RELIGION DE LOS ESPIRITUS - Federación Espírita Española
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Religión de los Espíritus Emmanuel<br />
34<br />
Responsabilidad y destino<br />
Reunión pública del 15/5/59<br />
Cuestión nº 470<br />
El Creador, que establece el bien de todos como ley para todas las criaturas,<br />
no crea Espíritu alguno para el ejercicio del mal.<br />
La criatura, sin embargo, en la Tierra o fuera de la Tierra, según el principio<br />
de responsabilidad, al desviarse del bien genera el mal por fecundación<br />
pasajera de la ignorancia que ella misma, atendiendo a los dictámenes de la<br />
conciencia, extirpará de su propio camino en tantas existencias de bendecida<br />
reparación como se hicieren indispensables.<br />
Dios concede al hombre los agentes de la nitroglicerina y de la arena y le<br />
inspira la formación de la dinamita, como sustancia explosiva capaz de auxiliarlo<br />
en la construcción de carreteras y viviendas, pero el artífice del progreso,<br />
casi siempre, abusa del privilegio para arrasar o herir, adquiriendo deudas clamorosas<br />
en siembras de odio y destrucción; le presta la morfina como alcaloide<br />
beneficioso a fin de calmarle el dolor, sin embargo, enfermo amparado, en<br />
muchas ocasiones se mofa del socorro divino transformándolo en corrosivo<br />
estupefaciente de las propias fuerzas con que perjudica las funciones de su<br />
cuerpo espiritual en anchas fajas de tiempo; lo galardona con el hierro como<br />
elemento químico flexible y tenaz para ayudarlo en la industria y en el arte, sin<br />
embargo, el siervo de la experiencia en muchas circunstancias lo convierte en<br />
el instrumento de la muerte, a desajustarse en compromisos ocultos que le<br />
reclaman agonía y sudor en siglos numerosos; le da el oro como metal noble<br />
susceptible de enriquecerle el trabajo y desarrollarle la cultura, pero el mayordomo<br />
de la posesión en él talla, frecuentemente, el grillete de avaricia y miseria<br />
en que se humilla a sí mismo; y le confiere la onda radiofónica para los servicios<br />
de la verdadera fraternidad entre los pueblos, pero el orientador del intercambio,<br />
a veces, en ella transmite notas macabras en que promueve el aniquilamiento<br />
de poblaciones indefensas, agravándose en débitos aflictivos para<br />
el futuro.<br />
Es así que el Supremo Señor nos cede los dones inefables de la vida,<br />
como son las bendiciones del cuerpo y del alma y los tesoros del amor y de la<br />
inteligencia.<br />
Del uso feliz o infeliz de semejantes talentos resultan para nosotros victoria<br />
o derrota, felicidad o infortunio, salud o molestia, armonía o desequilibrio,<br />
avance o retraso en los caminos de la evolución.<br />
Examínate, pues, a ti mismo y encontrarás la extensión y la naturaleza<br />
de tu deuda por la prueba que te busca o por la tentación que padeces, porque<br />
el bien vierte puro de Dios, mientras que el mal es obra que nos pertenece —<br />
transitorio fantasma de rebeldía e ilusión que creamos ante las leyes del destino,<br />
por cuenta propia.<br />
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