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47 En sus labios de rosa jno ves aq
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49 solo no exige nada de mí , si t
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5i como si alguno tuviese que obje
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Armance como á quien ha de ser tu
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55 i;na tuberosa que estaba enmedio
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57 donar los medios de nuestra uni
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ía vez primera me hallé sola con
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«5 instruirte de la suerte de un h
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d 7 tna casa que habia habitado. Gr
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73 tío algún guarda-muebles ?..
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77 pidiéndose de mí con desprecio
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TARDE XLV. LA PERSEVERANCIA. Sigue
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8j clerc me habia dado. Me apoderé
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87 las quales debería juzgarse muy
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39 que era mas de mi gusto , y que
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9t disposición para darte otro tal
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93 estaba en una situación difíci
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95 Mi tio quedó atónito de oírlo
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99 y se metió en el coche ; yo hic
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101 bamos todo París; y ya nos hal
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i°3 trad , hermosa Carolina ; esta
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io5 pre me será lisonjero el poder
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también una camarera para vos, que
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«esperado , diciendo que Carolina
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III «asa el menor contratiempo , n
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ii3 registre el nuevo asilo en que
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un quarto , para tratar de algu n
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y por la mañana Mr. Dubourg y Lecl
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123 altivez y vicios del Conde, que
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127 íe habían abrazado y pregunta
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»3« todo este alboroto , y no ten
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133 ga valer en justicia las prueba
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«37 manda á la criada que tome un
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141 alguna vez de ver la amistad í
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H3 1 querían adquirir la posesión
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147 intrigas del Conde y mi pervers
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169 que yo debia seguir? ¿quien me
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T7i saber por que me llamó la aten
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173 pero vuelve á sonar el laúd.
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1*3 atribulado. ; Seria posible ?..
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189 Ha , sospechosa de alguna traic
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193 nes que el Conde y Dubourg roba
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197 dixc que quería retirarme á m
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205 truida , bien que nos animó mu
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209 latarle ! no , no ; es forzoso
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211 metió ayudarnos con todo su po
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2 I 3 cochero qvie mi tia habia aco
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215 su extremo á la misma ventana
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2IJ que parecía tan difunto como e
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2X9 c¡ tal hombre habia sido robad
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2 2 1 qué, ¿os le ha robado tambi
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223 acierto, que en menos de diez a
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ja; tanto sentimiento como,... ¡Un
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227 quando vimos que se encaminaban
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229 donde Milet se hallaba sirviend
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231 nuestro Emiliano esperamos pasa
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233 TARDE XLVII. L A UNION. Gran di
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3 3í lo que viene á ser lo mismo.
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237 de papá , y á los excmplos qu
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239 que á uno sucede , no les suce
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241 que la degradan , estos no son
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243 todos los instantes de mi vida
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245 exclusivamente en las obligacio
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247 eretario de un gran señor, que
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«49 hacer feliz á su esposa y á
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2 5t salieron al campo abierto. Ya
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253 que se levantaron á recibirlos
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255 palacios encantados de la celeb
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257 en algún exceso de condescende
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259 primera diversión á que se ap
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26t mando : dcxame á mí, contest
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2Ó3 Es claro que Enriqueta y Adeí
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*56 padre y madre , y á Brígida j
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268 no pudieron elevarse mucho, y p
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370 invención de Emiliano , quando
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27a dre, y le contestó : parece qu
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2 74 de un siempre verde mirto, fle
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2f6 como admirado dixo : ; feliz ta
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278 manee , que fué umversalmente
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28o Apenas se acabó tan alegre co
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382 exercicío había despertada gr
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t84 hubiera dado entonces quanto pu
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oprimió el corazón de sentimiento
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288 Nuevamente fué abrazado de to
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290 la conversación general. ;Cóm
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303 serio ; y aunque no tenia mas d
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294 con tal extremo y tan ruidosas
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20б últimamente de su hijo adopti
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20S bourg. AI dia siguiente procure
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dome al mismo tiempo que no la ense
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302 desgracia el Comendador Erville
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304 y la delicadeza me imponía el
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de pasar por clia una persona, pues
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33 yo ; pues ni aun Julia tuvo noti
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3X0 heredado , á saber que debia p
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312 ballerito tuvo atrevimiento de
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3'4 podía dudar que amaba, ¿pero
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3i5 servado. Quando yo estaba discu
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3i8 hijo esta misma noche ha robado
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3 2 ° ba con su Dulcinea. Yo se lo
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firma. — ¿Pero quándo se ha vis
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te el contrato ; y estoy muy con
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326 xo mi suegro muy satisfecho ; y
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32§ nú tio , que se hallaba encá
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33° de miseria. Un hijo desnatural
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332 profunda impresión sobre sus j
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334 de esta carta. Mucho les había
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33« historia de Mr. Lucas , así c
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338 dos ? Quando el amor haya domi
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340 prueba nuestros afectos , procu
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342 no tener pasión decidida , deb
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344 severidad. Temo... algo le he d
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34 to : me hallo encargado por mis
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345 aquellos. La flor no llegará
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35° no sabremos quiénes son las s
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352 ro,h¡jo mió, cuidado que entr
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354 y modestia. Siéntate junto á
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35« tendrán ya preparado algún c
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