Familia Mariannhill
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Julio-Octubre • Año XXXIV • 2011/3<br />
N. O 160
ser<br />
SAL<br />
“Vosotros sois la sal de la tierra.<br />
Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?<br />
No sirve más que para ser tirada fuera<br />
y que la pise la gente”.<br />
(Mt. 5, 13)<br />
En una obra de Bernanos se puede leer que un supuesto ateo de<br />
buena voluntad es invitado a predicar ante una asamblea cristiana. Así<br />
comenzó la prédica: “Vosotros decís que sois la sal de la tierra. Si el mundo<br />
huele tan mal, ¿a quién voy a echar las culpas?”<br />
Cuando la sal no tiene la fuerza de salar y de conservar, el alimento<br />
se torna insípido y llega a pudrirse. Digamos que el mundo huele y<br />
sabe mal y que está corrompido. Pero, ¿qué hacemos los cristianos que<br />
no aportamos la sal de nuestra fe para que el mundo se conserve bien<br />
y sepa mejor? Contra todo pronóstico los cristianos nos hemos vuelto<br />
insípidos; de ahí nuestra escasa o nula incidencia en el mundo.<br />
Los cristianos hemos sido enviados a estar en el mundo, pero sin<br />
perder la conciencia de haber sido llamados a ser la sal del mundo.<br />
Para ello no necesitamos ni apoyos políticos ni poder económico, sino<br />
la belleza de una vida que resulte irresistiblemente atractiva. Tampoco<br />
se esperan de nosotros milagros, a no ser el milagro que se produce a<br />
diario en nuestras cocinas cuando se añade un poco de sal a la comida.<br />
Linus<br />
FOTO: TYMOTEUSZ TELEGA CMM
Editor: Misioneros de <strong>Mariannhill</strong><br />
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<strong>Familia</strong> <strong>Mariannhill</strong><br />
Julio-Octubre • Año XXXIV • 2011/3<br />
N. O 160<br />
Ser sal............................................................................................ 2<br />
Los nuevos métodos misioneros<br />
en el sur de África .............................................. 4-9<br />
Mensaje del Papa<br />
para el Domund 2011 ................................... 10-13<br />
Juan Pablo II, Bienaventurado.................... 14-15<br />
JMJ Madrid 2011 ......................................................... 16-17<br />
P. Engelmar:<br />
Cartas desde la prisión (52) ................. 18-20<br />
Causa del P. Engelmar:<br />
favores y testimonios .................................... 21-22<br />
Así es nuestro Dios..................................................... 23-26<br />
El carisma misionero<br />
del Abad Francisco (36) ............................. 27-30<br />
Informe 2010:<br />
Sabelani Home y otros proyectos 31-33<br />
X tantos...................................................................................... 34-35<br />
De por vida ......................................................................... 36-37<br />
Misioneros y sacerdotes .....................................38-43<br />
<strong>Mariannhill</strong> ........................................................................... 44-45<br />
Ven a formar parte<br />
de nuestra familia ................................................ 46<br />
Nuestra página vocacional (n. o 51) .. 47<br />
Para pensar ......................................................................... 48<br />
Separata: Oracional de la <strong>Familia</strong> <strong>Mariannhill</strong><br />
(Fascículo N. o 31)<br />
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3
LOS NUEVOS<br />
MÉTODOS<br />
MISIONEROS<br />
EN EL<br />
SUR<br />
DE<br />
ÁFRICA<br />
FOTO: JOSÉ FRANCISCO FLORES ZAMBRANO CMM
La celebración del Año de San Pablo, a nivel de Iglesia universal, y<br />
del centenario de la muerte del Abad Francisco Pfanner, a nivel de<br />
esta porción de Iglesia, que es la <strong>Familia</strong> <strong>Mariannhill</strong>, nos ha vuelto<br />
a recordar que sigue siendo de urgente necesidad llevar el<br />
Evangelio de la salvación a todo el mundo, respondiendo con la<br />
valentía de Isaías: “¡Aquí estoy, Señor! ¡Envíame!” (cf. Is. 6, 8).<br />
El mandato misionero del Resucitado sigue siendo válido también<br />
hoy para nuestra generación (cf. Mc. 16, 15). Antes de su Ascensión,<br />
el Señor Jesús aseguró a sus discípulos –los de entonces y los de<br />
ahora– que no iban a estar solos, sino que Él estaría con ellos hasta el<br />
fin del mundo (cf. Mt. 28, 20).<br />
1. Los países que enviaban misioneros<br />
han cambiado<br />
En la década de los sesenta me encontraba enseñando y formando a<br />
futuros misioneros de <strong>Mariannhill</strong> en el Seminario, que por entonces<br />
tenía <strong>Mariannhill</strong> en la ciudad de Palencia (España), cuando mis superiores<br />
en Roma me ofrecieron la oportunidad de trabajar durante un par de<br />
años en alguna de nuestras misiones, a fin de conocer mejor la realidad<br />
misionera de nuestra Congregación. Así fue como llegué a Sudáfrica en<br />
1968. En poco tiempo la situación vocacional en Europa y América del<br />
Norte cambió y las necesidades de la misión en el hemisferio sur empezaron<br />
a tomar otro rumbo. Ante la escasez de personal en misiones,<br />
aquella previsión de trabajar un par de años en Sudáfrica se ha convertido<br />
en una experiencia misionera de más de cuarenta años de duración.<br />
Algunos opinan que la disminución de las vocaciones misioneras en<br />
el Norte ha sido una bendición para el Sur. Hoy en día apenas llega un<br />
nuevo misionero procedente del Norte. Esta situación obligó a las<br />
Iglesias locales en África a tomar las riendas del trabajo misionero, preocupándose<br />
seriamente en fomentar y formar sus propias vocaciones.<br />
Esto ha funcionado sorprendentemente bien. Lógicamente este método<br />
misionero, consistente en potenciar las Iglesias locales, necesitará<br />
siempre de ulteriores desarrollos.<br />
En algunos casos los métodos misioneros en África central, oriental<br />
y occidental difieren de los nuestros en el sur, por ello voy a limitarme<br />
a indicar los cambios y la evolución de los métodos de evangelización<br />
actuales en África meridional.<br />
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2. Los medios de transporte<br />
han cambiado<br />
Así fue mi primer viaje a Sudáfrica en 1968: Tomé un tren en Frank -<br />
furt (Alemania) y durante medio día viajé hasta llegar al puerto de Ve ne -<br />
cia (Italia). Allí, 13 misioneros (benedictinos, jesuitas y otros) nos embarcamos<br />
en el “Europa”. Bordeamos Sicilia en el mediterráneo, pa samos<br />
Gi braltar y, ya en el Océano Atlántico, el barco recorrió la costa occidental<br />
de África, parando en las Islas Canarias (España), en Luanda (Angola)<br />
y en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). La siguiente parada fue Dur ban, en el<br />
Océano Índico, donde los misioneros que íbamos para Sudáfrica y Zim -<br />
babwe desembarcamos, después de casi veinte días de viaje.<br />
Hoy, llegar por avión desde Europa a la punta sur de África requiere<br />
únicamente 10/12 horas de vuelo. Volar desde Johannesburgo a<br />
Mthatha lleva ahora alrededor de una hora, mientras que en coche se<br />
tardaría un día entero. La misión de Landsend está tan sólo a unos diez<br />
minutos en coche desde el actual aeropuerto de Mthatha, que no existía<br />
cuando yo llegué.<br />
En 1970 una licencia de conducir no era de mucha utilidad, pues<br />
para visitar las misiones necesitábamos utilizar caballos. La ventaja era<br />
que el “combustible” salía gratis, ya que crecía en cualquiera de las laderas<br />
por donde cabalgábamos. Esto ha cambiado notablemente durante<br />
las últimas cuatro décadas, pues el gobierno local y la gente han vallado<br />
sus propiedades, han construido caminos de grava o asfalto, haciendo<br />
así que los accesos a caballo ya no sean viables. Ahora, lógicamente,<br />
dependemos de los coches para nuestros desplazamientos.<br />
3. Los métodos de evangelización<br />
han cambiado<br />
Hace algunas décadas y especialmente en las regiones rurales,<br />
cuando muchos adultos aún no habían tenido la oportunidad de ir a<br />
escuela, la evangelización y/o la transmisión del conocimiento de la fe<br />
se realizaba principalmente mediante la traducción oral al idioma local,<br />
de la que se encargaba un catequista indígena con suficiente dominio<br />
del inglés. Ahora, la mayor parte de los niños y jóvenes saben leer y<br />
escribir, de modo que las biblias, los catecismos y cancioneros impresos<br />
en las lenguas indígenas pueden ser ampliamente utilizados.<br />
Además de los materiales impresos de catequesis, se utilizan los modernos<br />
medios audio-visuales. Sin embargo a la hora de evangelizar, el testimonio<br />
personal y el bien hacer cristiano no pueden ser totalmente<br />
sustituidos por los medios tecnológicos más avanzados, especialmente<br />
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cuando se visita a los enfermos o se consuela a las familias afligidas por<br />
la enfermedad, se alienta a los abatidos y se levanta a los pobres.<br />
Aunque el excelente y holístico método misionero –“Mejores Casas,<br />
Mejores Campos, Mejores Corazones”– del P. Bernhard Huss CMM<br />
sigue siendo válido, el énfasis en los últimos años se está poniendo en<br />
hacer que los cristianos del lugar sean más autónomos y las comunidades<br />
cristianas más autosuficientes. Sin embargo este proceso es lento y<br />
durante todavía mucho tiempo no se podrá prescindir de la ayuda<br />
externa de nuestros bienhechores.<br />
4. La vida ha cambiado<br />
Al disponer ahora de electricidad y gracias a la difusión de las nuevas<br />
tecnologías, muchas misiones en África del Sur ya tienen acceso a internet<br />
y pueden los misioneros servirse de la telefonía móvil, pudiéndose<br />
comunicar con la lejana oficina del obispo o con los otros misioneros de<br />
la misión vecina para compartir los programas pastorales, el calendario<br />
de reuniones y talleres; todo ello de suma utilidad a la hora de coordinar<br />
trabajos. Estos mismos medios son también muy útiles para que el misionero<br />
pueda tener un contacto más frecuente con su familia, con sus bienhechores,<br />
pudiendo así informar a sus comunidades de origen sobre las<br />
actividades misioneras que está llevando a cabo.<br />
Otras denominaciones cristianas han desarrollado programas de radio<br />
y de televisión para difundir el Evangelio. Con frecuencia estos programas,<br />
amparándose en la libertad de expresión, presentan el mensaje bíblico de<br />
manera muy selectiva, un tanto superficial y con un cierto sesgo anticatólico.<br />
