las leyes del éxito o fracaso y las bajezas humanas - OMRAAM
las leyes del éxito o fracaso y las bajezas humanas - OMRAAM
las leyes del éxito o fracaso y las bajezas humanas - OMRAAM
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ser dueño de mis actos y reflejos, y estos aumentaban a medida<br />
que avanzaba corriendo por la calle. Entonces, me detuve,<br />
indignado y descontento conmigo mismo, llame a mi propia<br />
voluntad para que me ayudara a calmarme. Así lo conseguí, pero<br />
con mucha dificultad.<br />
Esta experiencia me reveló lo que os estoy explicando hoy.<br />
Cuando me puse a correr, disparé el miedo que se encuentra<br />
adormecido en cada ser. Se trata de un miedo irreflexivo, pero<br />
cuando lo dominas, entonces no se vuelve a despertar. No creáis<br />
que los hombres llamados valientes no sean miedos y temerosos.<br />
Un día entendí que el miedo se encuentra en el interior de toda<br />
alma humana y es por eso que es el mayor enemigo <strong>del</strong> progreso,<br />
el mayor obstáculo y peligro en que podéis encontraros.<br />
Podéis pensar que el miedo no es nada. Pero cuando lo<br />
buscamos, la encontramos en el fondo de cada cosa. La cobardía,<br />
el egoísmo, la maldad, la vanidad, todo viene <strong>del</strong> miedo. Los hay<br />
que dicen que no tienen miedo de nada, pero tienen miedo de su<br />
mujer; tienen miedo de morir de hambre, temen <strong>las</strong> críticas de la<br />
opinión pública, de los amigos, o de la sociedad. Todos tienen<br />
miedo <strong>del</strong> ridículo, o miedo por su vida, o por el estomago, por<br />
sus amigos, por sus riquezas, por su salud, sus bienes, su belleza.<br />
En particular es <strong>del</strong> ridículo que la mayoría tiene miedo.<br />
Os contaré la historia de Nastradine Hodja (Mulla Nasrudin),<br />
cuando un día quería ganar mucho dinero. Y encontró el sistema.<br />
Se presento <strong>del</strong>ante <strong>del</strong> rey y le dijo: “Señor su majestad, deme la<br />
posibilidad de viajar por todo su reino, y escriba para mí, en una<br />
hoja de papel con su sello real, que nada puede oponerse a mi<br />
paso y que todos aquellos que encuentre que tengan miedo, deben<br />
pagarme un céntimo de multa. En aquella época un céntimo, era<br />
ya una suma importante. El rey pensó que esta suma no era muy<br />
importante y aceptó. Nastradine Hodja salió, provisto de su<br />
salvoconducto real. Al cabo de cierto tiempo regresó, a la cabeza<br />
de una gran caravana de camellos. Fue a encontrar el rey y le dijo:<br />
“He viajado por todo tu reino y no he encontrado a ningún<br />
6