Volumen 4 - Artes - Universidad de Cuenca

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Genialidad,
una riqueza
escondida
Por: José Luis Luna M.
Estudiante de la Maestría en Pedagogía
e Investigación Musical
Re-acción al artículo de David
de Prado “La creatividad, raíz de
superdotación”
Introducción
¿QUIÉNES SON LOS SUPERDOTADOS?
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a una persona
superdotada como “aquella que cuenta con un coeficiente
intelectual superior a 130”. Sin embargo, reconocer a un niño
superdotado no es fácil. Sólo un 2% de la población infantil iguala
o supera el coeficiente intelectual para ser calificado como tal y
casi la mitad suelen ser niños problemáticos con bajo rendimiento
académico y en algunos casos tienden al fracaso escolar.” (Ramírez,
2007)
En los últimos años la humanidad se encuentra en un dilema social
debido a que el sistema educativo nos ha llevado a una suerte de
seres reproductores y pasivos en cuanto a la formación misma.
Dicho modelo educativo propende ralentizar el fin de un sistema
económico y social vigente, donde el ser humano ha quedado
relegado a la concepción de un buen vivir, llegando tan solo a ser un
vehículo de la materialidad del mundo actual.
Dentro de este contexto urgen nuevos sistemas educativos que
posibiliten a la humanidad la capacidad de re-inventar los conceptos
“La
persistencia y
trabajo duro,
alimentado
por la
ilusión
apasionada...es
el motor
y pilar del
talento y el
genio”
(De Prado)
de la vida misma, tomando como punto de partida un desarrollo de
las capacidades creativas y pedagógicas en todos los aspectos de
la vida social, así como la vinculación y la interacción de las clases
sociales menos favorecidas de la sociedad que, sin embargo, son una
mayoría.
Por ello hay que recordar que todos los seres humanos tienen algún
talento artístico, dramático, musical, social, técnico... etc. y, si estas
habilidades y capacidades son concientes y practicadas de manera
continua, el resultado puede ser un potencial inimaginable en cada
ser humano, permitiendo en un futuro cercano proveer de nuevos
entes sociales para el mundo, cuya generación pueda rechazar los
convencionalismos del sistema mundial actual y promover nuevas
formas de convivir dentro de nuestras sociedades.
Pero, sin duda alguna, un cambio tan profundo requiere de esfuerzos
no cuantificables por parte de quienes hacen la educación misma
-profesores, alumnos, padres y sociedad-, ya que de ellos nacerá
una nueva lógica de entender la educación, no como un camino a
la mediocridad y reproductividad de muchos, ni el aislamiento de
los otros, sino como un camino que permita a los seres humanos
desarrollarse como tales dentro de sus “reales y apropiadas” 1
capacidades creativas, técnicas y filosóficas.
LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD . . . EL EDUCANDO
“La persistencia y trabajo duro, alimentado por
la ilusión apasionada...es el motor
y pilar del talento y el genio”
(De Prado)
La educación es una acción social, y su relevancia en el desarrollo
del talento proviene del contexto socio-familiar, el cual, siendo tan
cercano, logra un mejor encuentro con las capacidades, curiosidades
e intereses del niño. Por ello, urge re-conceptualizarnos como
sociedad educativa, donde cada uno de nosotros seamos entes
educativos, considerando la libertad, el descubrimiento, la curiosidad
y la creatividad como ejes principales en la construcción de un
nuevo panorama de enseñanza y aprendizaje.
La educación tradicional, llena de paradigmas educativos, sociales
y culturales, no permite movilidad y libertad en el desarrollo de la
enseñanza-aprendizaje. Esto nos permite entender que la misma
no provee las necesidades básicas y naturales de los niños. Las
nuevas herramientas pedagógicas y sociales para la enseñanza y el
aprendizaje pueden cambiar el futuro de los niños, usándolas como
instrumentos en el desarrollo de las características personales y de
identidad.
1 La palabra “reales” critica la incapacidad del sistema educativo actual
para liberar las posibilidades inventivas, creativas, técnicas…etc., en sus
educandos.
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