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y.<br />
LA ESTÉTICA GRIEGA?<br />
Por Samuel RAMOS<br />
Por más alejados que estén nuestro arte y nuestra conciencia artística<br />
moderna del ideal clásico, no podemos excluir a Grecia de nuestras<br />
meditaciones, porque tal vez, sin damos cuenta, su espíritu está aún<br />
presente en muchos pensamientos nuestros que creemos absolutamente<br />
modernos. Y puesto que Grecia sigue siendo objeto de estudios en<br />
casi todos los campos de la ciencia no hay razón para excluir una consideración<br />
sobre sus concepciones estéticas.<br />
No se trata tan solo de revisar estos conceptos, por mero afán<br />
erudito o de curiosidad de historiador, sino con una finalidad más fecunda<br />
y atrayente, la de descubrir las^ afinidades o discrepancias con<br />
nuestras modernas ideas estéticas que tal vez puedan aclararse más por<br />
el contraste y obtengamos como resultado una más lúcida conciencia<br />
del arte y la belleza.<br />
Trataremos pues, de hacer un examen crítico de la estética de los<br />
griegos. Este tema ha sido tratado muldtud de veces ya sea en estudios<br />
monográficos, principalmente de filósofos alemanes, o bien en las<br />
historias de la Estética; por ser las más accesibles enue nosotros, citaremos<br />
la de B. Croce, M. Menéndez Pelayo, y la de B. Bosanquet y<br />
La crítica en la edad ateviensey de A. Rey^.<br />
1 Fragmento del coiso dado oi el Colegio Nacional con este tema, d ano de 1954.<br />
9
MEMORIA I^ EL OOtEGXO NACIONAL<br />
La expresión "estética de los griegos" es la aplicación de un término<br />
moderno a un conjunto de ideas que los griegos no reunieron bajo<br />
el nombre que hoy le aplicamos. £1 nombre es de origen griego, pero<br />
no fueron los griegos los que le dieron el sentido que hoy tiene la<br />
palabra "estética" en casi todas las lenguas modernas. Este sentido se<br />
ha ligado tan íntimamente a la palabra que su uso se ha generalizado<br />
en el habla popular.<br />
La palabra "estética" viene del griego aisthesis, término que se<br />
usaba para designar la sensación, la percepción sensible, la intuición.<br />
Kant, en la Crítica de la razón pura emplea la palabra "estética" para<br />
designar la teoría de la intuición sensible. Pero ya en la Crítica del<br />
juicio le da a "estética", el sentido moderno de sensación de la belleza.<br />
Los juicios de gusto que aprecian lo bello son juicios estéticos.<br />
Ya antes de Kant, Alejandro Baumgarten, para llenar una laguna en<br />
el cuadro de las disciplinas filosóficas que imperaban en su tiempo,<br />
creaba la estética como una nueva ciencia, destinada a establecer los<br />
principios del conocimiento de la belleza que no es por supuesto un<br />
conocimiento racional, sino de orden sensible y que por lo tanto Baumgarten<br />
consideraba "inferior". La estética es la "teoría de las artes<br />
liberales", "la ciencia del conocimiento sensible", "el arte de formar<br />
el gusto", "el arte de conocer la belleza". En el último período de la<br />
filosofía griega se distinguía entre aistheta (cosas perceptibles, representaciones,<br />
fantasía), y, nontá (razón, lógica). ¿Pueden llamarse a las<br />
especulaciones sobre el arte y la belleza que nos legaron los griegos<br />
una estética? Si se entiende por estética una ciencia más o menos separada<br />
del cuerpo de la filosofía o por lo menos una parte de ésta<br />
bien distinta, a semejanza de esas disciplinas que los griegos mismos<br />
distinguieron en el conjunto de la filosofía, como la ética, la lógica,<br />
la ontología, sin duda que no se le puede llamar estética. Es evidente<br />
que los griegos no llegaron a aislar en un sistema independiente sus<br />
reflexiones estéticas. Solo un tratado, se nos ha conservado, en el que<br />
se expone exclusivamente un tema estético: La Poética de Aristóteles.<br />
Y sin embargo aqui no se consideran de un modo general las cuestiones<br />
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LA ESTÉTICA caRIBGA<br />
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referentes al arte yak belleza, sino que se limita' sn objeto, a b tragedia<br />
y la comedia.<br />
A pesar de todo, si es cierto que los griegos no reunieron aparte<br />
en un tratado especial, las especulaciones sobre el arte y la belleza, no<br />
es menos cierto que aunque dispersas aquellas especulaciones, constituyen<br />
la iniciación y el fundamento de lo que más tarde al mediar el<br />
siglo XVIII tomaría el nombre de estética y se con<strong>ver</strong>tiría en una ciencia<br />
independiente dentro de la filosofía. No cabe duda que los griegos<br />
elaboraron una teoría de la belleza, una teoría del arte, una teoría de<br />
la actividad poética y de la poesía a cuyo estudio esta precisamente<br />
dedicado este curso.<br />
Los griegos crearon un gran estilo de arte que en varios momentos<br />
de la historia moderna occidental apareció como el modelo insuperable<br />
para la creación y el gusto artísticos. Por eso se ha considerado la expresión<br />