Sólo muy recientemente la Iglesia Católica ha logrado obtener el permiso<br />
del gobierno para hacer que su voz pueda ser también escuchada,<br />
gracias a “Radio Veritas”, al menos en algunas regiones de Sudáfrica.<br />
Los modernos medios de comunicación son ciertamente un potencial<br />
para el trabajo misionero e, incluso, para el diálogo ecuménico e interreligioso.<br />
Pero la utilización interesada y selectiva de noticias e informaciones,<br />
cuajadas de medias verdades, puede causar confusión en el seno de<br />
las comunidades cristianas todavía jóvenes. Éstas han de ser preparadas<br />
para resistir las convicciones religiosas opuestas, guiadas por la máxima:<br />
“Amar la propia posición, respetando la de los demás”.<br />
5. Los retos de la inculturación<br />
y de la animación misionera<br />
La inculturación, que permite a la población local sentirse como en<br />
casa dentro de las comunidades cristianas, se ha convertido en un impor-<br />
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FOTO: JOSÉ FRANCISCO FLORES ZAMBRANO CMM
tante medio para expresar en profundidad la fe cristiana. Pero el entusiasmo<br />
por la inculturación parece haber disminuido un poco, debido<br />
sobre todo a las migraciones, ya voluntarias ya forzadas.<br />
En Sudáfrica no dejan de surgir comunidades multilingües y multiculturales,<br />
lo que a veces provoca tensiones, confusión y falta de armonía.<br />
Se hace difícil elegir qué cultura deba ser considerada como dominante,<br />
de modo que algunas parroquias de misión tienen que ser<br />
multilingües y multiculturales en la catequesis y la liturgia, en la formación<br />
de dirigentes, en los cursos de renovación espiritual y también en<br />
el establecimiento de programas de re-evangelización, teniendo en<br />
cuenta que el Evangelio trasciende todas las culturas y es motor de unidad<br />
en la diversidad.<br />
Otro de los métodos, que hay que potenciar en beneficio de la actividad<br />
misionera al sur de África, es la formación y el acompañamiento<br />
de los propios católicos africanos, no sólo para sus propia organización<br />
y mantenimiento sino para que se hagan progresivamente responsables<br />
de la animación misionera para África, convirtiéndose en misioneros<br />
de sus propios hermanos y hermanas, tanto en África como también<br />
fuera de ella.<br />
6. Actualización continua<br />
de los métodos misioneros<br />
Decía con frecuencia el Beato Papa Juan Pablo II que la Iglesia, siendo<br />
el pueblo de la vida y para la vida, está llamada a construir una cultura<br />
de la vida y la civilización del amor. Éste es también el reto último<br />
que tienen las comunidades católicas al sur de África.<br />
La fuerza motriz y el criterio de verificación de todos los métodos<br />
misioneros, a fin de cumplir con el mandato misionero del Resucitado<br />
(cf. Jn. 20, 21), ha sido en el pasado, aún debe serlo hoy, y tendrá que<br />
seguir siéndolo en el futuro, el amor de Dios. Es un hecho incuestionable<br />
que las obras de caridad revelan que el alma de la verdadera actividad<br />
misionera es el amor. El amor ha sido y sigue siendo la fuerza<br />
impulsora de la misión y, también, el único criterio para juzgar la elección<br />
de los métodos misioneros más adecuados. Es el principio que<br />
debe regir la predicación del Evangelio y el fin al que debe dirigirse la<br />
actividad misionera. Nos dejó escrito el Beato Papa Juan Pablo II:<br />
“Cuando actuamos con miras a la caridad o inspirados por la caridad,<br />
nada es disonante y todo es bueno” (Redemptoris Missio 60).<br />
P. Francis Jank CMM<br />
Misionero de <strong>Mariannhill</strong><br />
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FOTO: KRZYSTOF ZACHARUK CMM<br />
MENSAJE DEL SANTO PADRE<br />
BENEDICTO XVI<br />
PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2011<br />
«Como el Padre me ha enviado,<br />
así también os envío yo» (Jn 20,21)
Con ocasión del Jubileo del año 2000, el venerable Juan Pablo II, al<br />
comienzo de un nuevo milenio de la era cristiana, reafirmó con<br />
fuerza la necesidad de renovar el compromiso de llevar a todos el<br />
anuncio del Evangelio «con el mismo entusiasmo de los cristianos de los primeros<br />
tiempos» (Novo millennio ineunte, 58). Es el servicio más valioso que la<br />
Iglesia puede prestar a la humanidad y a toda persona que busca las razones<br />
profundas para vivir en plenitud su existencia. Por ello, esta misma invitación<br />
resuena cada año en la celebración de la Jornada mundial de las misiones. En<br />
efecto, el incesante anuncio del Evangelio vivifica también a la Iglesia, su fervor,<br />
su espíritu apostólico; renueva sus métodos pastorales para que sean cada<br />
vez más apropiados a las nuevas situaciones —también las que requieren una<br />
nue va evangelización— y animados por el impulso misionero: «La mi sión<br />
renueva la Iglesia, refuerza la fe y la identidad cristiana, da nuevo entusiasmo<br />
y nuevas motivaciones. ¡La fe se fortalece dándola! La nueva evangelización<br />
de los pueblos cristianos hallará inspiración y apoyo en el compromiso por la<br />
misión universal» (Juan Pablo II, Redemptoris missio, 2).<br />
Id y anunciad<br />
Este objetivo se reaviva continuamente por la celebración de la liturgia,<br />
especialmente de la Eucaristía, que se concluye siempre recordando el mandato<br />
de Jesús resucitado a los Apóstoles: «Id...» (Mt 28, 19). La liturgia es<br />
siempre una llamada «desde el mundo» y un nuevo envío «al mundo» para dar<br />
testimonio de lo que se ha experimentado: el poder salvífico de la Palabra de<br />
Dios, el poder salvífico del Misterio pascual de Cristo. Todos aquellos que se<br />
han encontrado con el Señor resucitado han sentido la necesidad de anunciarlo<br />
a otros, como hicieron los dos discípulos de Emaús. Después de reconocer<br />
al Señor al partir el pan, «y levantándose en aquel momento, se volvieron<br />
a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once» y refirieron lo<br />
que había sucedido durante el camino (Lc 24, 33-35). El Papa Juan Pablo II<br />
exhortaba a estar «vigilantes y preparados para reconocer su rostro y correr<br />
hacia nuestros hermanos, para llevarles el gran anuncio: ¡Hemos visto al<br />
Señor!» (Novo millennio ineunte, 59).<br />
A todos<br />
Destinatarios del anuncio del Evangelio son todos los pueblos. La Iglesia<br />
«es, por su propia naturaleza, misionera, puesto que tiene su origen en la<br />
misión del Hijo y la misión del Espíritu Santo, según el plan de Dios Padre»<br />
(Ad gentes, 2). Esta es «la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad<br />
más profunda. Existe para evangelizar» (Pablo VI, Evangelii nuntiandi, 14). En<br />
consecuencia, no puede nunca cerrarse en sí misma. Arraiga en determina-<br />
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12<br />
dos lugares para ir más allá. Su acción, en adhesión a la palabra de Cristo y<br />
bajo la influencia de su gracia y de su caridad, se hace plena y actualmente<br />
presente a todos los hombres y a todos los pueblos para conducirlos a la fe en<br />
Cristo (cf. Ad gentes, 5).<br />
Esta tarea no ha perdido su urgencia. Al contrario, «la misión de Cristo<br />
Redentor, confiada a la Iglesia, está aún lejos de cumplirse... Una mirada global<br />
a la humanidad demuestra que esta misión se halla todavía en los comienzos<br />
y que debemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio»<br />
(Redemptoris missio, 1). No podemos quedarnos tranquilos al pensar que,<br />
después de dos mil años, aún hay pueblos que no conocen a Cristo y no han<br />
escuchado aún su Mensaje de salvación.<br />
No sólo; es cada vez mayor la multitud de aquellos que, aun habiendo<br />
recibido el anuncio del Evangelio, lo han olvidado y abandonado, y no se<br />
reconocen ya en la Iglesia; y muchos ambientes, también en sociedades tradicionalmente<br />
cristianas, son hoy refractarios a abrirse a la palabra de la fe.<br />
Está en marcha un cambio cultural, alimentado también por la globalización,<br />
por movimientos de pensamiento y por el relativismo imperante, un cambio<br />
que lleva a una mentalidad y a un estilo de vida que prescinden del Mensaje<br />
evangélico, como si Dios no existiese, y que exaltan la búsqueda del bienestar,<br />
de la ganancia fácil, de la carrera y del éxito como objetivo de la vida,<br />
incluso a costa de los valores morales.<br />
Corresponsabilidad de todos<br />
La misión universal implica a todos, todo y siempre. El Evangelio no es<br />
un bien exclusivo de quien lo ha recibido; es un don que se debe compartir,<br />
una buena noticia que es preciso comunicar. Y este don-compromiso está<br />
confiado no sólo a algunos, sino a todos los bautizados, los cuales son «linaje<br />
elegido, nación santa, pueblo adquirido por Dios» (1 P 2, 9), para que proclame<br />
sus grandes maravillas.<br />
En ello están implicadas también todas las actividades. La atención y la cooperación<br />
en la obra evangelizadora de la Iglesia en el mundo no pueden limitarse<br />
a algunos momentos y ocasiones particulares, y tampoco pueden considerarse<br />
como una de las numerosas actividades pastorales: la dimensión misionera<br />
de la Iglesia es esencial y, por tanto, debe tenerse siempre presente. Es importante<br />
que tanto los bautizados de forma individual como las comunidades eclesiales<br />
se interesen no sólo de modo esporádico y ocasional en la misión, sino de<br />
modo constante, como forma de la vida cristiana. La misma Jornada mundial<br />
de las misiones no es un momento aislado en el curso del año, sino que es una<br />
valiosa ocasión para detenerse a reflexionar si respondemos a la vocación misionera<br />
y cómo lo hacemos; una respuesta esencial para la vida de la Iglesia.<br />
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Evangelización global<br />
La evangelización es un proceso complejo y comprende varios elementos.<br />
Entre estos, la animación misionera ha prestado siempre una atención peculiar<br />
a la solidaridad. Este es también uno de los objetivos de la Jornada mundial<br />
de las misiones, que a través de las Obras misionales pontificias, solicita<br />
ayuda para el desarrollo de las tareas de evangelización en los territorios de<br />
misión. Se trata de sostener instituciones necesarias para establecer y consolidar<br />
a la Iglesia mediante los catequistas, los seminarios, los sacerdotes; y<br />
también de dar la propia contribución a la mejora de las condiciones de vida<br />
