Autobiografía - Misioneras de Madre Laura

CAPÍTULO I
- LUGAR DE NACIMIENTO. MIS PADRES - FILIACIÓN DIVINA
- MI NOMBRE - SINGULARIDADES DE MI INFANCIA
- SE TRANSFORMA MI CARÁCTER - COMIENZA LA OBRA DE DIOS
- HECHOS DOLOROSOS Y TERRIBLE POBREZA
- SUPUESTA ORFANDAD
"Con ansia suma estuve aguardando al Señor. Y por fin inclinó a
mí sus oídos, y escuchó mis súplicas. Él me sacó del lado de la
miseria," (Sal. 39, 1-2)
Lugar de nacimiento - Mis padres
Comenzó lo que impropiamente llamo mi vida natural en Jericó 1 de
Antioquia, el 26 de Mayo de 1874.
Fueron mis padres Juan de la Cruz Montoya y Dolores Upegui. Ambos
cristianos sinceros. No conocí a mi padre. De él solo sé que fue comerciante
y médico; que sus costumbres fueron intachables y que su sangre
hervía cuando se trataba de la defensa de la verdad y la justicia. Que murió
sin sacramentos, en defensa de la religión, el 2 de diciembre de 1876 2 .
Mi madre, fue piadosa, caritativa y a tal punto era notoria la seriedad de
su carácter y su piedad, que sorprendió a todos, el que eligiera un esposo,
después de haber desdeñado la mano de un alto magistrado y de otros
connotados caballeros.
1Jericó: población del departamento de Antioquia, Colombia, fundada en 1840 por don
Santiago Santamaría. Cuna de hombres y mujeres ilustres por su santidad y sabiduría, entre
ellos, la Beata Laura Montoya y Jesús Aníbal Gómez, El 29 de enero de 1915 el Papa Benedicto
XV creó la Diócesis de Jericó. Dista de Medellín 149 kilómetros hacia el suroeste del departamento.
Por su agradable clima y fértiles tierras, es un floreciente centro agrícola. Se cultiva
especialmente, el café.
2 En 1876 gobernaba el país don Aquileo Parra quien trajo a Colombia pedagogos protestantes,
para que organizaran la educación del país. Los conservadores se sublevaron contra el
gobierno. El Estado de Antioquia declaró turbado el orden público y se inició una guerra
religiosa en la cual se atacó a la Iglesia. Obispos y sacerdotes fueron perseguidos. Muchos de
ellos tuvieron que esconderse en las montañas y algunos obispos fueron al destierro. En una
de estas contiendas, en Jericó, defendiendo sus valores religiosos, murió el padre de Laura,
don Juan de la Cruz Montoya.