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Número 1176 17 de septiembre de 2008 - CCH - UNAM

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¿Qué lees?<br />

REYNA BARRERA<br />

En clase, en conversaciones con amigos, en la casa, se suele<br />

preguntar ¿qué lees? Y cuando se trata <strong>de</strong> nosotros, muchas veces<br />

titubeamos, no sabemos <strong>de</strong>cir qué leemos, porque tenemos abiertos<br />

algunos libros (abiertos es un <strong>de</strong>cir), otros los hojeamos (pasamos las<br />

hojas buscando datos); o aten<strong>de</strong>mos a la lectura <strong>de</strong> los libros <strong>de</strong> texto<br />

que leemos poco a poco. Así que para contestar tal pregunta, la verdad:<br />

la pensamos. Porque a<strong>de</strong>más estamos leyendo la revista <strong>de</strong> moda, el<br />

libro que nos recomendó la prima, que parece que no hay que <strong>de</strong>cir su<br />

nombre en voz alta (lecturas ocultas, prohibidas) y, bueno, también el<br />

libro que estoy leyendo por puro gusto, sin que nadie me lo pida y <strong>de</strong><br />

ese, pues poco hablo.<br />

Parecía fácil contestar la pregunta, excepto porque en este semestre,<br />

en algunas asignaturas <strong>de</strong> Talleres, se están leyendo algunos cuentos.<br />

Eso ya es otro cuento. Algunos alumnos piensan que los cuentos sólo<br />

los leen los niños para antes <strong>de</strong> dormir; pero no, hay <strong>de</strong> cuento a cuento<br />

y hay que ver cómo los jóvenes se aficionan a la lectura <strong>de</strong> cuentos (los<br />

hay <strong>de</strong> terror, <strong>de</strong> ciencia ficción, <strong>de</strong> amor, policíacos y… eróticos). Cada<br />

quien elige el tipo <strong>de</strong> cuento que quiere leer.<br />

En don<strong>de</strong> coinci<strong>de</strong>n es en el cuento corto, porque su nombre lo<br />

dice, es breve, se lee muy rápido y el gusto por su intención, i<strong>de</strong>a principal<br />

o final es rápido; pero sobre todo por su final, que es sorpresivo, quiere<br />

<strong>de</strong>cir que el lector no se lo había imaginado, ni tiempo había tenido,<br />

porque lo estaba leyendo rápidamente y… <strong>de</strong> pronto estaba allí el final<br />

inesperado, a éste se llama: final en abismo, porque es como una caída,<br />

como quedarse <strong>de</strong>tenido en el límite, en el renglón último, don<strong>de</strong> ya no<br />

hay palabras, ni nada más qué <strong>de</strong>cir.<br />

¡Qué diferencia <strong>de</strong> los cuentos <strong>de</strong>l siglo pasado! Los cuentos <strong>de</strong> E.<br />

Allan Poe, los <strong>de</strong> Hoffman, aún más allá <strong>de</strong> los cuentos <strong>de</strong> An<strong>de</strong>rsen.<br />

Bueno, hay <strong>de</strong> cuentos a cuentos. En lo que se coinci<strong>de</strong> es en el placer<br />

<strong>de</strong> leerlos, no importa cuál sea su tema, político o religioso; el subgénero<br />

o la extensión.<br />

Los cuentos que se leen “<strong>de</strong> una sentada”, <strong>de</strong> corrido, sin<br />

interrupciones, ésos son buenos, lástima que se olvi<strong>de</strong>n tan pronto; en<br />

cambio, hay algunos que son más extensos, <strong>de</strong> varias páginas, como<br />

los cuentos <strong>de</strong> Carlos Fuentes: Los días enmascarados, don<strong>de</strong> la realidad<br />

y la fantasía se fun<strong>de</strong>n para llevar al lector a respirar la atmósfera <strong>de</strong> los<br />

cinco días finales <strong>de</strong>l año azteca, cuando los aztecas suspendían toda<br />

actividad.<br />

De Los días enmascarados difícilmente se podrá olvidar “Chac Mool”<br />

<strong>de</strong> cómo se sobrecoge el lector ante los acontecimientos que relata el<br />

autor; lo mismo se sorpren<strong>de</strong>rá con el cuento: “Tlatocatzine, <strong>de</strong>l Jardín<br />

<strong>de</strong> Flanes” o “Por boca <strong>de</strong> los dioses”.<br />

Otras <strong>de</strong> sus narraciones son “Las dos Elenas”, “Una alma pura” o<br />

