Libro del cementerio, El - Roca Junior
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el libro <strong>del</strong> <strong>cementerio</strong><br />
—¿Qué es un espantapájaros? —preguntó Nad.<br />
—Es una cosa que los agricultores ponen en los sembrados<br />
para espantar a los pájaros.<br />
—¿Y por qué lo hacen? —A Nad le gustaban los pájaros.<br />
Le parecían unos animalitos muy curiosos y, además,<br />
ayudaban a mantener limpio el <strong>cementerio</strong>.<br />
—Pues no lo sé muy bien; se lo preguntaré a mamá.<br />
Pero una vez vi uno desde el tren, y pregunté qué era.<br />
Los pájaros creen que es una persona de verdad, pero no<br />
lo es. Es una especie de muñeco que parece una persona<br />
y sirve para espantar a los pájaros.<br />
Nad volvió a mirar en derredor, y dijo:<br />
—Seas quien seas, no sirve de nada. No nos asusta<br />
nada. Sabemos que todo esto no es real, así que detente<br />
de una vez.<br />
<strong>El</strong> Hombre Índigo se detuvo. Se subió a la laja de piedra<br />
y se tumbó sobre ella. Y, de pronto, desapareció.<br />
Scarlett notó cómo la cámara se sumía una vez más en<br />
la oscuridad. Pero aun en la penumbra, percibió otra vez<br />
aquel sonido envolvente que iba aumentando de volumen,<br />
como si hubiera algo dando vueltas alrededor de la cueva.<br />
Entonces una voz dijo:<br />
—Somos el sanguinario.<br />
A Nad se le erizaron los pelos de la nuca. La voz que<br />
oía en su mente sonaba muy cascada y desapacible, como<br />
la caricia de una rama seca en el cristal de la capilla, y<br />
tuvo la impresión de que había varias voces hablando al<br />
unísono.<br />
—¿Has oído eso? —le preguntó a Scarlett.<br />
—Yo no he oído nada, tan sólo percibo un sonido resbaloso<br />
y tengo una sensación muy rara, parecida a un<br />
nudo en el estómago. Como si fuera a pasar algo horrible.<br />
—No va a pasar nada horrible —aseguró Nad. Y luego,<br />
en voz alta, preguntó—. ¿Qué sois?<br />
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