mas acabada del espíritu clásico. Ha motivado en varios momentos<br />
de la historia brotes neo-clásicos en el arte, pero no ha dejado<br />
de ser en ningún momento el fondo básico de la educación humanística,<br />
un elemento imprescindible de la formación cultural.<br />
Para la comprensión del pensamiento estético de los griegos debemos<br />
tener presente que toda estética, es primero que nada, la expresión<br />
de la conciencia artística de un pueblo, de una cultura. No<br />
por el hecho de que esos conceptos solo pudieron ser alcanzados por<br />
grandes filósofos, hay que perder de vista que tienen sus raíces ocultas<br />
en modos de pensar generales en su contemporáneos. El arte griego<br />
había llegado a su pleno florecimiento en el siglo v a. C. en el llamado<br />
siglo de Pericles. Fue precisamente entonces, entre los sofistas, cuando<br />
empezó la meditación estética. Se encuentran pensamientos fragmentarios<br />
sobre estética,entre los presocráticos, por ejemplo los descubrimientos<br />
de la escuela pitagórica acerca de la música, que en realidad<br />
son mas de acústica que de estética musical. Realmente las primeras<br />
ideas sobre el arte y la belleza aparecen en Sócrates.<br />
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n MEMORIA VE EL COLEGIO NAaONAL<br />
TÉCNE í<br />
Glande se habla de floredmiento de la cultura griega en el siglo de<br />
Peticles (v a C) se piensa generalmente en las altas manifestaciones<br />
del espíritu, la poesía, el arte, la filosofía, etc. y no se presta atención<br />
al hecho de que integrada a esa cultura se encontraba una técnica<br />
sobresaliente que tema que satisfacer las necesidades múltiples de un<br />
pueblo que alcanzaba el nivel más elevado de vida en la antigüedad.<br />
Sobre esta civilización material obra de un gran ingenio, se fundó la<br />
hegemonía que los helenos pudieron sostener dentro de su mundo<br />
histórico. £n las ciudades griegas pululaban multitud de artesanos que<br />
fabricaban los útiles mas variados, unos indispensables para el uso ordinario,<br />
otros de lujo para el consumo de las clases superiores. £n el<br />
ápice de esta variada artesanía se encontraban las profesiones más tecnificadas,<br />
como la medicina, la arquitectura, la industria naval, la milicia,<br />
etc.<br />
Para tener una idea del desarrollo y complicación de las actividades<br />
técnicas en las sociedades helénicas, puede servir la lectura de un<br />
pasaje de la República de Platón donde se enumeran los múltiples<br />
oficios o artes que eran requeridos por el alto nivel a que había llegado<br />
la vida antigua. £n ese pasaje se insiste cuerdamente en una<br />
estricta especialización y división del trabajo, fenómeno sociológico<br />
que se produce de modo natural, solo cuando una civilización llega<br />
a una etapa avanzada de desarrollo. Si pensamos en el labrador, el<br />
zapatero, el tejedor, el arquitecto tenemos que pensar en una variedad<br />
de anesanos que fabriquen las herramientas que requieren aquellos.<br />
Tendremos que añadir "zagales y pastores de toda especie a fin de que<br />
el labrador tenga bueyes para la labor; el arquitecto besdas de carga<br />
para el transporte de materiales; el zapatero y el tejedor, pieles y lanas".<br />
Luego se refiere Platón a los artesanos relacionados con la alimentación,<br />
el vestido y la habitación. Añade a todos los artesanos que trabajan<br />
en las "artes, hijas del lujo" el oro, el marfil y materias preciosas<br />
de todas clases; incluye el filósofo en esta clase una mezcla de artesa-<br />
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'^ í y f¡.^''i.<br />
lA VStkSKK GBIBGA.<br />
nos, sin distinción, que trabajan en tomó de los artistas, '^poetas, con<br />
todo su conejo, los Jipsodas, los actores, los danzantes, los empresarios<br />
de teatros, los obreros de todos géneros..." No olvida a los '<br />
artesanos que trabajan en los transportes, sobre todo marítimos y en<br />
su enumeración considera aquellas actividades no propiamente productivas,<br />
pero que exigen una cierta espedalización como el comercio,<br />
vendedores, mercaderes de toda especie, etc.; los que "trafícan con su<br />
cuerpo y tienen opción a un salario por ese tráfico, de donde les viene<br />
yo creo, el nombre de mercenarios".<br />
Se diría que esto es solamente una sociedad imaginaria, pero en<br />
realidad Platón debe haber partido de la experiencia y conocimiento<br />
que tenía de las ciudades griegas y acaso su República no es tan utópica<br />
como se considera, sino un intento de mejorar las ciudades existentes,<br />
algunas de las cuales sobre todo en Lacedemonia, alcanzaron<br />
una perfección que parece anticiparse al ideal platónico.<br />
No es extraño entonces que esta numerosa población de artesanos<br />
y los útiles que estos producían hayan impresionado a los filósofos e<br />
impuesto a su pensamiento la tarea de examinar esa importante función<br />
humana. Los escritos de los grandes filósofos están llenos de ejemplos<br />
