06.05.2013 Views

"Historia del Partido Comunista de España", Versión abreviada

"Historia del Partido Comunista de España", Versión abreviada

"Historia del Partido Comunista de España", Versión abreviada

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Capítulo tercero<br />

La guerra nacional revolucionaria<br />

La traición<br />

La pérdida <strong>de</strong> Cataluña constituía un golpe durísimo para la República. Pero esa<br />

pérdida no significaba la imposibilidad <strong>de</strong> continuar la resistencia.<br />

Des<strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong> Barcelona el <strong>Partido</strong> propuso insistentemente a Negrín el traslado<br />

<strong>de</strong> armas y pertrechos militares a la zona Central. El Presi<strong>de</strong>nte prometió realizarlo<br />

pero no lo hizo. Así, al retirarse a Francia la parte <strong><strong>de</strong>l</strong> Ejército que había combatido en<br />

Cataluña, el Gobierno francés se incautó <strong>de</strong> todo el material <strong>de</strong> guerra. Mas pese a ello<br />

y a que las autorida<strong>de</strong>s francesas tampoco autorizaron el transporte <strong>de</strong> los soldados a<br />

la zona Central y los encerró en campos <strong>de</strong> concentración, como si se tratase <strong>de</strong><br />

enemigos, en esa zona existían fuerzas y medios suficientes para continuar la<br />

resistencia.<br />

Bajo la autoridad <strong><strong>de</strong>l</strong> Gobierno quedaban aún diez provincias con unos diez millones <strong>de</strong><br />

habitantes; muchas ciuda<strong>de</strong>s entre las que se contaba la capital <strong><strong>de</strong>l</strong> Estado; cuatro<br />

gran<strong>de</strong>s puertos entre ellos el <strong>de</strong> Cartagena (la base naval más importante <strong>de</strong> España);<br />

un Ejército <strong>de</strong> unos 700.000 hombres y una escuadra que contaba todavía con tres<br />

cruceros, trece <strong>de</strong>structores, cinco torpe<strong>de</strong>ros, dos cañoneros y siete submarinos.<br />

Existía, sobre todo, un pueblo en el que, pese a la acción negativa <strong><strong>de</strong>l</strong> cansancio y a las<br />

enormes dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la situación, aún no había sido quebrantada la voluntad <strong>de</strong><br />

resistir y ésta podía ser reanimada. La resistencia era posible y su prolongación hubiera<br />

podido cambiar el final <strong>de</strong> la guerra dada la creciente tensión internacional existente<br />

en Europa. Cinco meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> finalizar la resistencia española Hitler empezó la<br />

segunda guerra mundial.<br />

Es indudable que el pueblo <strong>de</strong>seaba la paz, como la <strong>de</strong>seaban el <strong>Partido</strong> y todos los<br />

antifascistas. El <strong>Partido</strong> lo había <strong>de</strong>clarado abiertamente y repetidas veces. ¿Pero cuál<br />

era la paz que el pueblo y los comunistas querían? No una paz por [196] medio <strong>de</strong> la<br />

rendición incondicional al franquismo que –como la realidad había <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrarlo–<br />

sería para miles y miles <strong>de</strong> españoles «la paz <strong>de</strong> los sepulcros». Querían una paz que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!