de las personas en países en los que son más graves los fenómenos de pobreza,<br />
malnutrición sobre todo infantil, enfermedades, carencia de servicios sanitarios<br />
y para la educación. También esto forma parte de la misión de la<br />
Iglesia. Al anunciar el Evangelio, la Iglesia se toma en serio la vida humana<br />
en sentido pleno. No es aceptable, reafirmaba el siervo de Dios Pablo VI, que<br />
en la evangelización se descuiden los temas relacionados con la promoción<br />
humana, la justicia, la liberación de toda forma de opresión, obviamente respetando<br />
la autonomía de la esfera política. Desinteresarse de los problemas<br />
temporales de la humanidad significaría «ignorar la doctrina del Evangelio<br />
acerca del amor al prójimo que sufre o padece necesidad» (Evangelii nuntiandi,<br />
31. cf. n. 34); no estaría en sintonía con el comportamiento de Jesús, el<br />
cual «recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas,<br />
proclamando la buena nueva del Reino y curando todas las enfermedades y<br />
dolencias» (Mt 9, 35).<br />
Así, a través de la participación corresponsable en la misión de la Iglesia,<br />
el cristiano se convierte en constructor de la comunión, de la paz, de la solidaridad<br />
que Cristo nos ha dado, y colabora en la realización del plan salvífico<br />
de Dios para toda la humanidad. Los retos que esta encuentra llaman a<br />
los cristianos a caminar junto a los demás, y la misión es parte integrante de<br />
este camino con todos. En ella llevamos, aunque en vasijas de barro, nuestra<br />
vocación cristiana, el tesoro inestimable del Evangelio, el testimonio vivo de<br />
Jesús muerto y resucitado, encontrado y creído en la Iglesia.<br />
Que la Jornada mundial de las misiones reavive en cada uno el deseo y la<br />
alegría de «ir» al encuentro de la humanidad llevando a todos a Cristo. En su<br />
nombre os imparto de corazón la bendición apostólica, en particular a quienes<br />
más se esfuerzan y sufren por el Evangelio.<br />
Vaticano, 6 de enero de 2011, solemnidad de la Epifanía del Señor<br />
BENEDICTUS PP. XVI<br />
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13
JUAN<br />
PABLO II<br />
FOTO: MM<br />
14<br />
Bienaventurado<br />
El pasado 1 de mayo, domingo de la Divina Mise ricor -<br />
dia, y en el marco de una impresionante celebración, el<br />
Santo Padre Benedicto XVI beatificó a su predecesor el<br />
Papa Juan Pablo II el Grande. El ahora Beato Juan Pablo II<br />
fue grande por muchas razones. A todas ellas se añade<br />
ahora el hecho de que en Él tenemos a un gran amigo<br />
intercediendo ante Dios en nuestro favor. Publicamos dos<br />
anécdotas de la vida del Bienaventurado Juan Pablo II,<br />
que hablan por sí solas de su grandeza.<br />
Juan Pablo II y el mendigo<br />
Un sacerdote norteamericano de la diócesis de Nueva York se disponía<br />
a rezar en una de las parroquias de Roma cuando, al entrar, se<br />
encontró con un mendigo. Después de observarlo durante un momento,<br />
el sacerdote se dio cuenta de que conocía a aquel hombre. ¡Era un<br />
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compañero del seminario, ordenado<br />
sacerdote el mismo día que él! Y ahora<br />
mendigaba por las calles. El sacerdote,<br />
tras identificarse y saludarle, escuchó de<br />
labios del mendigo cómo había perdido<br />
su fe y su vocación, quedando profundamente<br />
estremecido.<br />
Al día siguiente, el sacerdote llegado<br />
de Nueva York tuvo la oportunidad de<br />
asistir a la Misa privada del Papa Juan<br />
Pablo II, al que pudo saludar al final de la<br />
misma. Al llegar su turno sintió el impulso<br />
de arrodillarse ante el Santo Padre y pedirle<br />
que rezara por su antiguo compañero<br />
de seminario, describiendo brevemente la<br />
situación del mismo al Papa.<br />
Un día después recibió una invitación<br />
del Vaticano para cenar con el Papa, en<br />
la que solicitaba llevara consigo al mendigo<br />
con quien se había encontrado en<br />
la puerta de la parroquia. El sacerdote<br />
volvió a la parroquia y le comentó a su<br />
amigo el deseo del Papa. Una vez que<br />
hubo convencido el mendigo, le llevó a<br />
su lugar de hospedaje, le ofreció ropa y<br />
la oportunidad de asearse.<br />
El Pontífice, después de la cena, indicó<br />
al sacerdote de Nueva York que los dejara<br />
solos, y pidió al mendigo que escuchara<br />
su confesión. El mendigo, impresionado,<br />
respondió que ya no era sacerdote, a lo<br />
que el Papa contestó: “Una vez sacerdote,<br />
sacerdote siempre”. “Pero estoy fuera de<br />
mis facultades de presbítero”, insistió el<br />
mendigo. “Yo soy el obispo de Roma, me<br />
puedo encargar de eso”, dijo el Papa.<br />
Aquel mendigo escuchó la confesión<br />
del Santo Padre y le pidió a su vez que<br />
escuchara su propia confesión. Después<br />
de ella lloró amargamente. Al final Juan<br />
Pablo II le preguntó en qué parroquia<br />
había estado mendigando, y le designó<br />
asistente del párroco de la misma y encargado<br />
de la atención a los mendigos.<br />
Juan Pablo II y el rabino<br />
El Papa Juan Pablo II, en una de las<br />
solemnes salas del Vaticano, recibió en<br />
cierta ocasión a una de las más altas autoridades<br />
religiosas del judaísmo, el gran<br />
Rabino del Estado de Israel, Meir Lau.<br />
Durante la audiencia el rabino judío<br />
narró al Sumo Pontífice un hecho acaecido<br />
hacía décadas en una ciudad europea.<br />
Le contó que, terminada la Segunda Gue -<br />
rra Mundial, una mujer católica se di ri gió<br />
al párroco de su pueblo, para hacerle una<br />
consulta. Ella y su esposo tenían a su cuidado,<br />
desde los días de la guerra, a un ni -<br />
ño judío. Los padres de este niño judío<br />
encomendaron a este matrimonio católico<br />
el cuidado del mismo poco antes de haber<br />
sido enviados a un campo de concentración.<br />
Los padres del niño, desaparecidos<br />
en el trágico infierno de la masacre nazi,<br />
habían previsto para el pequeño un futuro<br />
en la tierra de Israel y soñaban con ello.<br />
La mujer se encontraba ante una<br />
encrucijada y pedía al sacerdote católico<br />
un consejo, ya que su intención era bautizar<br />
al niño en agradecimiento por<br />
haber sobrevivido a la masacre. El párroco<br />
tuvo una pronta y comprensiva respuesta:<br />
“Se debe respetar la voluntad de<br />
los padres”. El mencionado niño judío<br />
fue enviado al entonces naciente Estado<br />
de Israel, donde se crió y educó.<br />
Juan Pablo II encontró el hecho na rra -<br />
do muy interesante. Pero el suceso se volvió<br />
conmovedor cuando el gran rabino de<br />
Israel le aclaró la identidad de aquellas personas:<br />
“Usted, Santidad, era ese párroco<br />
católico. Y ese niño huérfano… era yo”.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
15
JMJ MADRID 2011<br />
FOTO: JOSÉ FRANCISCO FLORES ZAMBRANO CMM
Amigo<br />
y Señor Jesucristo<br />
Amigo y Señor nuestro Jesucristo, ¡qué grande eres!<br />
Con tus palabras y tus obras nos has revelado<br />
quién es Dios, Padre tuyo y Padre de todos nosotros,<br />
y quién eres Tú: nuestro Salvador.<br />
Nos llamas a estar contigo. Queremos seguirte adonde vayas.<br />
Te damos gracias por tu Encarnación; eres el Hijo Eterno de Dios,<br />
pero no te importó rebajarte y hacerte hombre.<br />
Te damos gracias por tu Muerte y Resurrección;<br />
obedeciste la voluntad del Padre hasta el final<br />
y por eso eres Señor de todos y de todas las cosas.<br />
Te damos gracias porque en la Eucaristía te has quedado entre nosotros;<br />
tu Presencia, tu Sacrificio, tu Banquete nos invitan siempre a unirnos a Ti.<br />
Nos llamas a trabajar contigo.<br />
Queremos ir adonde Tú nos envíes a anunciar tu Nombre,<br />
a curar en tu Nombre, a acompañar a nuestros hermanos hasta Ti.<br />
Danos tu Espíritu Santo, que nos ilumine y fortalezca.<br />
La Virgen María, la Madre que nos diste en la cruz,<br />
nos anima siempre a hacer lo que Tú nos dices.<br />
Tú eres la Vida.<br />
¡Que nuestro pensamiento, nuestro amor y nuestro obrar<br />
tengan sus raíces en Ti!<br />
Tú eres nuestra Roca.<br />
¡Que la fe en Ti sea el fundamento sólido de toda nuestra vida!<br />
Te pedimos por el Papa Benedicto XVI, por los Obispos y por todos los que<br />
preparan la próxima Jornada Mundial de los Jóvenes en Madrid.<br />
Te pedimos por nuestras familias y nuestros amigos,<br />
y en especial por los jóvenes que te van a conocer en ese encuentro<br />
por el testimonio firme y gozoso de la fe.<br />
Amén.
18<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
P. Engelmar<br />
Cartas<br />
desde la prisión 52<br />
En esta sección de la revista <strong>Familia</strong> <strong>Mariannhill</strong> venimos publicando<br />
las cartas que el Venerable Siervo de Dios P. Engelmar H.<br />
Unzeitig CMM escribió mientras estuvo prisionero en el Campo de<br />
Concentración de Dachau desde el año 1941 al año 1945. Hemos<br />
publicado ya las cartas que escribió en los años 1941, 1942 y 1943.<br />
De las catorce cartas, fechadas en 1944 y que todavía se conservan,<br />
publicamos en esta ocasión la novena y la décima.<br />
Mi querida familia:<br />
Dachau CC3, 11 de Junio de 1944<br />
Hasta hoy es cuando me pongo a escribiros de nuevo, debido a las vacaciones<br />
de Pentecostés. La última carta vuestra y de los familiares que tengo en<br />
mi mano es del 18 de Mayo. No recibo mucho correo, pues sólo puedo escribir<br />
a los soldados que están en el frente. Mi más sincero agradecimiento por los<br />
paquetes que me han enviado tanto Elsa como Mili. Sigo preocupándome porque<br />
estáis haciendo demasiados sacrificios. Espero que, al menos y a modo de<br />
pequeña compensación, utilicéis para vuestras propias necesidades el dinero<br />
que os manda el P. Otto. ¿Os sigue mandando algo realmente? Me resulta muy<br />
doloroso tener que ser una carga para vosotros durante tanto tiempo y no<br />
poder ganarme mi propio mantenimiento.<br />
Lo que se le da a Él por amor, Él mismo se encargará de recompensarlo<br />
abundantemente con bienes temporales y, sobre todo, con bienes eternos.<br />
Ahora Otto lleva ya mucho tiempo sin escribir nada. Pero supongo que<br />
todo seguirá igual con él. Me hace feliz que también allí estén rezando tanto<br />
por mí; eso mismo, por cierto, es lo que estoy intentando hacer por todos mis<br />
seres queridos en casa y por Otto. Quiera Dios que nuestra querida difunta<br />
madre, a la que ya le debo mucha ayuda, continúe asistiéndome en esta tarea.<br />
Aquí las cosas siguen igual como la última vez.