tomados de la artesanía. Al decir de Alcibíades, Sócrates no habla sino<br />
de zapateros, herreros, carpinteros. Pero es Aristóteles el que hace una<br />
completa filosofía de la artesanía.<br />
El arte (Téene) es una capacidad exclusiva del género humano,<br />
superior a la mera experiencia (empeireia) por que sólo aparece cuando<br />
de una multipHcidad de nociones empíricas, se desprende un juicio uni<strong>ver</strong>sal,<br />
aplicable a todos los casos semejantes. "En efecto, los hombres<br />
de experiencia conocen que una cosa es^ pero ignoran el por qué; los<br />
hombres de arte saben a la vez el por qué y la causa" así no es la habililad<br />
práctica la que hace, a nuestro parecer más sabios a los jefes,<br />
sino que éstos poseen la teoría y conocen las causas". Aristóteles establece<br />
una jerarquía entre los hombres según el grado de conocimientos<br />
que pueden adquirir. "El hombre de experiencia parece ser superior<br />
al que posee conocimientos senábles, cualesquiera que estos sean, el<br />
,'S^*
MEMORIA DE EL OOLXGIO NAC30NAL<br />
hombre artesano, al de experiencia, el arquitecto al maestro de obras<br />
y las ciencias teóricas a las ciencias prácticas". Por lo tanto la artesanía<br />
no es únicamente un$ destreza práctica, un oficio automático, sino<br />
al mismo tiempo un conocimiento teórico de lo que se hace. Corresponde,<br />
más o menos al hombre que hoy llamamos técnico, que ai que<br />
es simplemente un obrero é<br />
Por otra parte, parece que el proceso de la fabricación y la com^<br />
posición de su producto, está tan presente en el pensamiento de Aristóteles,<br />
que me atrevo a suponer que tienen algo o mucho que <strong>ver</strong> en<br />
relación con ciertos puntos fundamentales de su metafísica. La distinción<br />
de materia y forma, la unión de ambas para constituir el ser; la<br />
división de las causas en cuatro tipos que se combinan en la generación<br />
de los seres son conceptos que parecen sugeridos por el análisis<br />
de los útiles y el proceso de su producción. Lo que quiero decir, es<br />
que la experiencia de que partía Aristóteles consciente o inconscientemente,<br />
para la formulación de su ontología, era la de los útiles y no la<br />
de los entes vivos o las cosas inanimadas. La idea abstraída de la producción<br />
y estructura de los útiles se generaliza convirtiéndose en el<br />
concepto uni<strong>ver</strong>sal del ente.<br />
Pero, volviendo a nuestro tema, como son manifiestas las semejanzas<br />
entre arte bello y artesanía es explicable que se englobaran ambos<br />
en la misma teoría, sobre todo cuando en los comienzos de la especulación<br />
estética se tendía a confudir la belleza con la utilidad. Así Sócrates<br />
discutiendo con Aristipo le dice que "todo lo que puede ser útil<br />
a los hombres es bello y bueno, relativamente al uso de que de ellos se<br />
pueda hacer". (Jenofonte, Memorables. Lib. Tercero VTII). Pero,<br />
además la belleza es inseparable de la bondad, a la que en definitiva<br />
está sometida y como entonces los griegos no reconocieron que lo bello<br />
fuera un valor autónomo, falta este requisito para colocar al arte bello en<br />
un lugar aparte de la artesama. Puesto que la técnica implica un ordenamiento<br />
de actos, por un fin de utilidad, la palabra técne en griego<br />
equivale a técnica y arte bello juntos. Por otra parte, si la sabiduría<br />
representa la virtud suprema, como lo dice Aristóteles, técnica y arte<br />
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se unífícan porque todos los conodmientos sensibles, empíricos tecnia<br />
eos con<strong>ver</strong>gen hada b ciencia y b sabiduría.<br />
En cuanto a la Poética que es el término al parecer más connotativo<br />
del arte bello, no hay que olvidar que se deriva del término poein que<br />
significa producción artificial y por lo tanto conviene igualmente a los<br />
dos tipos de arte. La poética como el título de un tratado sobre la estética<br />
de la tragedia implicaría también el sentido de una técnica poética.<br />
Tal vez la única determinación que hubieran aceptado los griegos como<br />
motivo para separar el arte bello de la artesanía sería el calificativo de<br />
"imitativo", ya que para aquellos, la teoría del arte bello, se centró muy<br />
especialmente en el concepto de "mimesis", imitación. No sería falsear<br />
de ninguna manera la filosofía de los helenos el decir que estos admitían<br />
dos clases de técnej la artesanía y el arte imitativo.<br />
¿Pero no hay en efecto una técnica artística? Se dice que el artista<br />
debe tener una especie de habilidad técnica que aprende mediante el<br />
estudio y la experiencia. Para los modernos a cada arte bello corresponde<br />
una técnica especial. Claro una técnica distinta al arte en sí mismp,<br />
cosa que en este sentido es cierto. Lo malo sería, confundir, como<br />
lo hicieron los griegos, por las razones explicadas, el arte con la técnica.<br />
Para un filósofo inglés Collingwood, la teoría técnica del arte,<br />
