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II. LOS OTROS Y LO QUE NO VEMOS: LOS ESPEJOS DE NUESTRO YO.
Ahora, después de ver un poco hacia adentro, en este capítulo hacemos lo contrario: te
invitamos a ver hacia afuera.
El tema que ocupa este capítulo, conduce a dos miradas que se complementan: el tema
de los otros, y el tema de lo distante o no visible. Ambos se refieren a aquello que está
afuera del yo, afuera del nosotros, y por lo tanto de aquello que creemos que no nos
afecta.
¿Cuál es el sentido de indagar sobre estos temas en el campo de la educación ambiental?
¿Por qué es trascendente revisar quién es ese otro? Y ¿qué es aquello que vemos y lo que
no? En este capítulo iniciamos el recorrido por esas preguntas, y continuaremos
revisándolo en el resto de los capítulos, de manera especial cuando hablemos de crisis y
deterioro ambiental.
El otro, corresponde con aquello que va más allá de nuestra frontera personal, que nos
refleja, nos construye o nos destruye, nos alienta o desmotiva. Los otros son parte
nuestra. Reconocer nuestra interdependencia con los otros nos obliga a respetarlos. Pero
no se trata únicamente de interesarse y comprometerse con lo cercano, lo parecido, lo
útil. Conocer al otro, es aprender a saber que hay cosas que no vemos, otras que no
entendemos y otras que nos parecen totalmente distintas o lejanas pero que todas ellas
tienen una razón de ser.
Aprender a ver y a entender al otro, nos permite vernos y entendernos a nosotros
mismos. Saber del otro, permite sabernos parte de un concierto que para ser armonioso,
necesita que cada músico escuche al otro, haga su parte y se sienta parte de un todo.
Enrique López en Paradojas del desarrollo moral, analiza el tema de la autoestima,
expresando la dependencia que tenemos del otro para mantenerla. Eso que parecería sólo
personal depende, ‐dice‐ de cómo creemos que nos ven los demás. Así, revisar nuestra
propia valoración de nosotros; nuestro rol, lo que nos conmueve y estimula, lo que nos
hace felices, nos llevará seguramente también a reconocer las posibilidades que tenemos
para trabajar por los otros y por nosotros mismos.
Las siguientes dos lecturas hacen referencia a la importancia del reconocimiento del
“otro” (de la alteridad). Ese otro que no soy Yo y que, sin embargo, existe, está, tiene una
relación conmigo. Me permite conocerme y reconocerme en él.
Philippe Meirieu, en Al principio, en efecto, está la renuncia retoma una frase coloquial y
sencilla como “usted primero” logra recordarnos que no estamos solos en el mundo y que
podemos controlar nuestros impulsos egoístas para relacionarnos de mejor manera con
los otros. En el rescate de esta frase, nos invita a suspender nuestro yo por unos instantes
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