RELIGION DE LOS ESPIRITUS - Federación Espírita Española
RELIGION DE LOS ESPIRITUS - Federación Espírita Española
RELIGION DE LOS ESPIRITUS - Federación Espírita Española
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Religión de los Espíritus Emmanuel<br />
20<br />
Verdugo<br />
Reunión pública del 20/3/59<br />
Cuestión nº 913<br />
Verdugo invisible, donde se evidencie su influencia, aparecen la rebeldía<br />
y la irritación, preparando la perturbación y la discordia.<br />
Se muestra en el alma que escucha sus pérfidas sugerencias, como fiera<br />
oculta a arrojarse sobre la presa.<br />
Asimilando su franja de tiniebla cae la mente en aflictiva ceguera, dentro<br />
de la cual tan solo se entrevé a sí misma.<br />
Y así dominada, la criatura, al pie de los otros, es la personificación de la<br />
exigencia desmandándose a cada instante en reclamaciones sin cabida, incapaz<br />
de anotar los sufrimientos ajenos. Pisa en los dolores del prójimo con la<br />
dureza del bronce y recibe sus peticiones con la agresividad del espino, expeliendo<br />
plagas y maldiciones. Donde surge pide los primeros sitios y, si se los<br />
niegan, delante de las tareas que la prevención organiza, no se avergüenza de<br />
evocar derechos imaginarios, condenando sin análisis todo cuanto se expone a<br />
su discernimiento. Desatendida en los caprichos particulares con que se aproxima<br />
a los sectores de lucha que desconoce, mastica la maledicencia o carcajea<br />
el sarcasmo, lanzando lodo y veneno sobre nombres y circunstancias que<br />
demandan respeto. Si alguien formula ponderaciones buscando su disposición<br />
a la sensatez, grita desesperada contra todo lo que no sea adoración a sí misma,<br />
en la falsa estimación de los menguados valores que carga en el fardo de<br />
ignorancia y fanfarronería.<br />
Y entonces la persona, desatenta e infeliz, transformada así en temible<br />
fantasma de incomprensión y de intransigencia, se repliega en su propia sombra<br />
como la tortuga en el caparazón y, en lamentable aislamiento de espíritu,<br />
no sabe entender o perdonar para ser también perdonada y entendida, enquistándose<br />
en el inconformismo que se amplía en su pensamiento y en la actitud,<br />
en la palabra y en los actos tiranizándole la vida, como la enfermedad letal que<br />
se agiganta en el cuerpo por la multiplicación indiscriminada de peligrosos bacilos.<br />
Alcanzado ese estado del alma, no adopta otro rumbo que no sea el de<br />
la crueldad con que, muchas veces, se arroja al despeñadero de la delincuencia,<br />
asociándose a todos aquellos que se afinan con sus vibraciones deprimentes,<br />
en largas simbiosis de inhumanidad y locura, formando el pavoroso infierno<br />
del crimen.<br />
Hermanos, preveníos contra semejante perseguidor, vistiendo el corazón<br />
con la túnica de la humildad que todo comprende y a todos sirve sin pensar en<br />
sí misma, porque ese extraño verdugo que nos alienta el egoísmo, en todas<br />
partes se llama orgullo.<br />
http://www.espiritismo.cc 24