revive en nuestros días y aún más reforzada que entre los griegos. "Es<br />
la manera como mucha gente piensa del arte, en la actuahdad, y especialmente<br />
los economistas y los psicólogos, gente a quien acudimos (a<br />
veces en vano) para obtener una guía especial en los problemas de la<br />
vida moderna." "Para el economista el arte presenta la apariencia de un<br />
grupo de industrias especializadas; el artista es un productor y su público<br />
es el consumidor que le paga por los beneficios, que se definen como<br />
estados mentales que la productividad de aquel le permite gozar. Para<br />
el psicólogo, el público consiste en personas que reaccionan a los estímulos<br />
proporcionados por el artista; y el negocio del artista es saber<br />
qué reacciones son deseadas o deseables y proporcionar los estímulos<br />
adecuados." ^ No se trata de la confusión que sufren los artistas mismos,<br />
1 R. C Collingwood, The Principies of Ait.<br />
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aquellos que carecen de inspiraci6ii, al reducir el arte a mero virtuosismo,<br />
o academismo, o alardes técnicos que son a veces, muy festejados^ por<br />
coincidir con el espíritu de nuestra época tecnológica, que admira la<br />
técnica por la técnica misma. Se trata para Collingwood de un error<br />
de la teoría estética influida por ideas económicas o psicológicas. Collingwood<br />
recurre a una minuciosa argumentación, para hacer <strong>ver</strong> que<br />
las características de la técnica no coinciden con las del arte pero en<br />
realidad basta con recordar que la técnica es un medio o instrumento<br />
para fines utilitarios y, está en la conciencia de todos los que tienen aún<br />
una vaga noción del arte, que éste tiene su fin en sí mismo y nunca puede<br />
ser rebajado a la categoría de un instrumento o un medio y, por otra<br />
parte, si tomamos en cuenta la gran distancia que media entre la fabricación<br />
y la creación.<br />
De todos modos la confusión de arte y artesanía no puede calificarse<br />
como un error grosero de los griegos, puesto que hay una evidente<br />
similitud entre ambos, y más todavía algunas bellas artes incluyen un aspecto<br />
importante de artesanía como ocurre en las artes plásticas. El caso<br />
de la arquitectura, es un caso especial, porque su obra es colectiva y ^n<br />
el proceso de su realización se distingue claramente el artista creador, el<br />
arquitecto, de los técnicos que ejecutan su concepción: ingenieros, maestros<br />
de obras, etc. Además de que el arquitecto tiene que partir de fines<br />
utilitarios y a ellos adaptar sus intenciones estéticas.<br />
Este parentesco entre arte y artesanía es tan notorio, que Heidegger<br />
en su ensayo Origen de la obra de arte para proponer una nueva ontología<br />
de la obra de arte, adopta el método de comparar la cosa, el<br />
útil y la obra de arte.<br />
MIMESIS<br />
Es posible que los antecedentes de la reflexión estética entre los<br />
griegos se encuentren en la crírica del arte y la poesía. Esta crítíca consistía<br />
en juicios que se emitían en los certámenes poéticos, en observaciones<br />
sobre procedimientos de los artistas, en comparaciones entre la<br />
AL> ':^'^Ji: .*'.?<br />
'X 4. .h^fitíÉlúi
tA ESTÍTICA cauEGA 17<br />
poesía y la pintura. Los orígenes de la crítica de las arces plásticas entre<br />
los griegos son obscuros. Menéndez Pelayo, menciona los <strong>ver</strong>sos del<br />
pintor Apolodoro contra Zeuxis su vencedor en un concurso. "Las<br />
tradiciones algo pueriles que Plinio consigna sobre el certamen o competencia<br />
artísdca entre el mismo Zeuxis y Parrasio, arguyen un estado<br />
de crítica rudimentario en que se concedía singular valor a la fidelidad<br />
de la reproducción material" (Historia de las Ideas Estéticas, en<br />
España, n. p. 100). Los sofistas hacen crítica de la forma del lenguaje<br />
de donde nace la gramática y la retórica. Fueron gramáticos Protágoras<br />
y Pródico en tanto que la retórica nace en Sicilia con Empédocles,<br />
Corax y Tisias. Parece que abundaron los tratados sobre cuesaones de<br />
arte en las pequeñas escuelas socráticas (arte, poesía, belleza, música)<br />
atribuidos por Diógenes a Gritón, Simias de Tebas, Simón, Glaucon de<br />
Atenas. Pero el problema filosófico sobre la naturaleza del arte fue<br />
tal vez planteado por Sócrates y desarrollado ampliamente por su discípulo<br />
Platón. Ya en libro III, X de las Memorables de Jenofonte se describe<br />
una conservación de Sócrates con el pintor Parrasio que se inicia<br />
con estas palabras "Dime Parrasio ¿no es la pintura una imitación de los<br />
objetos visibles? ¿Que no imitáis vosotros mediante colores los entrantes<br />
y salientes, lo claro y lo obscuro lo duro y lo suave lo áspero y lo pulido,<br />
juventud y decrepitud?"<br />
Pero la intención de Sócrates es sugerir a Parrasio la posibilidad de<br />
representar el "carácter del alma" mediante su expresión corporal, debiendo<br />
