Estudios Bíblicos Transformadores - BaptistWay Press
Estudios Bíblicos Transformadores - BaptistWay Press
Estudios Bíblicos Transformadores - BaptistWay Press
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ignorancia. Entonces, ¿es posible que<br />
uno se pueda identificar al mismo<br />
tiempo con estos demonios y con Cristo?<br />
En el versículo 21, Pablo les dice que<br />
sobre tal problema no puede haber<br />
compromiso. La comunión con el Señor<br />
y la comunión con los demonios son<br />
totalmente incompatibles, por lo tanto,<br />
(v.22) unirse a las festividades paganas<br />
inevitablemente es provocar a celos al<br />
Señor (Deuteronomio. 32:21), porque la<br />
devoción a él debe ser exclusiva.<br />
Cuando el creyente se asocia con<br />
prácticas discutibles comete agravio<br />
contra el corazón del Señor quien le<br />
ama.<br />
Todo me es licito, pero no todo<br />
conviene. I Corintios 10:23-33<br />
En I Corintios 10:23-26, Pablo repasa el<br />
tema que previamente había enseñado en<br />
I Corintios 8:1-13. Él estuvo de acuerdo<br />
con lo expresado por algunos Corintios<br />
que “todo es permitido” (10:23). Este<br />
es un tema que encierra una gran verdad;<br />
el Cristiano goza de libertad en Cristo.<br />
Sin embargo, era preciso que éste lema<br />
tuviera un balance para<br />
implementaciones prácticas, y Pablo lo<br />
hizo diciendo: “Pero no todo me<br />
conviene”. Lo que beneficia y lo<br />
constructivo son términos ambiguos a<br />
primera vista. ¿Dijo Pablo que éste<br />
beneficio es para sí mismo o para<br />
beneficio de alguien más?<br />
En vista de las discusiones previas en<br />
cuanto a la importancia de amar y<br />
humildad hacia otros, Pablo dijo en<br />
términos bien claros: “Ninguno busque<br />
su propio bien, sino el del otro.” (v.24).<br />
A través de éste pasaje, Pablo invita a<br />
los Corintios hacia la disciplina<br />
Cristiana, a rendir sus derechos para<br />
evitar herir a otras personas. En el<br />
capitulo sexto Pablo había hecho<br />
hincapié en que sus lectores<br />
mantuvieran dicha libertad por su<br />
propio bien. Ahora insiste en que hay<br />
que mantenerla dentro de ciertos limites<br />
por el bien de los demás. Vuelve ahora<br />
a lo que fue punto de partida de toda la<br />
exposición, la supremacía del amor. En<br />
los versículos 25-27 Pablo dice que el<br />
Cristiano puede comprar carne en el<br />
mercado siempre y cuando el tema<br />
sobre la idolatría no salga a la luz.<br />
Pero, si era mencionado que la carne<br />
fue ofrecida a ídolos, que no la<br />
comieran por beneficio a otros.<br />
Aparentemente, la distinción no era<br />
siempre evidente por aquellos que<br />
compraban la carne.<br />
Los Rabinos habían puesto muchas<br />
restricciones en los Judíos quienes<br />
Vivian en ciudades paganas como los<br />
Corintios. Los Judíos tenían que<br />
asegurarse de comprar carne<br />
únicamente en tiendas que eran según la<br />
ley judía, sin embargo, ésta no era la<br />
norma de Pablo. El creyente podía<br />
comer cualquier cosa que se vendía sin<br />
hacer ningún tipo de preguntas si la<br />
carne había sido sacrificada a ídolos o<br />
no. Pablo sostuvo ésta opinión (v.26)<br />
basado en el Salmo 24:1 diciendo: “De<br />
Jehová es la tierra y su plenitud; el<br />
mundo, y los que en él habitan.”<br />
Hechos 10:15 hace mención de la<br />
visión que tuvo Pedro, donde Dios le<br />
decía que comiera de lo que había sido<br />
creado. Pedro no debía llamarle<br />
inmundo, porque Dios es el proveedor<br />
de todas las cosas. Por lo tanto, si<br />
alguien te invita a cenar con una familia<br />
inconversa, no preguntes de donde<br />
viene la carne. Únicamente disfruta la<br />
cena, pues es Dios quien la provee, pero<br />
sea sensitivo hacia aquellos que están a<br />
su alrededor.<br />
39