El viaje a Ninguna Parte y se más por perro que por viejo y por estar aparcado en un blues pero no miro siempre hacia el sur. Miro hacia todos lados del planeta pero sobre todo hacia ese reto interior de superación y de hurgar dentro de mis entrañas a base de acordes, riffs y vibraciones. Me gusta tocar y viajar ligero de equipaje y volar sin maletas por miedo a los narcos como en Colombia. Me gusta volver con lo puesto como después de Senegal pero con el corazón a reventar de emociones porque eso ni pesa ni te lo pueden robar. He aprendido muchas cosas de los grandes músicos pero sobre todo de los grandes viajeros. De Herodoto, el viaje como aprendizaje de la tolerancia por la cultura de la duda y de tirar el mito me ha llevado a una curiosidad enfermiza por lo ajeno y extraño. Los Black Eyed Peas predican este mestizaje natural en su Where is the love? Curiosidad enfermiza porque he llegado a ser un “malinchista convencido” como la Malinche llorona, la indígena mexicana, con facilidad para los idiomas, que traicionó a los indígenas, a sus raíces, mató a sus hijos y se unió a Hernán Cortes. De Marco Polo, que tuvo que saltarse las barreras del mundo árabe para llegar a China, he aprendido a esquivar todas las dificultades y zancadillas que encuentro. De Ibn Battuta y su peregrinación a la Meca por todo el mundo árabe, desde Tánger a Mali pasando por Alejandría, Crimea, Delhi y Málaga. He aprendido a disfrutar de la vida, reafirmar mis creencias sociales y mostrar el amor por el mundo al que pertenezco y sus placeres. De Cristóbal Colón y su fiebre por el oro he aprendido que aunque no crean en ti , el ímpetu y la decisión te lleva a lo que nadie puede imaginar como Ella Fitzgerald en su I saw the Light. De Gustavus Vassa, el Africano que compró su libertad y lo convirtió en un best seller, he aprendido que un chico de barrio puede soltar su discurso en cual- quier parte del mundo y convencer. De Pigafetta el primer cronista de la vuelta al mundo del descuartizado Magallanes he descubierto el afán de inmortalidad y de vivir una circunstanciaexcepcional.Especial para mí es Charles Darwin, el viajero y naturista que dinamitó el dogma religioso. Darwin en Salvador de Bahía empezó a pensar en la “ley del más fuerte” observando la lucha por la supervivencia de una marabunta de hormigas, observó la esclavitud de cerca y se hizo abolicionista y en el cono sur americano vio seres humanos muy diferentes a los de su acomodado Londres. Diferentes “variedades” de humanos, con diferentes evoluciones que le hicieron poner patas arriba la explicación de la creación. Eso lo he vivido yo y he entendido que hay que ver más allá de tus narices y que el blues, las jigas, las polkas, los joropos, el punk, el gipsy, las ragas, Bach, Keith Richards son lo mismo. Es cuestión de localismos, sentimientos y circunstancias. Por todo esto la música me ha metido en este viaje a ninguna parte, en estas maneras de vivir, en aprender un oficio olvidando el porvenir, en esta promesa en la que no hay marcha atrás ni rendición, en este vuelo kamikaze a la eternidad, en vivir con intensidad cualquier motivo o sensación, en llorar alguna canción con las cosas que no supe hacer y estoy convencido en que moriré sin preocupación cuando llegue el amanecer. Jesús Parra www.jesusparra.net DT<strong>17</strong>.indd 42 10/5/11 13:41:12
FestuS preSenta: El ZoO EsCuterista DT<strong>17</strong>.indd 43 10/5/11 13:41:22