preferir el pintor la que manifieste sentimientos morales. A Gritón<br />
le dice que el escultor también debe expresar e imitar "todas las<br />
obras del alma". Estas palabras definen pues una especie de pintura y<br />
escultura moral que podría entenderse como el arte del retrato, en un<br />
sentido muy amplio como si toda obra plástica tuviera que ser retrato.<br />
En el fondo, este fue el pensamiento fundamental de la estética griega<br />
que considera todo arte como mimesis, es decir, como reproducción imitativa<br />
de la realidad humana o de cualquiera de los objetos que se encuentran<br />
en su mundo. "El inmenso panorama descrito por la imaginación
18 MEMORIA DE EL COLEGIO NACIONAL<br />
helénica, figura en el campo visual de la filosofía con el título de ane<br />
mimético o representativo." ^<br />
Al pensador moderno no deja de sorprender esta concepción tan<br />
limitada del arte, sobre todo si la confronta con su propia concepción<br />
del arte griego, la de un arte, ciertamente naturalista, pero cuyo naturalismo<br />
no excluyó la imaginación creadora inspirada en la visión de una<br />
belleza ideal. Esta es poco más o menos, la idea de todos los modernos<br />
que han admirado la perfección del arte helénico, tomándolo como<br />
una milagrosa gesta del espíritu humano. Y sin embargo, los mismos<br />
filósofos griegos no rebasaron en su estética la idea de la mímesiSy que<br />
tal vez representaba un modo de pensar no exclusivo de los filósofos,<br />
sino arraigada en la mente popular. Di<strong>ver</strong>sas anécdotas de artistas como<br />
la de Zeuxis y Parrasio revelan que era muy ensalsada la habilidad para<br />
reproducir con mayor o menor fidelidad los objetos naturales. La estética<br />
limitada de los filósofos griegos de ninguna manera debe interpretarse<br />
como si ellos y su pueblo carecieran de aprecio y de gusto por<br />
el arte, lo que sería un grosero error. Lo que más bien explica esto que<br />
a nosotros nos parece una estética estrecha, es que los filósofos griegos<br />
no abordaron el problema del arte desde el punto de vista estético, como<br />
lo mostraremos posteriormente —sino de otros pimtos de vista acaso de<br />
mayor amplitud humana, y más acordes con el lugar que todo el pueblo<br />
dio al arte en el conjunto de su existencia. Los juicios equivocados<br />
que se han emitido sobre la estética griega provienen de que los pensadores<br />
parten del supuesto que el arte en Grecia tenía el mismo puesto<br />
que tiene el mundo moderno. Este último traza una línea de demarcación<br />
muy precisa entre el arte y la existencia, colocándolo con frecuencia<br />
fuera de ella, como un lujo o una superfluidad, o bien situándolo<br />
por encima de ella, como un producto superior al alcance solo<br />
de una minoría de elegidos, de una élite. Al contrario, en Grecia el<br />
paso del arte a la vida era casi insensible, ya que sus obras se mezclaban<br />
más íntimamente a la existencia cotidiana. La estatuaria, por ejemplo,<br />
una de las más originales creaciones del genio helénico estaba en todas<br />
^ B. Bosanquet. Historia de la Enética.
LA ESTÉTICA GRIEGA 19<br />
partes, como una muchedumbre de figuras marmóreas, que habitaba el<br />
jardín de las casas privadas o que pululaban en las calles, las plazas públicas,<br />
los gimnasios, los templos. No eran todavía como en los tiempos<br />
modernos, objetos coleccionados en galerías y museos.<br />
No obstante que la teoría mimética del arte se impuso entre todos<br />
los grandes filósofos, el significado de la palabra mimesis pudo admitir<br />
di<strong>ver</strong>sas interpretaciones que dan a cada doctrina estética una fisonomía<br />
particular.<br />
El primero que desarrolló la idea en conexión con una concepción<br />
filosófica general fue Platón en el libro X de la República y a fin de<br />
responder a una problemática de orden político y moral que planteaba<br />
su programa de un estado utópico. A pesar de su famosa condenación<br />
que pronuncia en contra del poeta imitador, el gran temor que ante<br />
éste manifiesta revela sin duda el atractivo y la fascinación que el arte<br />
y la poesía ejercían en la mente griega, como el mismo Platón lo confiesa,<br />
lo que a pesar suyo constituye un elogio. No ocurre lo mismo<br />
con los utopistas modernos, que no parecen manifestar una inquietud<br />
semejante, lo que a su vez significa que no consideraban necesario contar<br />
con el arte como una fuerza espiritual influyente en la vida social.<br />
De acuerdo con su dualismo filosófico, Platón considera al arte<br />
como una imitación de segunda mano, puesto que sus imágenes son la<br />
reproducción de un objeto sensible que a su vez es ya la imitación de<br />
una idea. En este sentido el arte está alejado tres tantos de la <strong>ver</strong>dad.<br />
Como además, se imitan a las cosas no como son sino como parecen,<br />
*'digamos por lo tanto, que todos los poetas, comenzando por Homero,<br />
que ya traten en sus <strong>ver</strong>sos de la virtud o de cualquiera otra materia, no<br />