Parece ser que el día 9 hubo un ataque aéreo sobre Munich, pero, gracias<br />
a Dios, nosotros no sufrimos ningún daño. Así que nos encontramos<br />
todavía bien y con salud; solamente deseo que los demás también puedan<br />
reconocer el amor de Dios detrás de los sufrimientos presentes y no se<br />
dejen romper o amargar por el sufrimiento. Cada vez resulta más claro que<br />
esto es una gran gracia de Dios, puesto que son muchos los que encuentran<br />
tan duro aceptar esta idea.<br />
Me gustaría escribir a Friedrich y tratar de animarle algo. Sin embargo,<br />
dado que esto no es posible, dejemos que lo haga mi hermana María,<br />
haciéndole llegar mis saludos, con la seguridad de que yo siempre le recordaré<br />
en el Santo Sacrificio de la Misa. Quizá también podrías escribir esto<br />
mismo en la próxima carta que mandéis a Regina, a Karl y a los demás que<br />
me recuerdan: a la señorita Essl, a la señora Poferl y al señor Hiedel también.<br />
Si Karl ha vuelto a tener un código postal militar, mandádmelo, por<br />
favor. Y lo mismo con Weichselbaumer.<br />
El tiempo por aquí es bastante inestable, con frecuencia fresco y últimamente<br />
algo húmedo, pero parece como si ahora empieza a templarse.<br />
Esperemos que sea pronto cuando nos podamos volver a ver. Pero aguardemos<br />
pacientemente hasta que Dios en su sabia Providencia permita un<br />
cambio en esta situación.<br />
Unidos con vosotros en la oración mutua, os saludo cordialmente y también<br />
a los cuñados, a los familiares, hermanos de Congregación y conocidos.<br />
Vuestro en la distancia.<br />
Mi querida familia:<br />
Hubert<br />
Dachau CC3, 25 de Junio de 1944<br />
Últimamente suele ocurrir que vuestra carta llega el lunes o el martes<br />
después del domingo en que yo os he mandado mi carta. Estoy seguro que<br />
vosotros, si podéis, contestáis mis cartas inmediatamente y que la causa de<br />
los retrasos hay que buscarla en otro lugar. Así que voy a tomar las cosas<br />
como vienen. Gracias de verdad por vuestro paquete, que recibí el 14 de<br />
Junio. Llegó en buenas condiciones; pero, por favor, no hagáis sacrificios<br />
tan grandes.<br />
Los soldados pueden escribirme todos. Yo les contestaré por medio<br />
vuestro, dado que sólo puedo escribir directamente a los que se encuentren<br />
en el frente. Me hace muy feliz que mis sobrinos y sobrinas quieran rezar por<br />
mis intenciones.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
19
20<br />
Por favor, haced llegar la segunda parte de esta carta al P. Otto. A<br />
menudo pienso en Regina, como me ha pedido que haga. Al recordaros a<br />
todos vosotros en la oración, os saludo de nuevo y también a mis cuñados,<br />
a los familiares y conocidos.<br />
Hubert<br />
Querido P. Otto:<br />
1 La tinta china que utilizó el censor del Campo en el reverso del papel para borrar dos líneas,<br />
también ha borrado las dos líneas paralelas en el anverso de la carta.<br />
2 Aquí hay cuatro líneas perdidas, debido al censor del Campo.<br />
3 El censor del Campo ha borrado varias palabras.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
[25 de Junio de 1944]<br />
Me gustaría también… enviarle unas cuentas líneas... 1 Así mismo me<br />
gustaría… por los amables saludos y también por los maravillosos regalos<br />
que usted me ha enviado tan a menudo, o que ha hecho que Eckehard me<br />
envíe, supongo. Justo esta semana he recibido otro pequeño paquete con<br />
toda esa clase de cosas que uno no encuentra en el Campo. Si usted quiere<br />
volver a escribirme unas líneas, le sugeriría que quizá podría enviarlas a<br />
través de mi hermana, porque entonces ambas cartas irían como una sola.<br />
Si Desiderius o alguno otro de la familia se encuentra en el frente de<br />
batalla (sobre todo en el este), me haría muy feliz si pudiera tener su número<br />
militar de correos. Con frecuencia he escrito pidiéndolo, pero hasta<br />
ahora María no ha sido capaz de dármelo. En esta separación del mundo<br />
en que me encuentro, sería hermoso, al menos, entrar en contacto por<br />
carta con hermanos de Congregación y con los familiares. En el… 2 y por<br />
ello Dios lo arregló de tal manera que fuimos trasladados de antemano. En<br />
el futuro pondré mi confianza en su sabia Providencia. Con toda seguridad<br />
Él cuidará de todo. Continuaré, sobre todo mediante medios espirituales y<br />
en la medida en que pueda, removiendo inquietudes, disminuyendo sufrimientos<br />
y promoviendo la paz. Oh, si yo pudiera, al menos, reparar por la<br />
terrible culpa de la humanidad y aplacar la justicia de Dios por medio de un<br />
amor sin límites y mediante la reparación, a fin de que pronto vuelvan de<br />
nuevo tiempos más pacíficos y serenos para una humanidad tan dolorosamente<br />
probada y, hasta cierto punto, extraviada.<br />
Que Ansbert no dé ya ninguna señal de vida, me hiere un poco, ya que<br />
me siento muy cercano a las que fueron mis ovejas. Yo 3 … él tiene trabajo.<br />
Recuerdos cordiales a todos los hermanos de Congregación.<br />
Permanezco unido a usted en la oración mutua.<br />
Suyo,<br />
H. Unzeitig
Causa del P. Engelmar:<br />
Favores y testimonios<br />
Una madre agradecida<br />
En agradecimiento al P. Engelmar. Le encomendé a mi hijo a fin de que aprobara<br />
unas oposiciones para conseguir un puesto de trabajo en el Ministerio del Interior. Con<br />
la ayuda de Dios, de la Virgen María y la intercesión del P. Engelmar aprobó y ya está<br />
trabajando. Estoy muy agradecida. Les mando este donativo de 200 € para la causa<br />
de beatificación del P. Engelmar.<br />
C. M. (Salamanca)<br />
La tranquilidad de una esposa<br />
Tanto mi marido como yo hemos recibido favores por medio de la intercesión del<br />
P. Engelmar. Y esos favores incluyen que durante los años 2008 y 2009 mi marido se<br />
ha visto liberado de la muerte, al menos en tres ocasiones. Superó un aneurisma en el<br />
cerebro y se ha visto libre de la sonda nasogástrica. Estuvo internado en el hospital<br />
durante meses, algunas veces en situación de coma inducido médicamente, y, sin<br />
embargo, sobrevivió y ha salido adelante totalmente, pudiendo hacer todas las cosas,<br />
como caminar, hablar y pensar. Incluso trabaja a tiempo completo. También yo he<br />
sido bendecida, saliendo totalmente recuperada después del trauma por la situación<br />
de mi marido, mejorando mi salud un montón, llegando incluso a ganar peso.<br />
R. R.<br />
Un paisano del P. Engelmar<br />
Con frecuencia hago la novena al P. Engelmar, pidiendo por alguna gracia especial.<br />
He venido a saber del P. Engelmar a finales de la década de los 90. Nací en<br />
Alemania, no muy lejos de donde él nació y donde mi padre y mi madre tuvieron que<br />
sufrir trabajos forzados a lo largo de los cinco años de la Segunda Guerra Mundial. Mi<br />
madre perdió un dedo en esos trabajos y casi le arrebatan a mi hermana. Digo todo<br />
esto, dado que tengo una especial devoción al P. Engelmar por mi pasado familiar. Le<br />
estoy rezando por varias intenciones muy especiales y les volveré a escribir informando<br />
de cualquier favor especial que reciba por la intercesión del P. Engelmar.<br />
F. P.<br />
El agradecimiento de una hermana<br />
Le agradezco al P. Engelmar porque en el segundo día de la novena, que le estaba<br />
haciendo, obró un maravilloso milagro con mi querido hermano J.J. Ese día recibimos<br />
una fenomenal noticia de parte del doctor que estaba tratando de próstata a mi<br />
hermano, en el sentido de que no necesitaba someterse a ninguna operación quirúrgica.<br />
Aunque su médico de cabecera estaba preocupado por ver cuáles eran los resultados<br />
del laboratorio, éstos evidenciaron que los niveles de riego eran los normales. El<br />
doctor nos ha dicho que estos niveles de riesgo en la próstata de mi hermano pueden<br />
fluctuar; pero que no debemos preocuparnos indebidamente ahora y que volvamos<br />
en cuatro meses. Mi hermano se sintió completamente aliviado. Gracias, P. Engelmar.<br />
También yo me sentí aliviada, ya que quiero mucho a este mi único hermano.<br />
D. M.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
21
El testimonio de una madre<br />
Les hago llegar este donativo en agradecimiento por dos peticiones que han sido<br />
atendidas por el P. Engelmar. Cuando uno de mis hijos me informó que quería vender<br />
su casa, empecé a rezar la novena al P. Engelmar. Después de finalizar la primera novena,<br />
comencé a rezar una segunda. En el séptimo día de esta segunda novena, su agencia<br />
inmobiliaria le comunicó que su casa había sido vendida. De nuevo comencé a<br />
rezar otra novena en favor del más pequeño de mis hijos, que solía rezar el rosario conmigo.<br />
Un día se negó a ello, alegando que tenía muchos problemas. En el quinto día<br />
de la segunda novena por este hijo pequeño, me pidió si podíamos volver a rezar juntos<br />
el rosario. Gracias, P. Engelmar. De nuevo he comenzado a rezar otra novena,<br />
pidiendo por otras necesidades, esperando que el P. Engelmar me las conceda. Tengo<br />
mucha fe en él.<br />
B. C. G.<br />
PRECES<br />
Dios, Padre Bueno, te pedimos:<br />
Que el amor del P. Engelmar<br />
hacia Ti nos anime a hacer<br />
más religiosa nuestra vida;<br />
Que su celo misionero mantenga<br />
vivo en nosotros el afán apostólico;<br />
Que su entrega a los demás,<br />
en especial a los más necesitados,<br />
nos sirva de ejemplo;<br />
Que su paciencia en la adversidad<br />
nos conforte en la hora de la prueba;<br />
Que el sacrificio de su juventud<br />
estimule a los jóvenes a responder<br />
con generosidad a la vocación.<br />
22<br />
La constancia de una abuela<br />
Hace casi diez años que comencé a hacer la novena al P. Engelmar y es ahora<br />
cuando finalmente estoy recogiendo la cosecha. Mi nieto tenía problemas muy serios.<br />
Ahora tiene 28 años, un buen empleo y una novia maravillosa. Continuaré rezando la<br />
novena por él en los años por venir y siempre le estaré agradecida al P. Engelmar por<br />
su intercesión.<br />
L. Y.<br />
ORACIÓN<br />
Oh Dios, tú quisiste que el P.<br />
Engelmar fuera misionero en un campo<br />
de concentración. Lleno de amor por Ti<br />
y por los prisioneros con los que convivía,<br />
se entregó de manera especial al<br />
servicio de los enfermos y de los moribundos.<br />
Haz que sigamos su ejemplo<br />
de caridad; ayúdanos en nuestras necesidades<br />
por la intercesión de tu siervo<br />
Engelmar y concédenos ver glorificado<br />
su nombre en medio de tu Iglesia. Por<br />
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.<br />
De conformidad con los decretos del Papa Urbano VIII, declaramos que con<br />
la publicación de estos favores y testimonios en nada se pretende prevenir<br />
el juicio de la Autoridad Eclesiástica.<br />
Aquellas personas que crean haber recibido alguna gracia o favor por la<br />
intercesión del Venerable P. Engelmar H. Unzeitig CMM, se ruega lo comuniquen<br />
a la dirección de esta revista.<br />
Todas las personas interesadas en recibir la vida, la novena o la estampa del<br />
Venerable P. Engelmar H. Unzeitig CMM, lo pueden solicitar con toda confianza<br />
a la dirección de esta revista.<br />
Se agradecen los donativos que, para sufragar los gastos de la Causa de<br />
Beatificación del P. Engelmar, nos podáis hacer llegar, ya por giro, cheque o<br />
por transferencia bancaria. Indicad con claridad que la finalidad del donativo<br />
es la Causa del P. Engelmar.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3
Así es nuestro Dios:<br />
Padre que lo es de todos<br />
© AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA<br />
Un día Dios le pidió a Abraham que intentara contar<br />
las estrellas del cielo y la arena de las playas marinas.<br />
Imposible poder hacerlo. De esta manera Dios le hace<br />
saber que sus descendientes serán incontables como las<br />
estrellas y las arenas. Abraham llegará a ser padre de<br />
muchedumbre de pueblos y por él, la bendición misma<br />
de Dios alcanzará a todos los linajes de la tierra.<br />
Abraham lo creyó, aunque no lo veía.<br />
El Dios de Abraham es el Dios de todos los pueblos<br />
de la tierra. Nuestro Dios no es propiedad exclusiva de<br />
ningún pueblo, raza o cultura. Conocer al que es Padre<br />
de todos implica trabajar para que todos lo reconozcan<br />
como tal. Un mundo sin fronteras ni trincheras debería<br />
ser la casa de los que tienen a Dios por Padre común.<br />
Alguien dirá que esto no se ve. Sólo lo verán los que<br />
empiecen a creer en ello.<br />
L.H.
