agosto - LiahonaSud

"Nací de Buenos Padres"
NA ele las Escrituras más conocidas es la que
enuncian los primeros versículos del Libro
de Mormón, y dice: "Yo, Nefi, nací de buenos
padres . . ." Estas pocas palabras tienen gran
valor, ya que destacan la importancia de haber
nacido honorablemente, tener buenos padres y
haber crecido en un hogar justo.
Todo niño tiene el derecho de nacer en un
hogar de bien, pero hay muchos que han sido
privados de esa dicha. Los nacimientos ilegítimos
aumentan cada día en nuestro país y mucho más
aún en aquellos donde la libre relación sexual
no se considera un pecado.
Estos niños nacen completamente inocentes
y puros a pesar de los terribles errores de sus
padres, pero no obstante su inocencia deben pagar
parte de aquel pecado. Toda criatura al nacer
tiene el derecho de recibir un nombre limpio y
respetable y no merece heredar enfermedades,
como las que frecuentemente se heredan en estos
casos.
De ello deducimos que todo niño debe provenir
de un matrimonio lícito. Por tanto, es
necesario que cada joven honre el matrimonio y
trate de llegar a este paso fundamental de la vida
limpio de penados. Para hacerlo así, deben reservarse
las asociaciones íntimas para después del
matrimonio y guardar así la sagrada ley de la
castidad que nuestro Señor nos ha dado.desde el
principio.
La juventud tiene que evitar situaciones que
pueda conducirla al pecado. No deben, por
tanto, salir con los del sexo opuesto hasta tener
la edad suficiente, ya que estas relaciones casi
siempre traen consecuencias. Los jóvenes deben
{Tomado de the Church News)
respetarse mutuamente para no echar por tierra
sus buenos nombres y poner en peligro su futuro
a cambio de unos momentos de diversión.
Esto también requiere un equilibrio entre
padres e hijos. Los padres deben evitar que sus
niños crezcan demasiado rápido, enseñándoles que
el matrimonio requiere madurez y preparación.
Los principios de toda familia honorable están
basados en un buen casamiento. Casarse en
malas condiciones de moralidad es una amenaza
para los hijos. Pero es mucho peor aún el hecho
de no casarse.
¡Cuan afortunados aquellos que viven en
países donde el matrimonio es altamente considerado
y no insultado o mirado con desdén como
sucede en muchos círculos modernos.
Una ele las razones principales de la caída
del Imperio Romano fue la poca importancia
que se daba al matrimonio y la facilidad con que
la gente se divorciaba. Y estas ideas de la filosofía
romana han influido notablemente en el
mundo presente.
Cada hogar debe ser un centro de enseñanza
donde se planee el futuro moral de los hijos.
Los padres deben ser la guía hasta que los jóvenes
puedan diferenciar claramente el bien del mal.
No hay buen hogar, ni buen casamiento, ni
verdadero amor sin virtud. La bondad origina la
bondad, la buena personalidad da paso a otra
buena personalidad. Un árbol malo nunca producirá
buenos frutos.
Cada generación tiene la obligación moral de
abrir un camino honorable, para que los hijos a
venir puedan ser nacidos de buenos padres.