son mas que imitadores de fantasmas sin llegar jamás a la realidad".<br />
Por esto mismo el arte nos pone en contradicción con nosotros mismos<br />
porque uno es el saber que tenemos de la cosa y otra distinta la apariencia<br />
que el arte nos muestra de ella. Platón realiza así un descubrimiento<br />
estético de importancia, la idea de que el arte es una mera<br />
apariencia, pero su prejuicio intelectualista, la exigencia de <strong>ver</strong>dad impropia<br />
en lo que al arte respecta, pero que se deriva lógicamente del
20 MEMORIA DE EL COLEGIO NACIONAL<br />
concepto de T^mesis, lo conduce a desaprovechar aquel descubrimiento.<br />
Lo que en realidad es el valor del arte, que es el de ser mera apariencia,<br />
para Hatón es su inferioridad. Es que para comprender aquel valor<br />
es preciso reconocer la independencia de la imagen artística respecto a<br />
la realidad, cosa que el griego no podía admitir, puesto que el concepto<br />
de mimesis implica una dependencia de la imagen con el modelo que<br />
reproduce.<br />
Si a esto se agrega la opinión que tenía el filósofo de los efectos<br />
que produce la poesía imitativa en la moral de su auditorio, tendremos<br />
los elementos para comprender la actitud intolerante de Platón. "La<br />
poesía imitativa produce en nosotros el mismo efecto con respecto al<br />
amor, a la cólera y a todas las pasiones del alma que tienen por objeto<br />
el placer y el dolor y que nos sitian constantemente. En lugar de hacer<br />
que se sequen poco a poco las rocía y las alimenta. La poesía imitativa<br />
nos hace viciosos y desgraciados a causa de la fuerza que da a estas pasiones<br />
sobre nuestra alma, en vez de mantenerlas a raya y en completa<br />
dependencia para asegurar nuestra virtud y nuestra felicidad." ^ Es patente<br />
en estas consideraciones de Platón el predominio del criterio intelectualista<br />
y moralista, que al menos nos ha privado de saber lo que<br />
más íntimamente pensaba Platón sobre el arte.<br />
Leyendo atentamente los pasajes de la República en los que Platón<br />
desarrolla sus argumentos en contra de la poesía —término que puede<br />
tomarse como equivalente a arte en general— puede ad<strong>ver</strong>tirse que siempre<br />
que usa la palabra poesía, agrega muy cuidadosamente el epíteto de<br />
mimética, lo que podría tal vez significar que su condenación es limitada<br />
a una especie particular de poesía y de ninguna manera a la poesía en<br />
general. Esta interpretación podría robustecerse tomando en cuenta<br />
una circustancia histórica, la de que Platón vivió entre el siglo iv y iii<br />
cuando se inicia la grave crisis en la vida helénica que la precipita a su<br />
decadencia y determina tiempo después la pérdida de su independencia<br />
nacional al ser conquistada Grecia por los ejércitos de Filipo. Es entonces<br />
muy posible que la preocupación de Platón por trazar el plan<br />
1 Platón. U RepúbUca. Lib. X.
LA ESTÉTICA GRIEGA 21<br />
de un estado perfecto, como lo hizo en La República y Las Leyes, fuera<br />
una respuesta a la situación política que él está viviendo, y dentro de la<br />
cual resultaba afectada la poesía, que perdiendo el aliento heroico, de<br />
épocas pasadas, tiende a con<strong>ver</strong>tirse en una poesía de di<strong>ver</strong>sión, con<br />
miras edonistas, preparando la decadencia que habría de sobrevenir en<br />
la época alejandrina. No sería pues infundado suponer que Platón al<br />
condenar la poesía mimética, tenia en su mente a los poetas menores,<br />
como los únicos peligrosos para la moralidad del estado. "Platón<br />
vivió —dice Collingwood— en el tiempo en que el arte religioso de la<br />
temprana Grecia, tal como las esculturas de Olimpia y el drama esquileano,<br />
cedía el paso al nuevo arte de di<strong>ver</strong>sión de la edad helenística.<br />
Vio en este cambio no solo la pérdida de una gran tradición artística<br />
y el advenimiento de la decadencia del arte, sino un peligro para<br />
la civilización como un todo." ^<br />
Aristóteles en su Poética^ único tratado exclusivamente sobre un<br />
tema estético que poseemos de Grecia, continúa insistiendo sobre el<br />
concepto de la ?m7nests, qua parece haber sido de general aceptación<br />
por todos los filósofos griegos. Pero de hecho en el contexto del pensamiento<br />
aristotéUco, el sentido de la immesis, parece recibir una modificación<br />
importante. El dualismo ontológico de Platón entre mundo<br />
sensible y mundo inteligible no es admitido ya por Aristóteles, quien,<br />
por lo tanto, al hablar de la imitación poética, no tiene por qué calificarla<br />
de una imitación de segunda mano.<br />
La estética de Aristóteles representa un progreso respecto a las<br />
ideas de su maestro, en cuanto que ofrece, en primer lugar, una explicación<br />
del origen de la poesía. Esta proviene de una propensión natural<br />
del hombre a reproducir imitativamente y del hecho de que todos se<br />
complacen en las imitaciones; y en esta complacencia en las representaciones<br />