Así es nuestro Dios:<br />
Padre que es todo corazón<br />
© AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA<br />
Una vez Moisés vio la espalda de Dios y, conmovido,<br />
dijo de Dios que era todo compasión y clemencia, riquísimo<br />
en ternura y muy lento a la hora de irritarse y que<br />
siempre estaba dispuesto al perdón. Muchos años después<br />
David, el rey-poeta, habiendo reconocido la gravedad<br />
de su pecado, apela a la misericordia de este Dios;<br />
pues sabe que pecando, contra el mismo Dios pecó y el<br />
mal que hizo, delante del mismo Dios lo realizó.<br />
David le entrega a Dios su corazón roto y deshecho y<br />
Dios se lo devuelve nuevo, rebosando gozo y alegría.<br />
Conmovido, el rey-poeta entonó un salmo nuevo a la<br />
misericordia de Dios. La experiencia de Moisés y de David<br />
está al alcance de nuestras manos. Si a Dios le decimos<br />
que nos reconocemos pecadores, tenemos asegurado el<br />
beso de Dios en la frente de nuestra alma.<br />
L.H.
Así es nuestro Dios:<br />
Padre que nos ha adoptado<br />
© AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA<br />
Oculto entre la multitud de los pecadores que aguardaban<br />
a recibir el bautismo de Juan en las orillas del<br />
Jordán, se encontraba Jesús, el Cordero del Padre, que<br />
venía a quitar el pecado del mundo. Allí estaba manso y<br />
callado, pues venía a avivar la llama que humeaba y a<br />
fortalecer la caña que se rompía. Bautizado Jesús, el<br />
Padre declara que ése era en verdad su Hijo muy amado.<br />
La voz del Padre revelaba una realidad, pero a la par<br />
anunciaba un proyecto: el Padre quería adoptar como<br />
hijos suyos a todos los hombres y mujeres. Y en cada<br />
bautismo se produce el milagro: la vida de Dios empieza<br />
a correr por las venas del alma; venimos a ser hijos en<br />
el Hijo y hermanos todos en la gran familia de la Iglesia.<br />
A ti y a mí nos dice el Padre que somos sus hijos y que<br />
se goza de ello.<br />
L.H.
Así es nuestro Dios:<br />
Padre que nos urge a la misión<br />
© AYUDA A LA IGLESIA NECESITADA<br />
Nuestro Dios es Padre de todos; pero no todos lo<br />
saben, ni todos lo viven. El Padre nos ha dado la misión<br />
de buscar a los hermanos y hacerles partícipes de esta<br />
feliz noticia y de esta gozosa realidad. La misión de los<br />
hijos es la respuesta obediente al deseo salvador, que<br />
desde siempre guardó el Padre en su Corazón. Por ello<br />
hay que echar las redes: multiplicando contactos y estableciendo<br />
conexiones; provocando encuentros y alimentando<br />
relaciones.<br />
No seríamos hijos de este Padre si no hiciéramos<br />
nuestro su sueño y deseo. Los hijos están llamados a ser<br />
misioneros del Padre en favor de sus hermanos. Los<br />
hijos han de tener el corazón a la medida del Corazón<br />
del Padre. Por ello hay que compartir lo que se estima<br />
como riqueza. Si lo guardamos, lo perdemos; dándolo,<br />
crece en nuestro almacén; siendo tacaños, nos empobrecemos;<br />
si lo compartimos, se nos aumenta.<br />
L.H.
36<br />
del Abad Francisco<br />
En el número anterior de esta revista comenzamos a publicar el<br />
estudio VII sobre el carisma misionero del Abad Francisco. Este<br />
estudio, elaborado por el que hoy es el Superior General de los<br />
Misioneros de <strong>Mariannhill</strong>, el P. Damian Weber CMM, se centra en<br />
poner de relieve la importancia que el Abad Francisco dio desde un<br />
principio a los Hermanos a la hora de desarrollar el trabajo misionero<br />
de <strong>Mariannhill</strong> y de todas sus misiones filiales. La longitud de<br />
este estudio exigirá –de necesidad– que su publicación tenga que ir<br />
apareciendo en varias entregas.<br />
Hemos publicado ya la Introducción del mencionado estudio VII<br />
y la primera parte de un artículo que el Abad Francisco escribió<br />
cuando ya estaba retirado en la misión de Emaús. El artículo en<br />
cuestión lleva por título Cur vinisti? (¿A qué viniste?) y en el mismo<br />
el Abad Francisco deja ver sus ideas sobre la vocación y la tarea de<br />
los Hermanos Trapenses de <strong>Mariannhill</strong>. Comienza el Abad el artículo<br />
haciendo un repaso histórico sobre cómo fueron apareciendo<br />
los Hermanos en la Orden Benedictina. Continuamos ahora con la<br />
segunda parte de dicho artículo.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
27
VII. EL ABAD FRANCISCO Y LOS HERMANOS (2)<br />
Artículo Cur vinisti? (¿A qué viniste?)<br />
“Esos Hermanos son los que hoy llamamos<br />
Hermanos Conversos. Podemos<br />
identificar sus primeras huellas en Italia,<br />
cuando aparecen en Vallumbrosa, en la<br />
región de Flo rencia. En Alemania el famoso<br />
Abad Gui llermo de Hirsau introdujo a<br />
los Her ma nos Conversos en Suabia así<br />
como en mu chos de los monasterios de<br />
Ale mania austral y central. Desde el principio<br />
la misión de estos Hermanos Con -<br />
versos era sustituir a los Monjes de Coro en<br />
los trabajos a realizar fuera del monasterio<br />
y trabajar en los campos durante aquellas<br />
horas en que los Monjes de Coro estaban<br />
cantando el oficio o celebrando la<br />
eucaristía. Ésta es también la misión de los<br />
Hermanos Conversos en nuestros días,<br />
aunque hayan cambiado mu chos aspectos<br />
de su forma de vida, incluso exteriormente.<br />
Los Hermanos Con ver sos de ahora no<br />
tienen por qué quedarse en la Iglesia todo<br />
el tiempo que dure el re zo del oficio divino<br />
o tener que dedicar el mismo tiempo para<br />
las ejercicios espirituales como los Monjes<br />
de Coro.<br />
Por todo ello el Abad de un monasterio<br />
puede permitir a los Hermanos Conversos<br />
ciertas irregularidades, por lo que respecta<br />
a lugares y tiempos, a fin de que los Mon -<br />
jes de Coro puedan cumplir mejor y más<br />
fielmente con la regularidad. Ésta puede<br />
haber sido también la razón por la que los<br />
Hermanos Conversos no llevan el hábito<br />
blanco, pues el color oscuro de su hábito es<br />
más apto para el trabajo en la granja. Por<br />
otro lado no tienen tiempo para estudiar<br />
ni para cantar los salmos, pues sólo tienen<br />
tiempo para recitar un rosario de padrenuestros,<br />
lo que pueden hacer en cualquier<br />
28<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
parte, sin libro y sin luz. Estos Hermanos<br />
Conversos sólo han servido mientras han<br />
cumplido con su misión.<br />
Tengo la impresión que muchos Her -<br />
manos Conversos no conocen la historia<br />
de su origen y por ello han perdido de vista<br />
lo que es su misión. Muchos de ellos enfatizan<br />
la palabra ‘regular’ como si fuera<br />
sinónimo de ‘perfecto’. Si a uno de estos le<br />
pides que salga a las seis de la mañana<br />
con un carro de bueyes, dirá que ese mandato<br />
lo encuentra irregular e imperfecto.<br />
Regular significa para él levantarse puntualmente<br />
a las tres de la madrugada, ni<br />
un minuto antes, quedarse en la Iglesia<br />
has ta las cuatro, después hacer la meditación,<br />
asistir a misa y dar gracias hasta las<br />
seis y media. Sólo después desayunar,<br />
engra sar el carro y cargarlo. En cambio le<br />
parece abominable dar de comer a los<br />
bue yes, preparar el carro, cargarlo y rezar<br />
el rosario de padrenuestros en o junto al<br />
ca rro de bueyes, mientras los Monjes de<br />
Co ro están cantando maitines o laudes.<br />
En muchos casos los maestros de novicios<br />
pueden tener la culpa de estas ideas<br />
equivocadas, porque en sus instrucciones<br />
sólo hablaron de la regularidad, pero no<br />
dijeron nada de las obligaciones del estado<br />
de cada uno. Tales maestros de la vida<br />
espiritual piensan que toda la mañana se<br />
ha de dedicar al rezo del oficio, a la misa,<br />
a la comunión, a la lectura espiritual o al<br />
rosario. Si por casualidad resta un poco de<br />
tiempo libre, entonces el Hermano podrá<br />
darse una vuelta por la finca. Este tiempo<br />
libre es el que regalan con tranquilidad y<br />
sin prisa alguna al monasterio, porque<br />
–según ellos– un trapense debe hacer las<br />
cosas consciente y con calma. Muchos de
los Hermanos Conversos de ahora son así.<br />
Encima muchos te muestran la Regla y te<br />
dicen que allí está escrito. Algunos de estos<br />
Hermanos Conversos, que yo llamo ‘regulares’,<br />
exigen incluso más tiempo disponible<br />
y libre para copiar todas las semanas<br />
algunas oraciones bonitas o apuntar sus<br />
frutos espirituales o copiar extractos piadosos<br />
de los libros de lectura espiritual.<br />
Si en alguna estación de misión se te<br />
ocurre pedir a uno de esos Hermanos Con -<br />
versos ‘regulares’ que después de la cena<br />
hagan algún pequeño trabajo en la casa o<br />
en el patio, dirán que es una irregularidad<br />
y lo apuntarán para denunciarlo en la<br />
pró xima visita canónica.<br />
Sin embargo el Abad de Hirsau no<br />
introdujo este tipo de Fratri Conversi, porque<br />
no responden a lo que él quería. Si hoy<br />
FOTO: ARCHIVO CMM<br />
Un hermano trapense de <strong>Mariannhill</strong> supervisa el trabajo<br />
que unos jóvenes sudafricanos realizan en el taller de calzado.<br />
preguntas a uno de éstos: ‘Frater Con ver -<br />
se, cur vinisti?’ (Hermano Converso, ¿a qué<br />
has venido?), te responderá: ‘¡He venido a<br />
ser regular!<br />
Ahora necesitaríamos otro Abad Gui -<br />
ller mo para introducir una segunda edición<br />
de los Hermanos Conversos, que ha -<br />
gan en la finca todo el trabajo que han<br />
dejado de hacer los Hermanos Conversos<br />
de la primera edición y así que no se vean<br />
molestados de modo alguno en sus prácticas<br />
espirituales.<br />
Y llegamos a la hora undécima, cuando<br />
salió el propietario de la viña a la plaza<br />
y encontró muchos obreros parados y sin<br />
trabajo. Eran todos aquellos que no habían<br />
sido contratados hasta ahora. Éstos<br />
son las Hermanas Rojas Misioneras”.<br />
[Pastor Bonus (1901), pp. 370-373]<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
29
Hasta aquí el artículo del Abad Fran cis -<br />
co, al que nos hemos referido. Al leerlo<br />
hemos podido percibir que este viejo<br />
luchador no ha perdido nada de su espíritu<br />
de lucha. La cuestión que más nos interesa<br />
es identificar esas ‘obligaciones de estado’<br />
de los Hermanos Conversos, sobre las<br />
cuales parece que los maestros de novicios<br />
no han enseñado nada. ¿Será que la única<br />
misión que se espera de los Hermanos<br />
Conversos, que trabajan en el campo, sea<br />
el sustituir a los Monjes de Coro en los trabajos<br />
que éstos deberían hacer al aire<br />
libre? Esa es la impresión que podríamos<br />
tener después de leer este artículo del<br />
Abad. Pero no conviene perder de vista<br />
que la cuestión última que preocupa al<br />
Abad es el tema de la observancia de la<br />
Regla. A eso se refiere cuando habla de los<br />
‘regulares’. Se puede concluir que en este<br />
artículo lo que el Abad trata es explicar y<br />
justificar su manera de proceder, cuando<br />
se encontraba en el monasterio de Ma -<br />
riannhill en el pleno ejerció de sus funciones.<br />
Para poder responder bien a la cuestión<br />
sobre cuáles son ‘las obligaciones de<br />
estado de los Hermanos Conversos’, habría<br />
que aclarar previamente el espíritu que hay<br />
detrás de este artículo.<br />
Lo que el Abad Francisco quería es que<br />
los Hermanos gozaran de aquella li ber-<br />
30<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