“Muñeca reina”. Don<strong>de</strong> los personajes femeninos cobran gran fuerza y<br />

se vuelven inolvidables. La escritura <strong>de</strong> Carlos Fuentes mantiene al lector<br />

con el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> saber más, <strong>de</strong> seguir una a una las acciones <strong>de</strong> sus<br />

personajes, reflexionar en el por qué <strong>de</strong> su metamorfosis, <strong>de</strong> sus cambios<br />

rápidos, <strong>de</strong> su razón <strong>de</strong> ser.<br />

Zona <strong>de</strong> letras<br />

Como autor, él recurre a fragmentos <strong>de</strong> la historia, a<br />

leyendas locales, toca algún mito, en apariencia olvidado, para<br />

recrearlo como si fuese algo cercano al lector, volviendo un<br />

tanto comprensible lo inexplicable a través <strong>de</strong> metáforas, <strong>de</strong> lo<br />

que se llama lenguaje poético, gracias a las comparaciones y<br />

las similitu<strong>de</strong>s.<br />

Un cuento consta <strong>de</strong> pocos personajes, dos o tres, a veces<br />

tres ya parece una multitud —como en el amor—; las<br />

<strong>de</strong>scripciones no son abundantes, ni <strong>de</strong>talladas, excepto que<br />

formen parte <strong>de</strong> la trama, como información trascen<strong>de</strong>ntal, una<br />

cubeta, un cuchillo, una flor; pero los <strong>de</strong>más objetos, el paisaje,<br />

el lugar, pasa casi inadvertido. El escritor recurre a ellos sólo<br />

para dar el ambiente requerido y lo hace <strong>de</strong> manera sintetizada:<br />

una tar<strong>de</strong> rojiza, una mañana fresca: los adjetivos precisos dan<br />

la exactitud <strong>de</strong>l momento, <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la escena, ya<br />

sea mencionando el color, el sonido, la temperatura: la tar<strong>de</strong><br />

lluviosa, la noche envuelta en el aullido, el olor <strong>de</strong> las guayabas.<br />

Con estas <strong>de</strong>scripciones es suficiente para dar, como ya se<br />

dijo, el ambiente.<br />

La trama <strong>de</strong>l cuento es, en apariencia, sencilla, parece que<br />

no pasa nada, que todo suce<strong>de</strong> con cierta normalidad y <strong>de</strong><br />

pronto algo <strong>de</strong>scompone la historia, es cuando el lector se dice:<br />

“¿qué va a pasar? ¿Pero, por qué?” Así cuando se <strong>de</strong>tiene, se<br />

empieza a preguntar, duda sobre lo ha leído o entendió… es<br />

que ya se presentó: ¡el conflicto!, al que también se le llama<br />

¡nudo! El lector cree enredarse, no enten<strong>de</strong>r claramente, no<br />

estar <strong>de</strong> acuerdo con lo que está pasando… Claro, la trama<br />

está en su momento cumbre, en el ¡climax!<br />

En el cuento <strong>de</strong> “Chac Mool”, el emisario <strong>de</strong>l dios Chac, <strong>de</strong><br />

la lluvia, el agua y señor <strong>de</strong>l rayo, el proceso <strong>de</strong> cambio en<br />

protagonista y antagonista se fun<strong>de</strong> en uno solo, impensable,<br />

el amigo que se hace cargo <strong>de</strong> recoger el cadáver <strong>de</strong> Filiberto,<br />

ahogado en Acapulco, lee en un cua<strong>de</strong>rno, las anotaciones que<br />

éste hizo, como si fuese un diario. De eso modo el lector se va<br />

enterando —a medias— <strong>de</strong> los acontecimientos, hasta que llega<br />

al final <strong>de</strong> una <strong>de</strong>sconcertante e ilógica relación <strong>de</strong> hechos.<br />

Esto quiere <strong>de</strong>cir que se <strong>de</strong>sarrolla la trama, se plantea el<br />

enredo, la aparente confusión, lo que parece ilógico, la trama<br />

se cierra más y más, porque el amigo está leyendo un texto,<br />

<strong>de</strong>l que duda sobre su autenticidad, no sabe bien a bien quién<br />

lo escribió.<br />

Finalmente la estructura <strong>de</strong>l cuento plantea un final incierto,<br />

que habrá que conocer personalmente. “Chac Mool” se<br />

encuentra en Los días enmascarados y en algunas antologías,<br />

publicadas por la <strong>UNAM</strong>, el <strong>CCH</strong>, el Fondo <strong>de</strong> Cultura<br />

Económica, la editorial Siglo XXI o en la obra completa <strong>de</strong><br />

Carlos Fuentes, que podrás encontrar en la biblioteca <strong>de</strong> la<br />

escuela y… tal vez en tu casa.<br />

<strong>17</strong> <strong>de</strong> <strong>septiembre</strong> <strong>de</strong> <strong>2008</strong> 19 Gaceta <strong>CCH</strong> 1,<strong>17</strong>6

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