las leyes del éxito o fracaso y las bajezas humanas - OMRAAM
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Existen <strong>leyes</strong> psicológicas que conocemos, y si un día vuelven a<br />
leer estas páginas, y es necesario volver a leer<strong>las</strong>, pues por el momento<br />
Ustedes no pueden todavía asimilar<strong>las</strong>, no de un solo golpe, Ustedes<br />
notarán <strong>leyes</strong> psicológicas de una verdad y profundidad<br />
extraordinarias, hoy les explico como un estado provoca otro y deviene<br />
en otro. Después de un acceso de celos, sepan que Uds. se vuelven<br />
esclavos y que se arrodillarán <strong>del</strong>ante de la que celaron, porque en Ud.<br />
se desencadenará un impulso sexual tan ardiente que le obligará a<br />
hacer <strong>las</strong> cosas <strong>las</strong> más humillantes y Ud. dejará de lado su nobleza y<br />
su dignidad.:” Ud. se preguntará ¿Cómo se produjo esto?, yo era el que<br />
amenazaba y ahora estoy llorando por una pequeña caricia de esta<br />
mujer a la que hace un rato, amenazaba y ¿ahora ella me domina?” Es<br />
la naturaleza de este sentimiento de celos que es así, los celos tienen<br />
una naturaleza especial; pero estas cosas la gente no <strong>las</strong> conoce, de otra<br />
manera, no estarían todos los días hundidos en <strong>las</strong> mismas historias.<br />
Ellos no tendrían el rasgo característico de los celos en la cara, rasgo<br />
con el cual puedo reconocer a todos los que son celosos. He aquí el<br />
medio de escapar de este sentimiento, que es estudiar, informarse. No<br />
existe otro método. No crean que existan píldoras que los van a<br />
tranquilizar, no deben engañarse.<br />
¿Donde se encuentra el rasgo de los celos en la cara? Uds. me<br />
preguntan demasiado: Si yo les indico, Uds. dirán a su marido o a su<br />
mujer: “Eres celoso, yo lo veo en tu cara”. No, no se los indicaré. Hay<br />
por otra parte varios rasgos, unos más leves, unos más profundos, no<br />
hay solamente uno. Hay uno que está muy marcado, y también hay<br />
muy pequeños. El discípulo debe acabar con los celos: Es una<br />
vergüenza para él tener <strong>las</strong> mismas preocupaciones, <strong>las</strong> mismas<br />
angustias, los mismos miedos que tenía antes de ser discípulo. Si el<br />
discípulo reflexiona, por fin dirá:” Que quiere Ud., ella puede<br />
dejarme, o yo puedo perder tal o tal cosa. Es triste, por cierto! Yo<br />
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