tad, que les permitiera dedicarse a cualquier<br />
tipo de trabajo que se les asignara.<br />
Por una parte el Abad Francisco trataba<br />
sinceramente de mantener la tradición de<br />
su querida Orden Trapense; pero, por<br />
otra parte, se desviaba en el fondo de esa<br />
tradición, cuando emprendió de manera<br />
consciente y concreta actividades misioneras.<br />
Tenemos que suponer que para él<br />
esto no entrañaba conflicto alguno, ya<br />
que una y otra vez no dejaba de afirmar<br />
que los monjes trapenses eran los misioneros<br />
por excelencia, debido precisamente<br />
a su regla y a su estilo de vida.<br />
En la visión del Abad Francisco a los<br />
Hermanos Conversos se les asignaba un<br />
papel muy especial, por ello el Abad no<br />
dejaba de tratar de ajustar dicho papel a<br />
las exigencias de la regla de la Orden<br />
Trapense. Así, por ejemplo, en el Ca len -<br />
dario de <strong>Mariannhill</strong> de 1889 decía que<br />
el fundamento del trabajo del Hermano<br />
hay que buscarlo en la misma Regla de<br />
San Benito, quien en el capítulo 48 de la<br />
misma afirma: “Tunc veri monachi, si labore<br />
manuum suarum vivunt”. Y en ese mis -<br />
mo Calendario de 1889 alaba, lleno de<br />
entusiasmo, las pautas de esa forma de vi -<br />
da: comidas frugales, levantarse temprano,<br />
dureza física, estabilidad, silencio y<br />
obediencia. (Continuará)
INFORME 2010:<br />
Y OTROS PROYECTOS<br />
La Casa-Hogar Sabelani, ubicada en la ciudad<br />
de Mthatha (Sudáfrica), comenzó el curso 2010 con 16 chicos vi -<br />
viendo en ella. Al final del 2010 tres de esos chicos terminaron la Se -<br />
cundaria con la ilusión de continuar haciendo estudios superiores.<br />
Otros tres chicos han finalizado sus estudios universitarios con<br />
unos resultados fenomenales. Sebata y Musa han terminado sus<br />
trabajos de investigación en botánica y zoología y se han graduado.<br />
Ahora están haciendo la especialización. Mandla ha completado<br />
sus estudios en la Escuela Superior de Derecho de East<br />
London y ahora se encuentra haciendo las prácticas en un bufete<br />
de la ciudad de King William, mientras espera poder realizar<br />
los exámenes de grado. Estos chicos son un ejemplo vivo para el<br />
resto de los chavales, que así pueden verse incentivados a salir<br />
del dolor de la oscuridad y de la marginación, encaminándose<br />
hacia un futuro más esperanzador.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
31<br />
FOTO: JOSÉ FRANCISCO FLORES ZAMBRANO CMM
32<br />
De los 16 residentes tuvimos que expulsar a uno. Trabajamos<br />
por corregirle sus malos comportamientos, propios de haber vivido<br />
en la calle, pero no lo conseguimos. Se pasaba el día causando<br />
problemas y provocando peleas, llegando incluso a utilizar la navaja.<br />
Como no hace mucho he tenido que vivir el asesinato de dos<br />
de nuestros chicos, no me quedó otro remedio que expulsarle,<br />
después de haberle amonestado previamente en tres ocasiones.<br />
Durante el 2010 he estado ausente mucho tiempo, viajando a<br />
Kenia, Canadá, Italia y Lesoto; y visitando a los miembros de nuestra<br />
Provincia que viven fuera de Mthatha. Los chicos de Sabelani,<br />
bajo la guía de los más mayores, se han comportado bien y han<br />
sacado adelante las tareas encomendadas, marchando todo bien.<br />
Estoy muy orgulloso de cómo van progresando los chicos.<br />
No cabe duda que si ahora disfrutamos de un ambiente tan<br />
positivo es gracias al constante apoyo, ya financiero ya social,<br />
que recibimos de mucha gente. Los donativos que recibimos nos<br />
permiten poder seguir proponiendo un futuro esperanzador a<br />
muchos jóvenes. Cada noche, después de la cena, nos reunimos<br />
para tener un pequeño encuentro de oración y cada noche soy<br />
testigo de cómo los chavales alaban a Dios por la generosidad de<br />
tantos bienhechores que – como dicen ellos – “hacen posible<br />
que podamos tener comida en la mesa, ropa para vestir nuestros<br />
cuerpos y educación para nuestras inteligencias”. Añadiendo<br />
siempre: “Que Dios bendiga sus obras, de donde obtienen lo<br />
que luego comparten con nosotros”.<br />
Los otros proyectos que durante el 2010 hemos<br />
intentando atender han sido las clases de apoyo escolar, el gimnasio,<br />
la radio, la casa de acogida para niños, el área deportiva.<br />
Durante el 2010 hemos continuado ofreciendo clases de apoyo<br />
escolar a los chavales de los últimos cursos de secundaria. Prio ri -<br />
zamos las Matemáticas, dado que es la asignatura que hace que<br />
luego muchos no consigan el título. A lo largo del año, en diferentes<br />
horarios, hemos podido dar clases a 120 chavales de toda<br />
la ciudad.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3
Hemos organizado actividades de gimnasio para señoras<br />
mayores de la vecindad. De lunes a viernes y durante casi dos<br />
horas diarias, Thomas, uno de nuestros chicos, hace de monitor<br />
para que estas señoras se mantengan en forma y pierdan algo de<br />
peso. Tenemos también un pequeño gimnasio para chavales. Han<br />
sido unos treinta los que han venido usando a diario las facilidades<br />
del mismo. Con ello evitamos que estos chicos fumen, beban y<br />
hacemos que puedan llevar un estilo de vida más sano. Otro de<br />
nuestros chicos, Mthetheli, es el encargado de mantener el orden<br />
y la disciplina en el lugar. Hemos podido conseguir las diferentes<br />
máquinas para el gimnasio gracias al P. Winfried Egler CMM.<br />
Uno de nuestros chicos, Anale, que terminó la secundaria<br />
hace tiempo, se ha ido metiendo cada vez más en el mundo de<br />
la radio. En el 2010 hemos abierto un pequeño estudio de grabación<br />
donde este joven junto con otros chavales interesados<br />
realiza grabaciones de los programas locales de radio, que luego<br />
tienen una influencia beneficiosa en la gente joven.<br />
Otro de los proyectos ha consistido en cuidar de los niños<br />
pequeños que nos traen la policía y los asistentes sociales. Nuestros<br />
chavales visitan a estos niños la Casa de Acogida Thembelihle, relacionándose<br />
con ellos, ayudándoles a la hora de comer y de jugar.<br />
Estamos a cargo también de mantener un área deportiva cerca<br />
de nuestra casa. El proyecto es caro, pues debemos pagar las tasas<br />
municipales. Pero, por otro lado, la influencia en los barrios de<br />
Norwood es muy beneficiosa, pues los jóvenes se encuentran<br />
entretenidos y se evita que estén dando vueltas por la calle.<br />
Las actividades de estos proyectos, atendidas por los jóvenes<br />
residentes de la Casa-Hogar Sabelani, han creado entre estos mismos<br />
jóvenes una atmósfera de conciencia social. Viendo la sana<br />
influencia que causan en la gente todas estas actividades, no<br />
podemos por menos de alabar a Dios por la ayuda que de continuo<br />
nos hace llegar por medio de nuestros bienhechores. Mi más<br />
sincero agradecimiento también a todos ellos.<br />
P. Guy Cloutier CMM<br />
Misionero de <strong>Mariannhill</strong><br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
33
34<br />
En la sección de opinión del Diario Montañés, el Dr. D.<br />
José Manuel López, especialista en Oncología en el Hos -<br />
pital Universitario Marqués de Valdecilla de San tander<br />
(Cantabria), publicó un artículo dando las razones por las<br />
que él pone la X en la casilla de la Iglesia Católica cuando<br />
hace su Declaración de la Renta. Por su claridad y sensatez<br />
juzgamos oportuna la publicación de dicho artículo<br />
en las páginas de esta revista misionera católica, con la<br />
seguridad que la lectura del mismo hará bien.<br />
“Mi pensamiento y mi vida discurren ajenos a los dioses,<br />
en general, y al Dios de los católicos en particular. No<br />
comulgué ni fui confirmado, me casé por lo civil, mis dos<br />
hijos no fueron bautizados y han estudiado en escuelas laicas,<br />
como su padre. Por lo breve, digo, ni soy católico ni<br />
aguardo orientación de ninguna fe religiosa, la que fuere.<br />
¿A qué viene, entonces, mi chocante postura de destinar<br />
la X del IRPF a la Iglesia Católica? Algunos la tildarán<br />
de gracieta simplona, otros de contradicción incomprensible,<br />
de inane provocación, etcétera. Nada opongo a ta -<br />
les opiniones, menos aún si sustentan la idea, más o me -<br />
nos refinada, de que seré aproximadamente un gilipollas.<br />
Pero si alguien desea curiosear en por qué un ateo marca<br />
su X a favor de la Iglesia, quizá le interesen mis tres razones<br />
principales:<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3
1. La Iglesia Católica es históricamente la organización<br />
benéfica más eficiente. No estableceré un ranking de altruismo,<br />
pero yo, siendo ateo, dudo que los recursos admi nistrados<br />
por la Iglesia sean desdeñables o necesariamente sustituibles:<br />
voto por mantenerlos.<br />
2. Europa está obviando el catolicismo. Asistí recientemente<br />
a la misa dominical en un convento de clarisas,<br />
con su olor inefable a musgo e incienso. A mediodía, las<br />
monjas ocupan un coro, allá por el ábside; los fieles llenan<br />
la pequeña nave y el cura lee sugestivos textos, y lo hace<br />
bien, y por un momento me siento parte de algo más<br />
grande y más permanente que yo, algo que sosiega la respiración<br />
y atempera el pulso, sin necesidad de lapidar a<br />
nadie. Y luego visité otra iglesia, donde se cantaban bellísimas<br />
habaneras de tema religioso. Voto por ese espíritu<br />
de paz y concordia, aunque yo no sea creyente.<br />
3. Estoy harto de la beligerancia que existe contra la<br />
Iglesia Católica en nuestra sociedad española. Justo por no<br />
serlo, me parece inexplicable el furor obsesivo por bajar los<br />
crucifijos de los colegios. No veo qué daño causan los símbolos<br />
de una fe que no me asiste, pero sí ilustra mi paisaje<br />
histórico y emocional. Me espanta el fanático que se jactaba<br />
de clausurar escuelas católicas o quemar frailes. No concibo<br />
que un absurdo revanchismo haga saludar a gobernantes<br />
infames como Chávez y ningunear al Papa, líder<br />
espiritual de muchos compatriotas. A mi juicio de ateo, es<br />
lógico y deseable que el Estado sea laico, pero sucede que<br />
España no lo es. Hay vida inteligente fuera del Estado, así<br />
que pongo la X para la Iglesia Católica, no vaya a ser que<br />
algún insensato la destine a construir mezquitas y tengamos<br />
que resucitar a don Juan de Austria”.<br />
Doctor José Manuel López<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
35
De por<br />
vida<br />
FOTO: RAFAEL CHICHAVA CMM<br />
Esta foto del Frt. Rafael Manuel Chichava CMM, sentado en uno de los parques<br />
de Salamanca, fue sacada en una tarde del pasado otoño. El próximo 8 de<br />
Septiembre de 2011, Fiesta del Nacimiento de la Virgen María, este joven<br />
mozambiqueño se consagrará de Dios de por vida, al hacer su profesión perpetua<br />
como misionero de <strong>Mariannhill</strong>.<br />
La celebración tendrá lugar en la Iglesia Parroquial de San Juan de Sahagún<br />
(Salamanca) a las 12.00 horas.<br />
Todos los que os sentís parte de esta <strong>Familia</strong> misionera de <strong>Mariannhill</strong> quedáis<br />
invitados a acompañarle con vuestra oración en este momento tan importante de<br />
su vida para que el Señor, que empezó en el Frt. Rafael esta obra buena, la lleve a<br />
término. Bienvenidos también los que os podáis hacer presentes en la celebración.
