El Decalogo - Felix Garcia Lopez (Cuadernos Biblicos).pdf
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111. HORIZONTE GEOGRAFICO, HISTORICO,<br />
LITERARIO y TEOLOGICO<br />
INTRODUCCION<br />
<strong>El</strong> decálogo presenta todos los rasgos de una<br />
unidad independiente y autónoma, como hemos<br />
podido comprobar en los capítulos anteriores.<br />
Sus lazos con el contexto inmediato son bastante<br />
tenues. Su inserción en las secciones del<br />
Sinaí I Horeb (Ex 19-24 + 32-34 y Dt 5 + 9,7<br />
10,11) se debe indudablemente a uno o varios<br />
redactores tardíos. Esto se percibe en las dos recensiones:<br />
en la del Exodo más claramente aún<br />
que en la del Deuteronomio.<br />
En Ex 20,2-17, ni los versículos que preceden<br />
ni los que siguen están directamente relacionados<br />
con el decálogo. Efectivamente, Ex 20,18-21<br />
remite al cap. 19, pasando por encima del decálogo<br />
y sin referencia alguna a él. Ex 20,18 continúa<br />
claramente el relato de Ex 19,16-19; asimismo,<br />
la petición del pueblo a Moisés en Ex 20,19<br />
se entiende mal si se da por supuesto que ya ha<br />
sido pronunciado el decálogo. Así pues, el decálogo<br />
aparece como una interpolación que interrumpe<br />
el relato de la teofanía. Análogamente,<br />
la fórmula introductoria de Ex 20,1 es sin duda<br />
alguna redaccional. Su conexión con la sección<br />
del Sinaí es secundaria.<br />
En la versión del Deuteronomio, la conexión<br />
del decálogo con el contexto inmediato es<br />
mayor. Dt 5,22 remite directa e inmediatamente<br />
50<br />
al decálogo precedente. Pero tanto en Dt 5,1-5<br />
como en 5,22ss se opera un cambio sintácticoestilístico<br />
significativo respecto de 5,6-21, pues<br />
se pasa del plural al singular y a la inversa sin<br />
razón alguna que lo justifique, al menos aparentemente.<br />
Ahora bien, en el libro del Deuteronomio<br />
los cambios de este género denotan muy a<br />
menudo redacciones diferentes, debilitándose<br />
de este modo la conexión original entre el decálogo,<br />
en singular, y su marco redaccional, en<br />
plural.<br />
Dejando a un lado las consideraciones de tipo<br />
literario anteriores, conviene notar un dato<br />
teológico importante: como consecuencia de su<br />
inserción en la sección del Sinaí I Horeb, el decálogo<br />
encabeza la proclamación de la ley divina,<br />
es la expresión de la voluntad de Dios, manifestada<br />
en la montaña santa, en el marco de la<br />
teofanía y de la alianza.<br />
1. LA MONTAÑA DE DIOS:<br />
SINAI I HOREB<br />
En la historia de las religiones, las montañas<br />
han jugado frecuentemente un papel relevante.<br />
En las religiones antiguas, el espacio se valoraba<br />
más por su calidad que por su cantidad o locali-