07.05.2013 Views

Óscar Bribián • Alejandro Carneiro • Alberto García-Teresa ...

Óscar Bribián • Alejandro Carneiro • Alberto García-Teresa ...

Óscar Bribián • Alejandro Carneiro • Alberto García-Teresa ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Marcelo Sáez Worsley<br />

197<br />

El día de Afagddu<br />

y el resto de un cuerpo humano. Cuando logré un enfoque óptimo, congelé<br />

la imagen y mi programa forense empezó a analizarla de inmediato. Una vez<br />

erradicados los efectos de la exposición lunar, la causa probable de muerte que<br />

apareció en mi pantalla me sorprendió hasta tal punto que tuve que recurrir<br />

al diccionario informático para entender qué significaba la expresión «garrote<br />

vil». Al menos, la identificación facial resultó sencilla. No sería la primera vez<br />

que el ordenador descubre rasgos idénticos en su banco de datos, es decir,<br />

doppelgängers o dobles, y tengo que utilizar otros medios para asegurar la<br />

identidad del cadáver. No es de extrañar, siendo tantos millones de seres. El<br />

patrón debe repetirse de vez en cuando, es inevitable...<br />

Pero esta cara tan especial se asocia con un único nombre, Donald<br />

Roux, de cincuenta y cinco años, soltero, natural de las islas Shetland, y biólogo<br />

marino de profesión. Su cuerpo, sin embargo, fue depositado en una<br />

lanzadera-basurera del sur del Reino Unido, en el condado de Wiltshire.<br />

Me dirigí en primer lugar al apartamento de Donald Roux, en un aerotransporte<br />

del Cuerpo de Policía. Elegí, como siempre, la conducción automática<br />

y una velocidad de crucero en el ordenador de a bordo. Me fascina (y<br />

horroriza) mirar el paisaje. Todo el país es una inmensa urbanización, las edificaciones<br />

ocupan ya el 99 por 100 de su superficie. A veces se me antoja que<br />

los huesos de la isla, la tierra firme debajo del cemento y la grava, no podrán<br />

soportar la presión de tantos edificios, de tantas personas, e Inglaterra terminará<br />

hundiéndose en el mar como la mítica Atlántida. De vez en cuando,<br />

aquí y allá, aparece un pequeño retazo verde, un parque lleno hasta los topes<br />

de ancianos y niños. También perviven algunos monumentos y edificios emblemáticos,<br />

pero visitarlos es complicado. El obsoleto Palacio de Windsor, por<br />

ejemplo, tiene una lista de espera de casi quince años..., y el parque temático<br />

de Loch Ness, con la última familia de ictiosaurios aún coleando, requiere<br />

una antelación de treinta o cuarenta años, de modo que inscribir a los niños<br />

recién nacidos en una de estas listas se ha convertido en toda una tradición.<br />

Donald Roux vivía uno de esos apartamentos sumergidos que parecen<br />

una celda de un panal de abejas. Este tipo de urbanizaciones tienen un acceso<br />

común en tierra firme para después adentrarse en el mar formando una verdadera<br />

colmena submarina. La habitación de Roux está dominada por una

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!