las leyes del éxito o fracaso y las bajezas humanas - OMRAAM
las leyes del éxito o fracaso y las bajezas humanas - OMRAAM
las leyes del éxito o fracaso y las bajezas humanas - OMRAAM
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Conferencia <strong>del</strong> Maestro<br />
<strong>OMRAAM</strong> MIKHAËL AÏVANHOV<br />
Del 4 de mayo de 1943<br />
LA HOLGAZANERIA<br />
“Los perezosos”<br />
“Tema: Las <strong>leyes</strong> <strong>del</strong> <strong>éxito</strong> o el <strong>fracaso</strong>”<br />
Lectura <strong>del</strong> pensamiento <strong>del</strong> Maestro Petar Deunov:<br />
“El mundo actual está lleno de hombres razonables y no<br />
razonables, parecidos a <strong>las</strong> cinco vírgenes sabias y a <strong>las</strong> cinco<br />
vírgenes locas, que se mencionan en los evangelios. ¿Cómo se<br />
distinguen los hombres razonables de los hombres que no<br />
razonan, o los estúpidos? El hombre razonable es trabajador, está<br />
seguro de sí mismo; el que no es razonable, es perezoso. Se<br />
sienta, no trabaja y espera que los gorriones le caigan <strong>del</strong> cielo ya<br />
cocidos y a su boca, listos para comer. Tiene fe en la fortuna que<br />
llega sola a sus manos. Piensa: “Que lo que cae en el ya bien<br />
atado, sin que haya habido necesidad de trabajar, es eso ser<br />
afortunado” El holgazán no tiene ningún oficio y anda perdido de<br />
un lugar a otro. Arrastrando sus pies y frotándose <strong>las</strong> manos, sin<br />
ni tan siquiera saber porqué. En cambio el hombre razonable se<br />
mueve, pero sus movimientos difieren totalmente de los <strong>del</strong><br />
perezoso.<br />
A menudo, los hombres religiosos hacen algunos<br />
gestos y dicen que ha sido el Espíritu que les ha tocado. Existe<br />
una diferencia esencial entre los movimientos <strong>del</strong> Espíritu y el de<br />
los hombres religiosos no razonables. Para no equivocarnos, el<br />
hombre debe conocer <strong>las</strong> cualidades de su espíritu, de su alma, de<br />
su inteligencia de su corazón. Los librepensadores, aún siendo<br />
hombres religiosos, deben poseer el saber, a fin de comprender <strong>las</strong><br />
cosas y no ser como los Turcos que dicen que “el hombre no tiene<br />
necesidad de saber muchas cosas”.<br />
* * * * * *