parece vislumbrar Aristóteles un interés independiente del que<br />
se relaciona con el objeto representado puesto que "hay cosas que vistas<br />
nos desagradan, pero nos agrada contemplar sus representaciones<br />
y tanto más cuanto más exactas sean". Sólo que apenas ha entrevisto<br />
1 R. G. CooUnwood, ops. ctt.
22 MEMORIA DE EL OOLEGIO NACIONAL<br />
que la imagen despierta por sí misma un interés, éste es referido al agrado<br />
de aprender, que no solo sienten los filósofos, sino igualmente todos los<br />
hombres. £n efecto, al contemplar las semejanzas se aprende y se razona<br />
"sobre qué es cada cosa", expresión a la que Aristóteles no le da el<br />
sentido de conocer la esencia, sino únicamente de identificar la cosa.<br />
Así al contemplar la imagen decimos: "éste es aquél". En este caso, me<br />
parece, que el prejuicio intelectualista del filósofo lo desvió del camino<br />
por donde hubiera llegado a un descubrimiento estético importante,<br />
el de que hay en la imagen como tal, un valor independiente que constituye<br />
el foco del interés artístico.<br />
Sin embargo, al desarrollar Aristóteles su teoría de la mimesis, es<br />
indudable que tiende a alejarse del sentido de una imitación literal como<br />
aparece en Platón. Si por una parte considera que todas las especies<br />
de Poesía, la epopeya, la tragedia, la comedia, la poesía ditirámbica, y las<br />
obras para flauta y cítara, son miméticas, por la otra dice que se diferencian<br />
por imitar con medios di<strong>ver</strong>sos o bien di<strong>ver</strong>sos objetos, o por imitar<br />
objetos '"''de di<strong>ver</strong>sa manera a como so7C\ lo que ya comienza ser<br />
una manera muy elástica de entender el concepto de imitación.<br />
Pero donde el pensamiento de Aristóteles se aleja mucho del sentido<br />
que implica el concepto de imitación es cuando dice que la misión<br />
del poeta no es "contar las cosas como sucedieron, sino cual desearíamos<br />
que hubieran sucedido". De donde resulta que, en una comparación, "la<br />
poesía es más filosófica y esforzada empresa que la historia", ya que<br />
la poesía trata de lo uni<strong>ver</strong>sal, y la historia por el contrario, de lo singular.<br />
Sea cual fuere la interpretación de que la poesía trata de "lo<br />
uni<strong>ver</strong>sal" lo cierto es que ya Aristóteles apunta claramente la necesidad<br />
de independizarla de la reahdad dada, puesto que el poeta no debe<br />
contar las cosas como sucedieron... Lo que no está claramente explicado<br />
en el texto aristotélico es lo que significa la "idealización" poética,<br />
porque no basta decir que se habla "en uni<strong>ver</strong>sal cuando se dice que<br />
cosas <strong>ver</strong>osímil o necesariamente dirá o hará tal o cual, por ser tal o<br />
cual". En estas palabras aparece de nuevo el criterio intelectualista de<br />
Aristóteles que introduce un motívo lógico, la "<strong>ver</strong>osimilitud" para
LA ESTÉTICA (aOEGA 23<br />
justificar la uni<strong>ver</strong>salidad de la poesía, como si se tratara de hacer <strong>ver</strong><br />
que aunque ella no está encadenada al hecho real, no por eso debe<br />
prescindir del "logos" el cual le hace tener algo de "filosófico".<br />
Podría resumirse lo expuesto diciendo que el pensamiento estético<br />
de Aristóteles tiende a rebasar, un poco a tientas, el concepto tradicional,<br />
de la mimesisj aun cuando está muy lejos de librarse de él, tal<br />
vez porque en los pasos que el dio hacia adelante no pudo encontrar una<br />
idea satisfactoria que supliera con ventaja la vieja explicación. La premisa<br />
indispensable para llegar a una concepción estética de las bellas<br />
artes, era la idea de su autonomía, cuya visión fue impedida en Aristóteles<br />
por el prejuicio intelectualista y por el moralista, este último menos<br />
acentuado que en Platón. A pesar de esto la teoría del arte en Aristóteles<br />
es un progreso, en la evolución del pensamiento estérico, y podría<br />
definirse en la fórmula propuesta por Bosanquet como una "imitación<br />
idealizadora".<br />
Seis siglos después de Aristóteles dentro de la filosofía original de<br />
Plotino la teoría del arte bello agrega una nueva nota al concepto de la<br />
mimesis que parece ser el fondo común del pensamiento estético griego<br />
y lo que da una continuidad de desarrollo. A pesar de la introducción<br />
de otro punto de vista, el misticismo, la concepción estética plotiniana<br />
del arte y la belleza, parece acercarce más al sentido estético moderno,<br />
acaso porque la filosofía da cabida a lo irracional —en el sentido de<br />
suprarracional— que favorece a todas luces la comprensión de la esencia<br />
del arte. En la concepción de la belleza de Plotino, por ejemplo, se<br />
encuentran anticipaciones a la moderna teoría del einfühlung.<br />
En el libro VIII de la quinta Encada que se titula "De la Belleza<br />
InteHgible^\ Plotino escribe estas palabras: "Si se desprecian las artes,<br />
porque no crean sino imágenes de la naturaleza, digamos desde luego<br />
que las cosas naturales son también imágenes de cosas diferentes; y sepamos<br />
después que las artes no imitan directamente los objetos visibles, sino<br />
que remontan a las razones de donde ha salido el objeto natural; agreguemos<br />
que ellas (las artes) hacen muchas cosas, por sí mismas; ellas suplen<br />
los defectos de las cosas, porque poseen la belleza, Fidias hizo su Zeus,
24 MEMORIA DE EL COLEGIO NACIONAL<br />
sin mirar ningún modelo sensible; imaginó cómo sería, á consintiera a<br />
comparecer ante nuestras miradas." £s evidente que en este pasaje está<br />
