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40 MANUAL DE ASTRONOMÍA | JAIME INCER BARQUERO<br />
Yuri Gagarin (arriba), en 1961 y<br />
Valentina Tereshkova (abajo), en<br />
1963 fueron el primer hombre y la<br />
primera mujer que viajaron por el<br />
espacio.<br />
toda clase de cicatrices. Los cráteres<br />
y “mares” se han conservado intactos<br />
desde entonces, por no existir en la<br />
luna los activos agentes de erosión que<br />
en el caso de la Tierra los borraron hace<br />
muchísimo tiempo.<br />
Por la misma razón, las huellas que<br />
dejaron las botas de los astronautas<br />
en el suelo lunar permanecerán ahí<br />
impresas por varios millones de años,<br />
hasta que la caída incesante de micro<br />
meteoritos termine de borrarlas por<br />
completo, si es que no lo hacen las<br />
civilizaciones que poblarán la luna<br />
en un futuro más cercano. Aún en la<br />
actualidad, la luna continúa recibiendo<br />
una cuota de pequeños meteoritos que<br />
se estrellan pulverizando su suelo, sin<br />
que exista atmósfera, que como en<br />
el caso de la Tierra, los amortigüe o<br />
destruya en el trayecto.<br />
3h) Misiones de exploración<br />
a la Luna<br />
A pocos años de iniciada la carrera espacial,<br />
los científicos soviéticos lanzaron<br />
las primeras pruebas para alcanzar<br />
la luna. En septiembre de 1959 la sonda<br />
Lunik 2 fue el primer vehículo espacial<br />
no tripulado, dirigido para estrellarse<br />
en la luna. Tres semanas después Lunik<br />
3 dio la vuelta a la luna y envió las primeras<br />
fotos crudas de su cara invisible,<br />
detectando que tenía muchos cráteres,<br />
pero pocos y pequeños “mares”.<br />
En mayo de 1961 el entonces presidente<br />
norteamericano John F Kennedy, hablando<br />
ante el congreso de los EE.UU.,<br />
anunció el propósito de enviar un hombre<br />
a la luna antes que finalizara la década<br />
y regresarlo sano y salvo a la Tierra.<br />
En los años siguientes el personal<br />
de la NASA, (Administración Nacional<br />
de Aeronáutica y del Espacio), diseñó<br />
varios programas para averiguar si el<br />
hombre podría soportar un viaje de varios<br />
días en gravedad cero, encerrado<br />
en una cápsula espacial (Proyecto Gemini),<br />
e incluso exponerse al vacío del<br />
espacio. Un segundo reto era conocer<br />
de cerca las características del suelo<br />
lunar, las condiciones y mejores sitios<br />
para un alunizaje, enviando anticipadamente<br />
a la luna las sondas Ranger y<br />
los robots Surveyor; y finalmente preparar<br />
las misiones Apolo para llevar astronautas<br />
hasta la superficie de la luna<br />
y regresarlos a la Tierra.<br />
Las primeras pruebas con los Ranger<br />
fallaron, pero las tres últimas, lanzadas<br />
entre 1964 y 1965, lograron tomar fotos<br />
a la más corta distancia posible de<br />
la superficie lunar. En los tres años siguientes,<br />
cinco Surveyor no tripulados,<br />
con equipos sofisticados para realizar<br />
experimentos, se posaron en el suelo<br />
lunar. Desde 1965 las cápsulas Gemini<br />
tripuladas orbitaban la Tierra, probando<br />
la capacidad de los astronautas para<br />
sobrevivir horas y días en el espacio sin<br />
gravedad, salir del vehículo, emprender<br />
una caminata espacial y maniobrar en<br />
el vacío protegidos con trajes diseñados<br />
para tal fin, así como acoplar otros<br />
vehículos en el espacio.<br />
El proyecto Apolo consistía en enviar<br />
un vehículo, propulsado por un cohete,<br />
con tres tripulantes, para que entrara en<br />
órbita alrededor de la Luna (orbitador<br />
lunar).<br />
Llegando a la luna, dos de los astronautas<br />
abordarían el alunizador o<br />
módulo lunar, que bajaría hasta tocar<br />
suelo, mientras el tercer astronauta<br />
esperaría en el orbitador.<br />
Una vez posados en la luna los dos<br />
astronautas caminarían en la superficie,