semana santa

SANTO. 2 07
i";')) Continua el Profeta su canto lucubre para Murar la
ruina de Jerusalén y su templo ^br los caldeos , trayendo
a la memoria su anticuo esplendor y gloria para hacer el
contraste con su presente desolación.
(G) No hay ley, es decir, no había observancia en ella
porque cesaron los sacrificios y las alabanzas del Señor,
destruido su templo v cautivos sus sacerdotes ; no habia
profetas que dirigieran al pueblo, porque Jeremías, único
que habia quedado, era odioso á los judíos, y lo perseguían
con encarnizamiento.
(7) Tus profetas. ISo los del Señor, sino los tuyos
falsos, te adulaban v engañaban , profetizándole 'grandes
triunfos , v la huida de tus enemigos los caldeos.
(8) David, perseguido de su hijo, procura aplacar la
justicia de DIOS haciéndole presente las penas que basta
entonces habia padecido por sus pecados, y la resignación
con que la habia recibido. Espera el socorro del cielo
contra .SUS enemigos, pero dispuesto siempre á recibir nue­
VOS castigos.
(()) David, figura de -Jesucristo , da gracias á Dios
por haberle oido : pide continúe SU protección ; predice el
sacrificio de Jesucristo en la cruz en lugar de los holocaustos
y antiguas víctimas. (San Atanasio.)
(ni) Viendo David asaltada su casa por las guardias de
Saúl, implora el socorro de Dios , v profetiza la pérdida
de sus enemigos. Este salmo debe aplicarse á Jesucristo: en
él están bastantemente espresos los castigos de los judíos
ítis perseguidores.
(ir) David, perseguido de Absalon y haciendo presentes
á Dios sus trabajos en la oración , representa vivamente
á Jesucristo orando al Padre celestial en su pasión. (San
Gerónimo y San Agustín.)
(12) El Profeta pide á Dios el castigo de los impíos
que oprimen á los inocentes, y lo vaticina. Este salmo es
de mucho consuelo para los que son perseguidos.
San Pablo presenta á los hebreos cu este capítulo