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REVISTA EUROPEA. - Ateneo de Madrid

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414 <strong>REVISTA</strong> <strong>EUROPEA</strong>.—30 DE MARZO DE 1879. NÚM. 266<br />

lindas é ingeniosas, que no se atien<strong>de</strong>n cuando<br />

se quiere valsar á compás. En tales casos<br />

importa poco la elección <strong>de</strong> la música, basta<br />

con que produzca el efecto general <strong>de</strong>seado.<br />

Esa indiferencia por el carácter individual <strong>de</strong><br />

la composición, no es hacia la música que se<br />

oye, sino por los efectos sonoros que se experimentan.<br />

Para oir verda<strong>de</strong>ramente, para<br />

apreciar la música en lo que vale, es fuerza<br />

no solo recibir el efecto sentimental <strong>de</strong> conjunto,<br />

sino también y sobre todo, asimilarse la<br />

obra misma con su carácter distintivo y su<br />

naturaleza especial. Las impresiones que elevan<br />

el alma y su gran importancia psicológica<br />

y fisiológica, no pue<strong>de</strong>n impedir á la crítica<br />

que juzgue por el efecto producido, lo que pertenece<br />

al dominio superior <strong>de</strong>l arte y lo que es<br />

solamente elemental. En el estudio estético,<br />

la música <strong>de</strong>be ser consi<strong>de</strong>rada menos como<br />

causa que como efecto, no como agente productor,<br />

sino como producto.<br />

Tanto como sus efectos elementales, se<br />

confun<strong>de</strong> con la música la general armonía,<br />

que es como su mo<strong>de</strong>radora, pues le presta<br />

reposo y movimiento, consonancia y disonancia.<br />

El interés <strong>de</strong>l arte y la filosofía en su estado<br />

actual nos prohibe adoptar el sentido antiguo<br />

<strong>de</strong> la palabra músiea que los griegos,<br />

como es sabido, hacían extensiva á todas las<br />

artes y las ciencias, así como á la cultura <strong>de</strong>l<br />

conjunto <strong>de</strong> las fuerzas morales. La célebre<br />

apología <strong>de</strong> la música en el Merca<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Venecia<br />

(V. I.)<br />

The man ttial hath no mu3ie in himself,<br />

Ñor is not mov'd with concord of sweet sounrls,<br />

Is flt for treasona, atratagema, and spoila... (1).<br />

se funda en la confusión que mencionamos'<br />

toma á la música por el principio <strong>de</strong> eufonía,<br />

concordancia y medida que la rige. En esta<br />

frase y en otras parecidas, podria reemplazarse<br />

la palabra músiea sin que se <strong>de</strong>svirtuase<br />

el pensamiento, con otras menos especiales,<br />

tales como-poesía, arte y hasta belleza. La música<br />

<strong>de</strong>be la preferencia que tiene, al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />

su popularidad. Los versos que siguen á los<br />

que acabamos <strong>de</strong> citar dan testimonio <strong>de</strong> ello:<br />

la influencia calmante <strong>de</strong> los sonidos sobre las<br />

fieras se celebra altamente, lo cual provoca<br />

un nuevo elogio <strong>de</strong> la música.<br />

En este género nos proporcionan instructivos<br />

ejemplos las «explosiones musicales» <strong>de</strong><br />

Betuna d'Arnim: así llamaba Goethe por galantería<br />

á las cartas sobre la música <strong>de</strong> esta<br />

célebre iluminada. Verda<strong>de</strong>ra sacerdotisa <strong>de</strong>l<br />

entusiasmo in<strong>de</strong>terminado, Bettina <strong>de</strong>muestra<br />

(sin querer por supuesto) cuan abusiva es la<br />

extensión que se complacen en dar á la i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong> «música» para po<strong>de</strong>r modificarla á su placer.<br />

Creyendo hablar <strong>de</strong> la música misma, no<br />

hace más en toda su correspon<strong>de</strong>ncia que esforzarse<br />

en <strong>de</strong>scribir la impresión bien poco<br />

<strong>de</strong>finida que su alma recibe, y cuya voluptuosa<br />

alucinación busca siempre, para sustraerse<br />

á cuanto s«a pensamiento, reflexión ó exá~<br />

men. En la composición musical ve tan solo<br />

una especie <strong>de</strong> producto natural, y piensa que<br />

estudiarla seria per<strong>de</strong>r el tiempo: no reconoce<br />

la obra <strong>de</strong>l humano espíritu; solo compren<strong>de</strong><br />

la música como colección <strong>de</strong> fenómenos físicos.<br />

Aplica <strong>de</strong> continuo á esos fenómenos las<br />

palabras músiea, musical, y no.se apercibe <strong>de</strong><br />

que no tienen <strong>de</strong> común con el arte más que<br />

uno ú otro <strong>de</strong> sus elementos, la consonancia,<br />

el rjtmo, etc. Ahora bien, en la estética no se<br />

trata en modo alguno <strong>de</strong> esos factores, sino <strong>de</strong><br />

la manera con que están combinados y dispuestos<br />

para que su concurso produzca la<br />

obra <strong>de</strong> arte. La romántica señora llega á calificar<br />

á Goethe <strong>de</strong> gran músico. Goethe está<br />

juzgado hace ya tiempo, y por cierto <strong>de</strong> distinto<br />

modo que como Bettina hubiera querido.<br />

Respetamos el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> las civilizaciones<br />

históricas y las licencias poéticas; compren<strong>de</strong>mos<br />

que Aristófanes en las Avispas haya<br />

calificado á un talento cultivado <strong>de</strong> «sabio y<br />

musical» ?o3uervxáv; nos parece cuerda<br />

la expresión <strong>de</strong>l Con<strong>de</strong> Reinhardt al <strong>de</strong>cir<br />

que OEhlenschlager «tenia ojos musicales.»<br />

Pero las consi<strong>de</strong>raciones científicas no <strong>de</strong>ben<br />

hacer nunca que se una á la música otra i<strong>de</strong>a<br />

que la <strong>de</strong> la estética, si no se quiere renunciar<br />

<strong>de</strong>l todo ala esperanza <strong>de</strong> que llegue un dia<br />

á consolidarse esta ciencia tan frágil hasta<br />

ahora. • •<br />

EDUARDO HANSLICK.<br />

(1) El hombre que no lleva música en sí propio, á quien<br />

no conmueve el dulce acor<strong>de</strong> <strong>de</strong> los sonidos, es capaz <strong>de</strong> cometer<br />

traiciones, engaños y rapiñaa.

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