Democracia, ciudadania y derechos humanos - Defensor del Pueblo

democracia, ciudadanía y derechos humanos
institucionalizadas (por ejemplo los partidos políticos), donde la sociedad es un cúmulo de ciudadanos
que aprehendieron para sí las instituciones jurídico-políticas como cultura de ciudadanos.
La segunda forma se da cuando los canales formales de relacionamiento son débiles o ineficientes, la
sociedad deja de comportarse institucionalmente, por lo que deja momentáneamente su estatus ciudadano
para convertirse en multitud. La multitud no acepta mediaciones y se opone constantemente a las decisiones
emanadas de las esferas estatales.
Para algunos autores, los movimientos sociales son agentes políticos que con su acción van conquistando
democracia y ciudadanía. En otros términos, los movimientos sociales se constituyen en sujetos políticos e
incentivan procesos de ciudadanización, o ampliación del estatus ciudadano desde abajo, a partir de la práctica.
Tal puede ser el caso por ejemplo de la Revolución de 1952, en la que las luchas sociales derivaron en la
inclusión legal de una serie de derechos para los grupos más excluidos, hecho histórico que sella el proceso
de inclusión en Bolivia.
Durante los conflictos que tuvieron lugar entre 2000 y 2005, muchas de las expresiones de los
movimientos sociales se refirieron de manera indirecta a una ampliación del estatus ciudadano. Tomando
como referencia el mapa de los movimientos sociales en Bolivia (García Linera y Stefanoni en Barataria,
2004), se puede observar que las demandas de los movimientos sociales reclaman mayores prestaciones
sociales (postas médicas por ejemplo), lo que hace referencia a la ciudadanía social; mayor participación
en la toma de decisiones políticas (Asamblea Constituyente) lo que hace referencia a una ampliación
de la ciudadanía política; mayor participación en la toma de decisiones económicas (futuro del agua,
de los hidrocarburos...), lo que hace referencia a una solicitud de ampliación de la ciudadanía económica.
Para los grupos reclamantes, la posibilidad de ampliación del status ciudadano se generó a partir de la
posibilidad de realización de una Asamblea Constituyente y la redacción de un nuevo texto Constititucional.
"Desde octubre de 2003, las organizaciones de base y, sobre todo, los pueblos indígenas y originarios del
país reflexionaron seriamente sobre las carencias del modelo de Estado vigente y sobre cómo introducir
sus propias prácticas (...) en el marco del nuevo modelo estatal pluri-multi que se debatirá en la próxima
Asamblea Constituyente" (Arnold, 2006:15). En efecto, tal como se señala en la cita precedente, uno de
los retos centrales del proceso Constituyente es la construcción de un Estado que sepa reflejar lo que
ocurre en la sociedad, lo que incluye dejar de lado la perspectiva monocultural y excluyente que ha
caracterizado a las instituciones estatales y el manejo de la res pública, pensando en nuevas formas de
ciudadanía.: "Después de siglos de una dialéctica de la negación del otro de parte de los grupos dominantes
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