¿Dónde está la meta? - Colegio Oficial de Médicos de Salamanca

creación literaria
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poesía
Queridos compañeros
No pudimos quitarles la mano aciaga
del que desahucia haciendo
el penoso papel insoslayable,
ni el quebranto que recorría sus cuerpos,
ni el ingente desasosiego cada vez más helado y silencioso.
Apenas si pudimos sonreírles del miedo que teníamos.
La muerte inexorable creció desde sus corazones
y se adueñó de todo hasta las uñas, hasta siempre.
Tal vez si no se hubieran emplazado
a dejarlo todo, dejarlo todo pronto,
no hubieran sucumbido y estarían aquí
porque el hombre y sus cosas son lo mismo.
¿Qué clave desconocida se descompuso
y dejó que el destino les agujereara?
¿Qué deseo se les tronchó? ¿Qué engaño descubrieron?
¿Qué les robó las ganas de vivirse,
de recrearse a pesar de todo?
Yo sé muy bien que cuando el tiempo pasa
cada vez pesa menos,
y las horas, los días, los disgustos,
sin molde y sin medida,
sólo serán recuerdos con un sabor sin nombre.
Pero todo está cerca todavía.
¿Cómo pudo asomarse, suceder, tan alto sufrimiento?
¿Quién pudo haber soñado tan intensa desgracia?
En el tráfago insomne cotidiano
ellos eran la compañía amorosa,
la dulce y tibia ayuda,
el reposo incansable,
la caricia que achicaba las penas,
eran casi todo lo bueno.
más poesía
POESÍA, TEATRO, PENSAMIENTO
Sor Juana Inés de la Cruz
ESPASA
Consta de la Lírica Personal y de la Prosa, con una
selección de la Lírica Coral y de las obras teatrales.
Se basa en los tres tomos antiguos de la obra de Sor
Juana, publicados por primera vez entre 1689 y 1700,
en apuntes sobre ellos y de ediciones subsiguientes.
Trabajo de Georgina Sabat-Rivers y Elías Rivers.
POEMAS Y TESTIMONIOS
Safo
EL ACANTILADO
Una nueva traducción de la poetisa griega Safo (VII a.C.)
realizada por la también poeta Aurora Luque,
que consigue una vez más rejuvenecer el texto, huyendo
de la erudición anquilosada y recuperando la frescura
de los versos sáficos.
MEMORIA Y ESPERANZA: un mensaje a los jóvenes
Mario Benedetti
DESTINO
¿Qué puede decir un poeta de más de ochenta años a
la gente joven, que no haya dicho ya? La respuesta
que Benedetti se da a sí mismo en este libro es todo
un iderario de conducta. La obra contiene además una
serie de espléndidas fotografías de jóvenes, en blanco
y negro, a los que el maestro dirige sus sabios consejos,
a veces en forma de poesía cargada de sentimiento
y reflexión. De la misma manera, les incita a que
nunca dejen de luchar por sus sueños, “que no desperdicien
su frescura ni apaguen su curiosidad”.
Amigos, compañeros, dejadme que os evoque,
que os nombre a cada uno y os salude.
¡Cómo envidio vuestra serenidad y valentía¡
Chea, Dorita, Bueso, Don Sisinio,
María José, Preciado, Manuel Pérez,
¡cuántas vidas se os deben, cuánto dolor curasteis¡,
Recio Ruano, Hochi, Bernardino,
Sala, Castaño, Ricardo San Román,
¡cuántos hombres aún andan por vuestra mano y ciencia¡,
Mariano, Gloria, Fernando de mi herida,
Oscar, colega, y Miguel de mi alma,
¡cuántos duelos se fueron por vuestro bien hacer¡.
¿Por qué ninguno pudo devolveros
ni siquiera un adarme de la salud que disteis
cuando tanto la necesitabais?
(Me he olvidado de muchos sin querer;
ya nos pondremos pronto a vuestro lado)
Ayudadme a soplar el torbellino de la desesperanza,
para que se disipe cuanto antes y podamos seguir;
dadme fuerza para golpear el filo de la angustia
hasta dejarlo romo y soportable,
para que no haya sangre, ni perdón, ni arrepentimiento.
Para que los recuerdos (cuántas guardias contra viento y marea,
cuánto esfuerzo obstinado, qué camaradería ,
cuántos firmes afanes compartidos)
se vayan disolviendo, se evaporen,
y llueva suavemente mientras nos alejamos.
Historia breve
Julio de Manueles
Buen día para la soledad, para irme sin destino
Tristeza ilimitada, silencio insoportable.
Mi templo desmoronado no resistió la brisa ilusa
se derrumbó sin contemplación, lo tenía todo,
le faltaba calor… el invierno sin primavera fue mortal.
Proyectos, cálculos, andamios regados por el suelo,
tejado esquelético sin tejas encarnando su cuerpo,
me dejaron a merced de la frialdad.
Buen día para marcharme sin suerte,
huyendo con todos los motivos, con todos los sentidos
hasta la distancia desconocida…
junto a las estrellas del horizonte.
Buen día para irme decepcionado del futuro…
No tengo tiempo para corregir el pasado
Demasiado desengaño…
Buen día para escucharme cuando hablo.
Buen día para hablarme en silencio…
Jcedeño oct.2004