Fortificaciones en Iberoamérica [PDF] - Fundación Iberdrola
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En este plano, nos queda solam<strong>en</strong>te el conjunto de obras como pot<strong>en</strong>cial expresión de esta<br />
«Escuela». No t<strong>en</strong>emos dudas sobre la singularidad de muchas de ellas, concebidas <strong>en</strong> el contexto<br />
def<strong>en</strong>sivo que hemos m<strong>en</strong>cionado. Las principales, sin embargo, respond<strong>en</strong> a proyectos sucesivos<br />
de ampliaciones que van complejizando estructuras iniciadas <strong>en</strong> los siglos XVI y multiplicando sus<br />
recursos de contralor, como sucede <strong>en</strong> San Juan de Ulúa (Veracruz), San Felipe de Barajas (Cartag<strong>en</strong>a<br />
de Indias) o los Morros de La Habana y San Juan de Puerto Rico. En tal contexto es difícil<br />
detectar soluciones constitutivas de una modelización. Quizás deberíamos p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> las grandes obras<br />
hechas <strong>en</strong> La Habana <strong>en</strong> la segunda mitad del XVIII con el amplio despliegue de San Carlos de la<br />
Cabaña y los castillos del Príncipe y Atarés, aunque ellos a escala territorial y de def<strong>en</strong>sas urbanas<br />
forman también parte de un sistema. Otros ejemplos más aislados, como San Diego de Acapulco,<br />
algunos reductos avanzados de Campeche o el fuerte de Santa Teresa <strong>en</strong> la frontera interna del<br />
Uruguay, nos muestran, sin embargo, la persist<strong>en</strong>cia de trazados tradicionales que no implican<br />
innovaciones notorias capaces de g<strong>en</strong>erar una nueva escuela de fortificación abaluartada.<br />
Es quizás <strong>en</strong> la estructura de control territorial de los puertos clave de la región caribeña, <strong>en</strong><br />
La Habana, Veracruz, Campeche, Portobelo, San Juan de Puerto Rico y Cartag<strong>en</strong>a de Indias, donde<br />
nos es posible <strong>en</strong>contrar la calidad de la multitud de recursos que se habrán de ir integrando a<br />
través del tiempo con complejos sistemas de baterías, torres, caballeros, hornabeques, caminos cubiertos,<br />
casamatas y otra multitud de mecanismos def<strong>en</strong>sivos que, con la singularidad que cada punto<br />
fortificado exige, configuran una actitud innovadora <strong>en</strong> una dim<strong>en</strong>sión de escala abarcante que incluye<br />
la ciudad y su contexto marítimo y físico inmediato.<br />
Es claro que el proceso de formación de muchas fortificaciones a través del tiempo es indicativo<br />
de los diversos criterios y de las variaciones, no solam<strong>en</strong>te conceptuales, sino también de los armam<strong>en</strong>tos<br />
disponibles. Las críticas de los ing<strong>en</strong>ieros militares a las obras de sus antecesores deb<strong>en</strong> verse fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te<br />
como una necesaria búsqueda de actualización de acuerdo a los principios vig<strong>en</strong>tes de la<br />
guerra. Sin embargo, es claro que también se comet<strong>en</strong> errores, ya sea <strong>en</strong> la elección de los parajes de<br />
emplazami<strong>en</strong>to de los fuertes (San Carlos de Perote <strong>en</strong> México), o por las insufici<strong>en</strong>cias constructivas<br />
de muchas de estas obras, como sucede <strong>en</strong> la Ciudadela de Montevideo, que realiza Diego Cardozo.<br />
Hay, sin duda, ing<strong>en</strong>ieros brillantes <strong>en</strong> los conceptos teóricos y otros magníficos <strong>en</strong> los aspectos<br />
constructivos, pero lo cierto es que el Real Cuerpo de Ing<strong>en</strong>ieros Militares abasteció adecuadam<strong>en</strong>te<br />
los requerimi<strong>en</strong>tos técnicos y que muchas veces sus fracasos deb<strong>en</strong> atribuirse más a la burocracia<br />
administrativa <strong>en</strong> la gestión de los recursos económicos, a los conflictos de los ing<strong>en</strong>ieros<br />
con las autoridades locales o con los funcionarios metropolitanos y sobre todo a la indifer<strong>en</strong>cia con<br />
que los temas americanos se demoraban <strong>en</strong> las tramitaciones de la corte. Las obras resultaron así<br />
[ 48 ]<br />
Francisco Ramón Méndez,<br />
Plano de Puerto Rico <strong>en</strong> la isla<br />
de este nombre, 1782 (Simancas,<br />
AGS, M.P. y D., XVIII-133).<br />
Los esfuerzos por g<strong>en</strong>erar<br />
una visión de conjunto<br />
de las fortificaciones<br />
con la mirada territorial permite<br />
constatar <strong>en</strong> la cartografía<br />
del siglo XVIII esta nueva faceta<br />
de la ing<strong>en</strong>iería militar