Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
un rato, camas de vecinos, etc., suponiendo que<br />
ellos, a su vez, no tuvieran algún asuntito.<br />
Bueno, al menos fue después de la temporada<br />
de fútbol. Y yo hubiera hecho lo mismo por él.<br />
¿Pero cuál era la recompensa de Ray? En<br />
otros tiempos compartía con él los mínimos<br />
detalles de mis triunfos amorosos. Ahora no<br />
sólo se le negaban esos inalienables derechos de<br />
compañeros de cuarto, sino que tampoco admití<br />
nunca que Jenny y yo fuéramos amantes. Sólo<br />
le hacía saber cuándo necesitábamos la pieza,<br />
y nada más. Stratton podía sacar las conclusio-<br />
nes que quisiera.<br />
—Quiero decir. . . ¡Cristo! Barrett: ¿lo haces<br />
o no?<br />
—Raymond, como amigo te pido que no ha-<br />
gas preguntas.<br />
—Pero Cristo, Barrett! ¡Las tardes, los vier-<br />
nes a la noche, los sábados a la noche! ¡Cristo,<br />
deben hacerlo!<br />
—Si estás seguro ¿por qué preguntas tanto?<br />
—Porque no me parece saludable.<br />
—¿Qué cosa?<br />
—Toda la situación, Ol. Quiero decir que<br />
antes nunca fue así. Quiero decir. . . ese total<br />
congelamiento de detalles dedicados al gran<br />
Ray. Quiero decir... la situación no tiene ga-