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“Cumplida la ceremonia inicial, Bruno da rienda suelta a sus fantasmas.”<br />
Fata Turchina se tiende sobre una chaise longe<br />
estilo imperio, recuerdo de aquel amante de<br />
Arlés que venía los veranos a La Granja y que<br />
se decía primo segundo bastardo de Vincent<br />
Van Gogh.<br />
Bruno no se mueve de su silla de<br />
ruedas y su copa de anís. A veces, le ha ocurrido<br />
que, al cruzársele recuerdos imprevistos, una<br />
lágrima solitaria ha acompañado la magnífica<br />
aparición. Aunque la contención que procura<br />
es un intento por no romper la magia y por<br />
reservar para adentro las sensaciones, todas y<br />
una a una, densificándolas.<br />
Cumplida la ceremonia inicial,<br />
Bruno da rienda suelta a sus fantasmas.<br />
A veces no necesita de la palabra. A<br />
veces, ni aún de la mirada.<br />
En ocasiones es el espeso silencio<br />
el que transmite las comunicaciones más<br />
íntimamente enraizadas.<br />
Mientras, la bruma artificial se va<br />
acabando, los leños de la chimenea se van<br />
consumiendo, la noche se va terminando con<br />
la inmisericordia del amanecer.<br />
El bolero es ya rasgado monótono<br />
de una pista vacía, la comunicación ha<br />
languidecido, la botella de anís conserva<br />
solo, en su piel facetada, las huellas digitales<br />
de Fata Turchina y de Bruno, única mezcla<br />
de humores producida en una noche más<br />
de encuentros improbables. Mientras, como<br />
siempre, aparece allá arriba el arco iris con los<br />
colores turquesa, oro y plata.<br />
En la cancela de la casa aislada,<br />
Doña Antonia, somnolienta e impávida,<br />
recoge la silla y la lleva hacia el regreso.<br />
Como siempre, hay un momento en que<br />
parece adivinarse una mirada de uno al otro<br />
o de ambos que, en todo caso, es de ternura<br />
infinita.<br />
Paseantes de la noche les miran<br />
y se cuchichean una sucia historia de<br />
promiscuidades y alcohol.<br />
Alberto García Gil (texto y dibujos)<br />
NOTA: En realidad, ¿Quién era Fata Turchina?.<br />
Solo sé que conocía a Pinocchio, se parecía a<br />
Gina Lollobrigida y, quizá, solo pasó por Roda<br />
de Eresma camino de Pucela.<br />
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