boletin noviembre diciembre - Diocese de Ourense

DICIEMBRE • 1285
con hondura por pastores y fieles. Es una preciosa oportunidad de gracia que no
podemos desaprovechar.
Son muchos los aspectos que el Papa ha tratado sobre el misterio de la Eucaristía,
en diversos documentos, que nos ha ofrecido en estos últimos años. Convendría
leerlos reposadamente a lo largo del año. Ha destacado: la condición de Misterio de
fe de la Eucaristía, el sacramento del Sacrificio, el memorial de la Pascua, el banquete
sacrificial, la presencia real y permanente, la prenda de la gloria futura, las dos mesas
de la Eucaristía (Palabra y Cuerpo y Sangre) y la adoración del Sacramento
permanente Todo ello nos lleva a contemplar la Eucaristía en su realidad plena. No
podemos reducirla a perspectivas parciales, es la riqueza global y completa la que la
Iglesia ha de descubrir, celebrar y vivir. Estamos ante un misterio profundo y lleno
de riquezas teológicas, espirituales y pastorales. Contiene todo el bien espiritual de
la Iglesia. Pero es preciso catequizar desde los gestos y palabras; necesitamos ser
iniciados en su profundidad misteriosa, hace falta preparar bien las Eucaristía y
prepararnos nosotros. Es importantísimo celebrar bien este misterio, vivirlo como
realidad espiritual fontal, alimentar nuestra vida en él y llevarlo con valentía a todos
los ámbitos de nuestro vivir.
En la Carta «Mane nobiscum, Domine» el Papa, siguiendo la línea del Concilio
Vaticano II y del Jubileo, se centra en la Eucaristía como «misterio de Luz» para la
Iglesia; la Eucaristía como «fuente y epifanía (manifestación) de comunión» y la
Eucaristía «principio y proyecto de misión». Estos tres aspectos enriquecen la
realidad de la Eucaristía de la Iglesia y, asimilados por todo el pueblo de Dios,
contribuirán a una espiritualidad eucarística, adecuada para glorificar al Padre, por
Cristo en el Espíritu y para evangelizar al mundo.
Que la Virgen Maria, mujer eucarística por excelencia y estrella de la evangelización,
nos ayude a vivir durante todo este año asentados en la Eucaristía y
orientando a ella todos nuestros trabajos, alegrías y esperanzas. Es lo que pedimos
hoy, en la santa Misa que celebramos, para todos nuestros fieles y para todos los
hombres de buena voluntad.
+ Luis, Obispo de Ourense.
LA VOZ DEL PRELADO