Autobiografía - Misioneras de Madre Laura

PRESENTACIÓN
Presento un libro que es una revelación y una novedad. Para los católicos
de Colombia que, con cierta hondura y anchura, conocen nuestra reciente
historia eclesiástica, la Madre Laura Montoya no es una figura inaudita
o desconocida. Pero sospecha uno que semejante personalidad se
les queda encasillada en el mero nicho de Fundadora de misioneras y nada
más. Ése, a la verdad, es su máximo merecimiento, su título de más alta
alabanza, el eje unificador de su polifacética personalidad. Pero se podría
afirmar que Laura Montoya fue una suma de mujeres valiosas. Sus varias
actividades y preseas, repartidas, hubieran engrandecido y afamado a otras
tantas mujeres. Porque ella fue maestra, y excelente por cierto; fue escritora
descollante por la copiosidad y valía de sus páginas; fue emprendedora
de avasallante dinamismo, de poderosas energías; fue precursora de métodos
pastorales y audaces iniciativas que, a la vuelta de los años, han prevalecido
en la Iglesia bajo los impulsos del Concilio y fue alma frecuentemente
favorecida por divinas visitaciones en esas noches y esas alboradas
de que nos habla San Juan de la Cruz.
En ninguna de estas faces personales fue común o vulgar la Madre Laura.
Lo suyo tuvo siempre empeños de altura y totalidad. Cuanto emprendió o
tocó fue planeado por lo más alto, se le engrandeció en sus manos, se le
salió de la órbita humana para interesarse decididamente en la órbita de
Dios.
Este libro encierra una vida. Se ha dicho que la vida más sencilla y
corriente tiene su misterio y puede motivar un apasionante relato. La que
aquí se nos narra en primera persona es de una variedad, de una intensidad,
de un dramatismo, impresionantes. Aquí se nos refiere lo que Laura
Montoya soñó, pensó, hizo, padeció, para cumplir una misión confiada
por el cielo. Aquí está su vida de huérfana en montañas, haciendas y poblaciones
de Antioquia; aquí su aprendizaje en circunstancias novelescas;
su magisterio de improvisada y ejemplar pedagogía; su fundación de misioneras
andariegas, errabundas y navegabundas, sus enfermedades y contradicciones
que a otros hubieran apocado y a ella la tornaron recia y perseverante
y también las dádivas misteriosas que de arriba le vinieron para
el cumplimiento de su misión y de su carisma en la Iglesia. Todo se percibe
en estas páginas, patente, vigorosamente cincelado.
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