Nací el día 3 de Julio de 1981 en Ressano Garcia, un pueblo que se<br />
encuentra en la provincia de Maputo, al sur de Mozambique. Soy el<br />
quinto, aunque el primero de los varones, de una familia de 16 hijos,<br />
fruto de los tres matrimonios de mi padre.<br />
Tenía doce años cuando sentí que el Señor me llamaba para entregarme<br />
a Él. Se lo conté a los míos en casa y a otras personas, que no<br />
me creyeron, diciéndome que a esa edad uno no sabe lo que quiere.<br />
Hablé de ello con el sacerdote que decía misa en mi comunidad y me<br />
dijo que para ser sacerdote tenía que estudiar y estudiar mucho.<br />
Todavía recuerdo bien las circunstancias cómo surgió mi vocación. Por<br />
entonces mi comunidad cristiana no tenía sacerdote y el que venía a<br />
celebrar la misa lo hacía una vez al mes. Me pregunté qué podía hacer<br />
para ayudar a aquella comunidad y de inmediato tuve la respuesta:<br />
“Tengo que hacerme sacerdote”.<br />
En 1989 comencé la escuela primaria en mi pueblo, terminando los<br />
estudios de la misma en 1997. Por entonces me integré en el grupo vocacional<br />
de la comunidad. Desde 1998 al 2001 realicé el nivel básico de los<br />
estudios secundarios en la Escuela de Moamba, regentada por los PP.<br />
Salesianos. Al terminar este nivel, comencé los estudios del siguiente ciclo<br />
en el Seminario Diocesano de la Archidiócesis de Maputo. Estando allí fue<br />
cuando conocí a los Misioneros de <strong>Mariannhill</strong>, donde empecé como candidato<br />
en el 2003.<br />
En el año 2005 marché al Postulantado de los Misioneros de<br />
<strong>Mariannhill</strong> en Sudáfrica. Comencé con ellos el Noviciado en el 2006.<br />
Durante este tiempo me fui introduciendo en la vida del Abad<br />
Francisco y en la historia de la Congregación, así como en su espiritualidad<br />
y apostolado misionero. Como fruto y consecuencia de todo ello<br />
hice mi primera profesión como misionero y religioso de <strong>Mariannhill</strong> el<br />
día 2 de Febrero de 2007.<br />
Del 2007 al 2009 estuve destinado en la comunidad de <strong>Mariannhill</strong> en<br />
Mozambique, estudiando la filosofía en el Seminario Interdiocesano de<br />
San Agustín en Matola. Mis superiores me destinaron a la Provincia de<br />
<strong>Mariannhill</strong> en España, en concreto a la comunidad de Salamanca, para<br />
seguir con mis estudios de filosofía y teología, que ahora estoy haciendo<br />
en la Facultad de Teología de la Universidad Pontifica de Salamanca.<br />
Mirando el itinerario vocacional de mi vida, reconozco haber vivido<br />
buenos y malos momentos en todas las etapas del mismo, pero sigo<br />
adelante con la mirada puesta en Cristo, al que me quiero consagrar de<br />
por vida haciendo mi profesión perpetua.<br />
Frt. Rafael Manuel Chichava CMM<br />
Misionero de <strong>Mariannhill</strong><br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
37
38<br />
MISIONEROS<br />
Y<br />
SACERDOTES<br />
El próximo 29 de Octubre de 2011 serán ordenados<br />
sacerdotes los misioneros de <strong>Mariannhill</strong>,<br />
Frt. Anselmo José Alfândega CMM y Frt.<br />
Muarrapaz Silva CMM, miembros ambos de la<br />
Provincia Española de <strong>Mariannhill</strong>.<br />
La ordenación sacerdotal tendrá lugar en el<br />
Santuario de Nuestra Señora de Fátima en la<br />
Misión de Namaacha (Mozambique) y será oficiada<br />
por el Arzobispo de la Archi diócesis de<br />
Maputo, Mons. Francisco Chimoio OFM Cap.<br />
Celebrarán las primeras misas en sus parroquias<br />
de ori gen: el Frt. Anselmo lo hará el<br />
domingo 6 de No viem bre de 2011 en Mudenga<br />
(Quilimane/ Mo zam bique) y el Frt. Muarrapaz<br />
el domingo 13 de Noviembre de 2011 en<br />
Muecate (Nampula/Mozambique).<br />
Ya desde ahora la entera <strong>Familia</strong> <strong>Mariannhill</strong><br />
en Espa ña se une a su alegría y, junto con ellos,<br />
damos gracias a Dios por el regalo de estos dos<br />
nuevos sacerdotes.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3
FOTO: FAMILIA ALFÂNDEGA<br />
El Frt. Anselmo a la edad<br />
de 16 años.<br />
SEGUIMOS<br />
CAMINANDO<br />
Mi nombre es Anselmo José<br />
Alfândega y nací el 19 de Septiembre<br />
de 1963 en Maquival (Quilimane),<br />
pueblo situado en la provincia de<br />
Zambesia (Mozambique). Mis padres<br />
se llaman José Alfândega y de Judite<br />
Sacur. Tres años después fui bautizado<br />
el 22 de Septiembre de 1966, el<br />
mismo día en que mis padres se casaron<br />
por la Iglesia. De los 10 hijos que<br />
tuvieron yo soy el cuarto. A los 13<br />
años recibí la primera comunión.<br />
Comencé los estudios primarios<br />
en 1974, a la edad de 10 años. En<br />
1984 tuve que interrumpir los estu-<br />
dios de la Secundaria por falta de medios económicos y me puse a trabajar<br />
para ayudar a mis hermanos más pequeños. En 1990 y enviado por<br />
Cáritas Nacional de Mozam bique, marché a Zambia para hacer un curso<br />
de formación en la Fun da ción Ecuménica Mindolo con el fin de prepararme<br />
para poder trabajar con jóvenes. Terminado el curso, me puse a trabajar<br />
en la animación cristiana de los jóvenes católicos de la Dió cesis de<br />
Pemba, provincia de Ca bo Del gado, en el norte de Mozam bi que.<br />
Estando allí, apro veché para terminar los estudios de Secun daria, que<br />
había dejado interrumpidos. En 1994 me presenté a unas oposiciones,<br />
que logré aprobar, para conseguir un puesto de trabajo como funcionario<br />
en el Instituto Nacional de la Seguridad Social. El nuevo trabajo me<br />
ofreció la oportunidad de tratar con todo tipo de personas. A diario podía<br />
comprobar la cantidad de problemas sociales, económicos, familiares y<br />
hasta espirituales que las personas con las que trataba tenían y padecían.<br />
El Señor se valió de esta situación, que no siempre yo lograba aceptar de<br />
buena gana, para hacerme comprender que mi vocación sería trabajar<br />
con la gente, no ya como funcionario sino siendo sacerdote misionero.<br />
Después de cuatro años, dejé de trabajar en la función pública y en<br />
el mes de Enero de 1998 fui admitido al Postulantado de los Misioneros<br />
de <strong>Mariannhill</strong>, comenzando así mi formación religiosa. Un año después<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
39
40<br />
entré en el Noviciado e hice mis primeros votos el 2 de Febrero de 2000.<br />
Después de realizar diversos cursos, en el 2004 comencé los estudios filosófico-teológicos,<br />
que luego habría de continuar en la Universidad<br />
Pontificia de Salamanca. A esta ciudad de España llegué a finales del<br />
2007, cuando mis Superiores me trasladaron para formar parte de la<br />
Provincia de Ma riannhill en España. Fui ordenado diácono por el<br />
Obispo de Salaman ca el 15 de Julio del 2010 en la Pa rroquia de Nuestra<br />
Señora de Fáti ma de dicha ciudad.<br />
Acercándose la fecha en que voy a ser ordenado sacerdote, no<br />
puedo por menos de confesar que estoy muy agradecido a Dios y a<br />
todos los que, de manera directa o indirecta, me han ayudado con sus<br />
oraciones a realizar y perseverar en este camino. Os doy las gracias a<br />
cada uno de vosotros, pidiéndoos que no dejéis de rezar por mí.<br />
Que el buen Dios nos conceda a todos lo que cada uno necesitamos<br />
y que María, Madre de Dios y Madre nuestra, ruegue de continuo por<br />
nosotros a fin de que sigamos construyendo el Reino del Dios.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
FOTO: TENDAI GANDAZARA CMM<br />
El Frt. Anselmo en la actualidad.<br />
Frt. Anselmo José Alfândega CMM<br />
Misionero de <strong>Mariannhill</strong>
DISPUESTO<br />
A DAR MI VIDA<br />
COMO PASTOR<br />
Me llamo Muarrapaz Silva. Nací el día<br />
26 de Julio de 1980 en un pequeño pueblo<br />
de no más de 1.000 habitantes, llamado<br />
Muecate, situado en la provincia norteña<br />
de Nampula (Mozambique). Mis padres<br />
tuvieron nueve hijos: siete chicas y dos chicos;<br />
siendo yo el mayor de los chicos. Perdí<br />
a mi madre cuando tenía 10 años y a mi<br />
padre dos años después. Ellos no eran cristianos,<br />
pero nunca se opusieron a que sus<br />
hijos pudieran hacerse cristianos. Ya era un<br />
muchacho cuando decidí hacerme cristiano.<br />
Tuve, por ello, que pasar por un largo<br />
FOTO: LAURA RAMOS HFPC<br />
El Frt. Muarrapaz a la<br />
edad de 16 años.<br />
proceso de catequesis catecumenal antes de poder recibir el bautismo.<br />
Habiendo empezado la catequesis en la parroquia de mi pueblo, la terminé en<br />
otra parroquia, situada en la llamada Isla de Mozambique, a donde fui para terminar<br />
mis estudios de Secundaria. Allí fui bautizado en la Pascua de 1995.<br />
Fue durante este proceso catecumenal cuando noté que el Señor me llamaba<br />
no sólo para ser un cristiano comprometido sino para dar un paso de entrega aún<br />
mayor a la hora de vivir los compromisos bautismales. Terminada la Se cun daria,<br />
entré en el Seminario Propedéutico de “Cris to Rey” en la Archi diócesis de<br />
Maputo. Estando en ese Seminario vine a saber del Abad Francisco Pfanner,<br />
fundador de Ma riannhill. Interpelado por su espíritu, me planteé venir a ser<br />
misionero de <strong>Mariannhill</strong>. Andando el tiempo, hice mi primera profesión religiosa<br />
en esta Congregación el 2 de febrero de 2002 y emití los votos perpetuos<br />
el 2 de febrero de 2007.<br />
Habiendo sido trasladado a la Provincia de <strong>Mariannhill</strong> en España, llegué a<br />
España a finales del año 2007, integrándome en la comunidad de <strong>Mariannhill</strong><br />
de Salamanca. En la Universidad Pontificia de esa ciudad continúe hasta terminar<br />
mis estudios de Teología. El pasado 15 de Julio de 2010 fui ordenado<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3<br />
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42<br />
FOTO: ESTUDIO MIGUEL ÁNGEL<br />
El Frt. Muarrapaz en la actualidad.<br />
diácono en la Parroquia de Ntra. Sra. de Fátima en Sala man ca, en la<br />
