AUTORES TERRITORIALES (16H217) - Programa de Semiótica

territorio propicio –en cuanto a condiciones de producción, en cuanto a instituciones,
políticas y proyectos que brinden apoyo de manera firme– es indudable.
De todos modos, siempre nos encontramos con escritores optimistas o, mejor,
dinámicos en el sentido de que no se conforman con tal estado del campo para la producción
escritural y literaria, no se encierran en las políticas del resentimiento 17 , sino que se movilizan
en todos los espacios culturales posibles para concretizar sus proyectos. Tal es el caso de Raúl
Novau, un escritor activo en los dos campos en los cuales trabaja y a los cuales defiende
logrando una suerte de síntesis que se vislumbra tanto en sus obras literarias como en su porte
de escritor territorial y animalario simultáneos. En la entrevista realizada, se encuentra en
permanente defensa de las prácticas de la escritura y de la veterinaria; con respecto a esta
última nos explica: Tradicionalmente lo que conocemos como veterinaria, la gente enseguida
hace una remisión a la cura de perros y gatos... Y la profesión nuestra es más amplia...
Los inicios de Novau en la profesión de veterinario, se encuentran escenificados casi
en primer plano –podríamos decir– en el cuento Teté en vidrio roto 18 , en el cual se narran las
peripecias de un reciente veterinario –que personifica a Novau, según las palabras del propio
autor– para ingresar al mercado laboral. El cuento además de ser autobiográfico –al cual se le
agregan detalles ficcionales,... porque uno autobiográficamente no lo hace totalmente,
siempre colocás cosas– posee, como varios cuentos del escritor, un desenlace humorístico:
Teté no respiraba y una cuajada lágrima se detuvo en la peluda quijada.
Diestros cuchilleros rescataron trillizos, uno de ellos vivo al cual dediqué
ingentes esfuerzos para que respire sacándole mucosidades del hocico...
Después todo fue una fiesta en el mismo patio. La luna apareció tras el cerro
oscuro de basuras e iluminó la improvisada mesa de vecinos en parranda. La
carne estaba realmente sabrosa. A pesar de los condimentos tenía una duda
que el Presi –con un guiño cómplice– aclaró con un oink – oink.
Este dilema existencial era superior al de la pensión, ¿cómo sería mi futuro
profesional si comí mi primer paciente? (Novau; 2000; 56-7).
En el citado cuento, el médico veterinario deviene en comensal de su propio paciente y
en este sentido, el viraje repentino de una atmósfera trágica, debido a la muerte de la chancha,
a una fiesta comunitaria y vecinal, proporciona elementos humorísticos, guiños implícitos al
17 El resentimiento se entiende como ... un modo de producción de valores, de imágenes identitarias y de ideas
morales y cívicas que reposan sobre ciertos presupuestos sofísticos, y que se orientan a la subversión de valores
predominantes... y a la absolutización de valores “otros”, opuestos a aquellos que predominan, considerados
propios de un grupo desposeído y reivindicador...
Al valorizar sus valores “propios”, la tribu del resentimiento exalta al mismo tiempo el mérito que tiene el
restringirse y encerrarse en sus demandas con relación al mundo exterior, purificándose de la diversidad.
(Angenot; 2005; 22-3).
18 En: Cuentos animalarios. Ob. Cit.