Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—Sáa.<br />
La diferencia entre un amigo y un hincha<br />
del equipo en que uno juega, es que con los<br />
últimos la conversación se acaba enseguida.<br />
—¿Jenny está aún en el teléfono?<br />
Ella chequeó el conmutador y replicó:<br />
—Sí.<br />
¿Con quien hablaría tanto Jenny? ¿Quién que<br />
valiera tanto la pena como para hacer perder<br />
algunos momentos de una cita conmigo? ¿Algún<br />
musiquero tragón? Yo sabía muy bien que Mar-<br />
tin Davidson, uno de los del curso superior de<br />
Adams House, conductor de la orquesta de la<br />
Bach Society, consideraba que tenía ciertos pri-<br />
vilegios en la atención de Jenny. Nada físico:<br />
no creo que el tipo pudiera mover nada más<br />
que su batuta. De todos modos, pondría fin a<br />
esa usurpación de mi tiempo.<br />
—¿Dónde está la cabina telefónica?<br />
—Dando la vuelta a la esquina. —Ella señaló en<br />
la dirección exacta.<br />
Marché lentamente hacia la sala de estar.<br />
Desde lejos pude ver a Jenny en la cabina. Ha-<br />
bía dejado la puerta abierta. Caminé suavemen-<br />
te, como por casualidad, esperando que ella me<br />
viera, que viera mis vendas, mis lesiones, y se<br />
sintiera obligada a colgar el tubo y correr hacia