que sirvo como diácono.<br />
Después de tantos años de intensa formación y tras un recorrido serio<br />
de crecimiento humano y cristiano, vocacional y apostólico, ahora, al<br />
igual que el Apóstol San Pedro me siento dispuesto a dar mi vida al Señor<br />
como pastor de su rebaño (cfr. Lc 22, 33). Todo este periodo de formación<br />
me ha servido para descubrir mi vocación al ministerio ordenado, el<br />
cual no es otra cosa que un proyecto de identificación radical y absoluta<br />
con Cristo Sacerdote y Buen Pastor.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
Julio-Octubre 2011| 3
Como pastor, sé que estoy llamado a buscar las ovejas perdidas (cfr.<br />
Mt 15, 24), a unir a los pueblos separados por las guerras, a las familias<br />
desunidas por el odio. Como pastor, soy consciente de que estoy<br />
llamado a conducir a todos los que Dios me encomiende y ponga en mi<br />
camino, sean ancianos o jóvenes, adultos o niños, pobres o ricos, eruditos<br />
o analfabetos, aquellos que saben de Dios y lo aman o aquellos otros<br />
que tienen dudas de fe, los que nada saben de Dios o los que pasan de<br />
Él. A todos ellos me debo como pastor. Y siguiendo el ejemplo dado por<br />
Cristo, el Pastor por excelencia, debo conocer a las ovejas, llegando incluso<br />
a llamar a cada una por su nombre. Debo orientarlas y defenderlas de<br />
los peligros del lobo, estando dispuesto a sufrir por la salvación de cada<br />
una de ellas.<br />
Por otro lado, también soy consciente que el Señor me envía al<br />
mundo como oveja en medio de lobos (cfr. Mt 10, 16). Este mundo al<br />
que soy enviado está lleno de desequilibrios, de contradicciones, de<br />
contravalores, de provocaciones en lo que hace referencia a los aspectos<br />
esenciales de la vida y de la vocación del hombre. Pero como el<br />
Señor oró por Pedro (cfr. Lc 22, 32), tengo la seguridad que también<br />
Él orará por mí, irá delante de mi (cfr. Mt 26, 32) y estará a mi lado<br />
para que no desfallezca en los momentos de desánimo, fracaso, debilidad<br />
o tentación.<br />
Siendo cristiano con vosotros, os pido que no dejéis de orar por mí<br />
para que sea un siervo fiel y celoso de esta nueva tarea que el Señor me<br />
encomienda, al ser ordenado sacerdote por la imposición de manos<br />
del Obispo.<br />
Frt. Muarrapaz Silva CMM<br />
Misionero de <strong>Mariannhill</strong><br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
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<strong>Mariannhill</strong><br />
Un Carisma Eclesial<br />
El carisma «<strong>Mariannhill</strong>», suscitado por el Espíritu Santo en la Iglesia a través del Siervo de Dios<br />
Abad Francisco Pfanner, está constituido por una espiritualidad y una misión.<br />
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FOTO: ARNOLD SCHMITT CMM<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
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Nuestra espiritualidad tiene su centro<br />
en Cristo Redentor, quien por nuestra consagración<br />
religiosa ha venido a ser nuestro<br />
único bien (pobreza), nuestro único amor<br />
(castidad) y nuestro único Señor (obediencia).<br />
Vivimos esta consagración en comunidad.<br />
Son notas características de nuestra<br />
espiritualidad la oración al Corazón de Cristo<br />
por la salvación de todos los hombres; la<br />
celebración diaria de la Eucaristía para que<br />
la Sangre de Cristo siga lavando a la humani<br />
dad entera; y la devoción a María, Madre<br />
del Redentor y Madre de los redimidos. La<br />
fiesta de nuestra Con gregación es el 2 de<br />
febrero, en que celebramos a María presentando<br />
a Jesús en el Templo como Luz de las<br />
naciones. Pa tronos y Protectores de la Con -<br />
gre ga ción son: Santa Ana, San José, San Be -<br />
ni to, San Francisco Javier y Santa Teresa del<br />
Niño Jesús.<br />
Nuestra misión es un servicio a la m i -<br />
sión de la Iglesia y consiste en la evangelización<br />
de los pueblos que aún no creen en<br />
Cristo, promoviendo su liberación integral y<br />
la formación de las nuevas Iglesias locales.<br />
También forma parte de la misión de nuestra<br />
Congregación la animación misionera del<br />
Pueblo de Dios, la promoción y formación de<br />
vocaciones misioneras y el desarrollo de cauces<br />
para que el Pueblo de Dios colabore en<br />
la mi sión universal de la Iglesia con su oración,<br />
sacrificio y limosna.
Una Congregación Misionera<br />
<strong>Mariannhill</strong> es una Congregación religiosa y exclusivamente misionera, que na ció el 2 de<br />
febrero de 1909, al de cretar el Papa San Pío X la separación del Monasterio de <strong>Mariannhill</strong> de<br />
la Orden Trapense.<br />
Nuestra Congregación (CMM) es una comunidad internacional, integrada por sacerdotes<br />
y hermanos.<br />
Desarrollamos nuestra actividad mi sio nera en Sudáfrica, Zimbabwe, Zam bia, Mozambique,<br />
Kenia y Papúa-Nueva Guinea. También tenemos co munidades en Alemania, Austria, Suiza, Ho lan -<br />
da, Italia, Polonia, Canadá, Estados Uni dos y España, que se dedican a la Animación misionera del<br />
Pueblo de Dios y a la for mación de jóvenes con vocación misionera.<br />
Colaboramos estrechamente con las Hermanas de la Preciosa Sangre (CPS), fundadas por el<br />
Abad Francisco Pfanner.<br />
FOTO: ARNOLD SCHMITT CMM<br />
Una <strong>Familia</strong> Universal<br />
Niños, jóvenes, familias, enfermos nos ayudan en nuestra tarea misionera y forman con nosotros<br />
y las Hermanas de la Preciosa Sangre la <strong>Familia</strong> <strong>Mariannhill</strong>.<br />
Como familia no olvidamos a los que nos ayudan y por ellos cada día re zamos en nuestras comunidades<br />
y se ofrece una misa diaria en la Congre ga ción.<br />
Como familia no olvidamos a los que nos ayudaron: nuestros difuntos. Tamb ién cada día<br />
por ellos rezamos en nuestras comunidades y por su descanso eterno se ofrece una misa diaria<br />
en la Congregación.<br />
Como familia invitamos cordialmente a otros a formar parte nuestra.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
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Ven a formar parte de nuestra <strong>Familia</strong><br />
Ven a formar parte de nuestra <strong>Familia</strong><br />
• Siendo sacerdote o hermano<br />
misionero.<br />
• Rezando y ofreciendo sacrificios<br />
por las misiones y por vocaciones<br />
misioneras.<br />
• Ayudándonos a contactar con<br />
jóvenes que tengan inquietudes<br />
misioneras.<br />
• Suscribiéndote a la revista “<strong>Familia</strong><br />
<strong>Mariannhill</strong>” y dándola a conocer.<br />
• Apoyando con tus donativos<br />
los proyectos de desarrollo y<br />
evangelización que llevan a cabo<br />
nuestros misioneros.<br />
FORMA DE AYUDA<br />
• Enviándonos intenciones de misa.<br />
• Ofreciendo herencias y legados.<br />
• Comprometiéndote a un objetivo<br />
concreto:<br />
Beca Futuro Misionero<br />
(2.000 € al año)<br />
Envío de 10 Kg. de ropa a<br />
nuestras misiones (50 €)<br />
Adquisición de la Biografía<br />
de nuestro Fundador (12 €)<br />
Adquisición del libro<br />
“La Cruz y sus caminos” (10 €)<br />
TRANSFERENCIA: Cuenta corriente n. o 0019 4167 00 4010001660, BanCorreos [Deutsche Bank]:<br />
c/ Gran Vía, 25-29. 37001 Salamanca, a nombre de Misioneros de <strong>Mariannhill</strong>.<br />
GIRO POSTAL: Misioneros de <strong>Mariannhill</strong> • C/ Los Zúñiga, 2 • 37004 Salamanca<br />
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Nombre y Apellidos ......................................................................................................................................<br />
Dirección ...........................................................................................................................................................<br />
Código Postal y Población ..........................................................................................................................<br />
Provincia..............................................................................<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
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FOTO: ANDREAS ROHRING CMM
NUESTRA PÁGINA VOCACIONAL<br />
FOTO: KRZYSZTOF ZACHARUK CMM<br />
N. o 51<br />
“Todos debemos interesarnos<br />
vivamente por la vida de<br />
la Iglesia y de la sociedad<br />
y estar abiertos a los problemas<br />
de la época.<br />
También es obligación nuestra<br />
confrontar a la Iglesia local<br />
y a la sociedad con los<br />
problemas de la evangelización<br />
universal. En esto colaboramos<br />
con otros que están<br />
comprometidos en la misma<br />
tarea (AG 25)”.<br />
(Cons. CMM, 109)<br />
La foto muestra una imagen de la Virgen María tirada en el suelo. Ha<br />
sido tomada en la misión de Bulolo (Diócesis de Lae / Papúa-Nueva Guinea)<br />
después de los ataques sufridos por la población de los asentamientos<br />
Sepik de dicha misión.<br />
Según el número citado es tarea de los misioneros de <strong>Mariannhill</strong> dar a<br />
conocer los problemas que viven las gentes de sus misiones. Ello no sólo es<br />
un servicio que se presta a dichas comunidades cristianas sino que también<br />
es un servicio que se hace al resto de comunidades eclesiales de la Iglesia<br />
universal. Cuando una comunidad cristiana de viejo cuño se ve confrontada<br />
con los problemas que viven los cristianos en otras latitudes, sus problemas<br />
se redimensionan y adquieren su justa medida y proporción.<br />
La animación misionera de las comunidades cristianas forma parte también<br />
de la misión que se espera realice el que quiera ser misionero de <strong>Mariannhill</strong>.<br />
Este servicio lo realizamos conjuntamente con aquellas otras<br />
instituciones comprometidas en lo mismo.<br />
FAMILIA MARIANNHILL 160<br />
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www.mariannhill.org<br />
FOTO: TYMOTEUSZ TELEGA CMM