II - Fundación para la Cultura del Vino
II - Fundación para la Cultura del Vino
II - Fundación para la Cultura del Vino
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
158<br />
el control <strong>del</strong> riego en <strong>la</strong> calidad <strong>del</strong> vino<br />
Durante esta fase <strong>la</strong>s necesidades son bajas pues <strong>la</strong><br />
superficie foliar se está desarrol<strong>la</strong>ndo, representando<br />
un 80% <strong>del</strong> total hacia <strong>la</strong> floración. Por otro <strong>la</strong>do <strong>la</strong> demanda<br />
evaporativa de <strong>la</strong> atmósfera es baja y <strong>la</strong> reserva<br />
de agua <strong>del</strong> suelo va a garantizar una buena parte de<br />
<strong>la</strong>s necesidades de esta etapa.<br />
Durante esta etapa no puede faltar agua y si se observara<br />
disminución de <strong>la</strong> velocidad de crecimiento <strong>del</strong><br />
pámpano, se recomendaría iniciar el riego. Carbonneau<br />
(1998) y Deloire et al. (2003) recomiendan que el<br />
potencial hídrico foliar antes de amanecer se encuentre<br />
entre 0 y -2 bar <strong>para</strong> que el desarrollo vegetativo<br />
no se vea afectado negativamente. Por otro <strong>la</strong>do, Williams<br />
(2001) recomienda esperar a dar el primer riego<br />
cuando el potencial hídrico foliar a mediodía alcance<br />
–10 bar en cultivares b<strong>la</strong>ncas y –12 bar en cultivares<br />
tintos de vinificación.<br />
2. Efectos <strong>del</strong> déficit hídrico en el periodo floración<br />
envero<br />
• Primero, disminución de <strong>la</strong> velocidad de crecimiento<br />
<strong>del</strong> pámpano y, posteriormente <strong>para</strong>da<br />
<strong>del</strong> desarrollo en longitud <strong>del</strong> mismo<br />
• Disminución de <strong>la</strong> multiplicación celu<strong>la</strong>r de <strong>la</strong>s<br />
célu<strong>la</strong>s <strong>del</strong> ovario<br />
• Disminución de <strong>la</strong> actividad fotosintética de <strong>la</strong>s<br />
hojas (estrés severo)<br />
• Reducción de <strong>la</strong> fertilidad de <strong>la</strong>s yemas<br />
• Menor renovación de raíces<br />
• Parada y reducción <strong>del</strong> crecimiento<br />
• Senescencia y caída de hojas<br />
Figura 6<br />
La disminución de <strong>la</strong>s lluvias a medida que nos acercamos<br />
al verano y el consumo <strong>del</strong> agua de <strong>la</strong> reserva<br />
<strong>del</strong> suelo hace que los primeros síntomas de falta de<br />
agua en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta aparezcan hacia finales <strong>del</strong> mes de<br />
junio. Lo primero que hace <strong>la</strong> vid ante <strong>la</strong> falta de agua<br />
es disminuir <strong>la</strong> multiplicación celu<strong>la</strong>r afectando tanto<br />
al meristemo terminal como a <strong>la</strong> multiplicación de <strong>la</strong>s<br />
célu<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> baya (fase i). Se ha observado una distinta<br />
respuesta varietal frente a <strong>la</strong> disponibilidad hídrica,<br />
resultando que unas variedades se autorregu<strong>la</strong>n más<br />
que otras.<br />
La <strong>para</strong>da de crecimiento es deseable pues garantiza<br />
que a partir de ese momento los productos de <strong>la</strong> fotosíntesis<br />
se dirigen hacia los racimos que son los otros<br />
puntos de demanda. La falta de <strong>para</strong>da de crecimiento<br />
presenta serios inconvenientes, como son una<br />
competencia entre desarrollo <strong>del</strong> pámpano principal<br />
y nietos con el desarrollo de <strong>la</strong> inflorescencia.<br />
indirectamente, un exceso de desarrollo vegetativo<br />
implica un peor microclima en <strong>la</strong> zona de racimos,<br />
afectando a los aspectos cualitativos de <strong>la</strong> baya. es<br />
necesario que se produzca en esta fase <strong>la</strong> <strong>para</strong>da de<br />
crecimiento a partir <strong>del</strong> cuajado- tamaño guisante<br />
( φ baya 7 mm).<br />
Por otro <strong>la</strong>do, al afectar el déficit hídrico a <strong>la</strong> multiplicación<br />
de <strong>la</strong>s célu<strong>la</strong>s <strong>del</strong> ovario, éste induce un<br />
menor tamaño potencial de <strong>la</strong> baya pues en esta<br />
fase se determina el número de célu<strong>la</strong>s que van a<br />
componer el fruto y por tanto su tamaño futuro.<br />
Dentro de esta fase, el periodo que comprende <strong>la</strong>s<br />
3 semanas posteriores a <strong>la</strong> floración es el de máxima<br />
sensibilidad de <strong>la</strong> baya a <strong>la</strong> multiplicación celu<strong>la</strong>r.<br />
un déficit hídrico moderado en esta fase observado<br />
en un control <strong>del</strong> tamaño de <strong>la</strong> baya, repercute en<br />
aspectos cualitativos positivos en el mosto, especialmente<br />
en variedades tintas (mayor concentración<br />
de color). un déficit severo implica bayas demasiado<br />
pequeñas donde <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción pulpa/pepita<br />
y raspón es alta dando al vino sabores astringentes<br />
y herbáceos.<br />
al final de esta etapa <strong>la</strong> baya alcanza el 50% de su tamaño<br />
final. Podemos prefijar el tamaño de baya que<br />
estimemos óptimo y contro<strong>la</strong>rlo con el riego.<br />
3. Efectos <strong>del</strong> déficit hídrico en el periodo de envero –<br />
maduración<br />
• Disminución de <strong>la</strong> actividad fotosintética<br />
• Menor tamaño de <strong>la</strong> baya<br />
• Pérdida de superficie foliar<br />
• Retraso de <strong>la</strong> maduración