Volumen 4 - Artes - Universidad de Cuenca

14
Por ejemplo: en cada uno de nuestros niños cercanos podemos
evidenciar las iniciativas propias, la curiosidad persistente, sus
gustos, etc. La observación y la conciencia educativa de estas
son una herramienta socio-pedagógica que permite un mejor
entendimiento de sus capacidades. Se incluye a esto una lógica
organizacional propia, una reflexión cultivada a través de la lectura
frecuente y el contacto social, información avanzada y amplia de
todo su contexto, valoración de pequeños éxitos con productos u
obras que tienen valor en sí mismas, etc.
En nuestro país, y bajo el actual gobierno, se ha emprendido una
campaña insólita, hubiera sido impensable en décadas atrás que se
podía invertir dinero del estado en las sonrisas de las personas, en la
capacidad de mostrarnos al mundo como un pueblo que se mira, no
como fuerza de trabajo, sino como seres humanos. Pero ¿por qué las
sonrisas?
El 80 % de las características personales y sociales de los genios
y talentos tiene que ver con el sentido del humor, la flexibilidad
mental, la confianza en sí mismo, la iniciativa e independencia, la
necesidad de ir más allá de lo sabido o conocido, la imaginación y
fantasía para soñar cosas insólitas, la variedad de intereses que se
fecundan continuamente, etc. (De Prado).
Desde esta visión, el contexto actual nos aventaja, ya que la apertura
por parte del Ejecutivo a una nueva perspectiva de la sociedad y
su incidencia en el futuro del país, es una carta abierta para lograr
nuevos retos sociales con una nueva direccionalidad educativa,
que nos permita una perspectiva humana creativa, independiente,
productiva y no seudo-laboral como tradicionalmente ha sido
considerada.
CONDICIONANTES EDUCATIVOS
Una educación que practique la creatividad y
el respeto, asegura un futuro distinto para los
suyos y el mundo.
(Graffiti de Cuenca)
“Todos somos creadores y con una edición radicalmente creativa
descubriríamos alguna faceta en la que poder brillar y aportar
significativos frutos para el bien de los demás y la propia
satisfacción lúdica y gozosa. Con ella todos, profesores y alumnos,
sentiremos el orgullo y el placer de ser seres que innovan, crean e
inventan y se re-crean e inventan a sí mismos.” (De Prado)
Los antecedentes educativos en nuestro país permiten un
encuentro con una verdad necesaria, antes de proponer un nuevo
panorama educativo. De toda la jornada educativa que tiene un
alumno en la escuela y colegio por semana, apenas se destinan
dos horas a la semana a las actividades que tienen que ver con el
desarrollo de las capacidades creativas, lógicas, filosóficas, artísticas
entre otras. Un panorama nada alentador, si se quiere pensar en
una transformación social que provenga de los propios individuos
y que no se ensombrezca por la mediocridad política, por la
desinformación de los medios de comunicación, por los intereses
económicos, etc.
Es necesario cultivar desde los primeros años de la educación del
individuo la necesidad de re-crear los antecedentes –de tipo natural,
social y educativo- conocidos y no la re-producción en masa que,
desde la era industrial, ha mantenido su hegemonía como “sustento
innegable” del ser humano.
Pero dicho sustento que ve en la religión, política y educación
su arma ante el colectivo mayoritario, en la actualidad comienza
a carecer de valor. Nos preguntamos entonces: ¿Cómo está
despertando la humanidad en la actualidad?
He tenido amigos en casa que, en su visita, hablan de la
preocupación por la educación de sus hijos. Respuestas como “creo
que yo voy a educarle” / “no confío en la educación” / “no quiero
que pasen por lo que pasé”… etc., dejan mirar cómo el sistema
educativo actual no permite el cultivo de las aficiones e iniciativas
de los niños. Esto genera una idealización por parte del alumno
hacia la educación, como obligada, aburrida, repetitiva y sin libertad,
donde el profesor usurpa la iniciativa y la capacidad de cultivar sus
ilusiones, aficiones y gustos.
Desde estas perspectivas, la educación actual tiene la tarea de
transformarse, mas no modificarse, ya que la urgencia de una nueva
generación de personas capaces de tomar conciencia propia, nos
pide levantar las miradas a una libertad aun no experimentada.
Un buen inicio en la actualidad educativa sería la implementación
diaria de espacio y tiempo para el cultivo de los talentos y aficiones
particulares de cada alumno. Hay que dejar atrás la idea de que el
profesor es la verdad en persona, nunca podríamos enseñar a un
niño de infinita capacidad de ilusiones o sueños, si no consideramos
que ellos tienen el mismo derecho de expresarse, y que esa
expresión sea nuestro objeto de trabajo. Un trabajo que involucre
el entusiasmo, el carisma –la energía humana- y una metodología
creativa y eficaz, puede lograr alcances, no solo personales, sino
sociales en los entes educativos.
Debemos recordar que el papel del profesor es lograr, en el menor
tiempo posible, la independencia de su alumno en los aspectos de
enseñanza. La investigación, en toda su amplitud, permitiría conocer
de manera propia y fidedigna nuestras riquezas naturales, humanas
y sociales. Permitiendo una nueva organización y perspectiva
social, educativa, agrícola, tecnológica, filosófica, etc. El apoyo a la
investigación permite romper con el sistema educativo uniformador
de conciencias.
15
Una educación
que practique
la creatividad
y el respeto,
asegura
un futuro
distinto para
los suyos y el
mundo.
(Graffiti de
Cuenca)