad. El