Comentário sobre o Evangelho de São Lucas - Suma Teológica
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Jesús y María, cumplidas todas las cosas or<strong>de</strong>nadas en la ley <strong>de</strong>l<br />
Señor, regresaron a Galilea, a su ciudad <strong>de</strong> Nazaret. Entre tanto el Niño<br />
iba creciendo y fortaleciéndose, lleno <strong>de</strong> sabiduría; y la gracia <strong>de</strong>l Señor<br />
estaba en El. Iban sus padres todos los años a Jerusalén por la fiesta<br />
solemne <strong>de</strong> la Pascua. (vv. 39-41)<br />
San <strong>Lucas</strong> omite esto, porque sabía que San Mateo lo había<br />
expuesto con mucho <strong>de</strong>tenimiento. A saber, que el Señor, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
todas estas cosas (para evitar que Hero<strong>de</strong>s lo encontrase y lo matase)<br />
fue llevado por sus padres a Egipto, y volvió a Galilea <strong>de</strong>l mismo<br />
modo <strong>de</strong>spués que hubo muerto Hero<strong>de</strong>s, empezando a vivir en su<br />
ciudad Nazaret. Los evangelistas suelen omitir así las cosas que ven<br />
ya referidas, o que el Espíritu les hizo prever que habían <strong>de</strong> serlo por<br />
otros, <strong>de</strong> manera que prosiguen su narración, sin que aparezca que<br />
omitieron nada. Pero el lector solícito, que examina la escritura <strong>de</strong><br />
otro evangelista, encuentra lo que ha sido omitido. Omitiendo<br />
muchas cosas, San <strong>Lucas</strong> dice: "Cumplidas todas las cosas", etc.<br />
Debe advertirse la distinta significación <strong>de</strong> estas palabras, porque<br />
Nuestro Señor Jesucristo en cuanto era niño (esto es, en cuanto se<br />
hallaba revestido <strong>de</strong>l hábito <strong>de</strong> la humana fragilidad), <strong>de</strong>bía crecer y<br />
fortificarse.<br />
"Porque la plenitud <strong>de</strong> la Divinidad habitaba corporalmente en<br />
El" ( Col 2,9). Y la gracia porque a Jesucristo, hombre, le fue<br />
concedida la gran gracia <strong>de</strong> que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que empezó a ser hombre fuese<br />
perfecto y fuese Dios, mucho más si consi<strong>de</strong>ramos que era Verbo <strong>de</strong><br />
Dios y Dios mismo, y no necesitaba fortificarse, ni <strong>de</strong>bía crecer.<br />
Todavía siendo niño, tenía la gracia <strong>de</strong> Dios, para que, como todas las<br />
cosas en El eran admirables, lo fuese también su niñez, y se<br />
cumpliese así la sabiduría <strong>de</strong> Dios.<br />
Prosigue: "Iban sus padres todos los años a Jerusalén por la fiesta<br />
solemne <strong>de</strong> la Pascua".<br />
Teniendo el Niño ya doce años cumplidos, habiendo subido a<br />
Jerusalén, según solían <strong>de</strong> aquella solemnidad; acabados aquellos días así<br />
que se volvían, se quedó el niño Jesús en Jerusalén sin que sus padres lo<br />
advirtiesen. Antes bien creyendo que venía con alguno <strong>de</strong> los <strong>de</strong> su<br />
comitiva, anduvieron la jornada entera buscándole entre los parientes y<br />
conocidos. Y como no le hallasen, se volvieron a Jerusalén en busca suya.<br />
Y al cabo <strong>de</strong> tres días <strong>de</strong> haberle perdido, le hallaron en el templo sentado<br />
en medio <strong>de</strong> los doctores, que ora los escuchaba, ora les preguntaba; y<br />
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