bosquejada la idea de la creación artística, ya que se afirma claramente<br />
que el arte produce por sí mismo muchas cosas y que él posee la belleza<br />
con la que corrige los defectos de las cosas naturales y el Zeus de<br />
Fidias es un producto de la imaginación del escultor.<br />
Un crítico de arte que vivió en el siglo iii de C. poco antes que<br />
Plotino, Filóstrato, llega de un modo más explícito a definir la fantasía<br />
creadora en el arte: **Vas a decirme entonces, —dijo Hiespesión— que<br />
tu Fidias y Praxiteles fueron al cielo y tomaron el molde de las formas<br />
de los dioses y luego las arreglaron artísticamente o ¿tenían otra guía<br />
para modelarlas? Sí, dijo Apolonio, una guía preñada de sabiduría.<br />
—¿Qué es? dijo; seguramente no quieres significar otra cosa que la imitación—.<br />
La imaginación, replicó el otro, modeló estas obras, un artesano<br />
más inteligente que la imitación. Porque la imijación modelará lo<br />
que ha visto, pero la imaginación va a la que no ha visto, y que supone<br />
es la norma de la realidad. Y la imitación es a menudo frustrada por el<br />
temor, pero la imaginación por nada, porque se eleva sin miedo a la altura<br />
de su propio ideal. Si consideras el carácter de Zeus, debes <strong>ver</strong>lo<br />
con el firmamento, las estaciones y las estrellas, como Fidias pugnó por<br />
hacerlo en su estatua; si vas a modelar a Atenea, debes tener en tu mente<br />
estrategia, consejo, las artes y como saltó de Zeus mismo" (Vida de<br />
Apolonio de Tyana).<br />
Después de haber recorrido las principales expresiones de la filosofía<br />
griega sobre el arte nos sorprende la insistencia del concepto de<br />
vmnesisy a tal grado que en su desarrollo histórico aquella filosofía aparece<br />
como una serie de variaciones sobre un tema único. Pero esta<br />
unidad del pensamiento estético, nos sorprende todavía más al revelar<br />
una discrepancia entre lo que fue el arte griego en su realización efectiva<br />
y su concepto filosófico que muy difícilmente pudo estar en abierta<br />
contradicción con la conciencia artística general del pueblo heleno. O<br />
en otras palabras, quiero decir que el concepto de los filósofos sobre el<br />
arte debe haber reflejado algo o mucho de los modos generales de pen-
LA ESTÉTICA GRIEGA 25<br />
sar, o dicho claramente, las ideas populares sobre el arce. Y para que este<br />
acercamiento entre lo popular y lo filosófíco no parezca chocante, debo<br />
recordar que todo el arte griego fue popular es decir que no había los<br />
abismos de sensibilidad artística que se encuentran en las sociedades<br />
modernas, en parte porque el arte mismo se ha sofisticado y con<strong>ver</strong>tido<br />
en esotérico. Ahora bien, la discrepancia que señalábamos más<br />
arriba consiste en que el concepto filosófico parece no contener motivos<br />
puramente estéticos, y que por lo tanto no llega a captar la <strong>ver</strong>dadera<br />
esencia del arte. Como si los valores estéticos padecieran una<br />
especie de heteronomía que los supeditara a instancias lógicas, éticas,<br />
políticas o pedagógicas. Para corroborar el supuesto de que no solo los<br />
filósofos adolecían de la limitación señalada ahí están las conclusiones<br />
de Alfonso Reyes en su Crítica en la edad ateniense, de las que se<br />
desprende que los críticos también pasaban por alto el fenómeno estético<br />
en las obras que juzgaban. Lo que para el escritor mexicano plantea<br />
un enigma: "¿Puede pues alcanzarse la obra de suma belleza sin una<br />
percepción teóricamente autonómica de la belleza?" Acaso la respuesta<br />
está ya implícita en la estética griega ofreciéndonos una enseñanza que<br />
hasta ahora no hemos querido admitir, la de que el valor estético "puro"<br />
no existe, la de que este valor es siempre "impuro", es decir, que está<br />
constituido en tal forma que no hace sino polarizar valores de muy di<strong>ver</strong>sa<br />
especie.<br />
La explicación de aquella discrepancia entre el concepto filosófico,<br />
y el arte helénico, que de pronto desconcierta, debe buscarse en el<br />
hecho de que la vida griega era muy integrada, o si se quiere sincrética,<br />
teniéndose que reflejar esta integridad en la filosofía. No es pues que<br />
los filósofos carecieran de gusto o de comprensión artística, inadmisible<br />
en el caso de' Platón; es que el arte no se les presentaba como un<br />
fenómeno aislado, sino como parte integrante de la existencia humana,<br />
desempeñando una función que solo puede concebirse mirando el todo<br />
de aquella existencia.<br />
Tal vez la vida moderna sea, en comparación con la antigüedad<br />
griega, una cosa más desintegrada, surcada por múdiples divisiones,
26 MEMORIA DE EL OOLEGIO NACIONAL<br />
llena de compartimientos, de espacios "reservados", y solo en este medio,<br />
de tendencias dispersivas puede haberse formado un "mundo" del<br />
ane a veces muy cerrado o muy distante de la existencia humana. No<br />
quiero con esto negar el valor del arte moderno en sí mismo, sino apuntar<br />
dos posiciones del arte en modos de existencia históricamente di<strong>ver</strong>sas,<br />
que sin duda han determinado modos di<strong>ver</strong>sos de la conciencia<br />
artística. No pretendo tampoco discutir si una es mejor o peor. Lo<br />
más probable es que cada una tenga sus propios derechos justificados<br />
históricamente. Lo único que he tratado es de comprender la estética<br />
griega dentro de su propio ambiente espiritual y evitar juzgarla dentro<br />
de puntos de vista modernos.