Sociedad civil y democracia en Chile.
Sociedad civil y democracia en Chile.
Sociedad civil y democracia en Chile.
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Resum<strong>en</strong><br />
La sociedad <strong>civil</strong> chil<strong>en</strong>a ti<strong>en</strong>e una trayectoria de organización de más de ci<strong>en</strong> años y su<br />
desarrollo se ha vinculado fuertem<strong>en</strong>te a la dinámica política, especialm<strong>en</strong>te a partir de los<br />
años veinte. Las profundas difer<strong>en</strong>cias sociales exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el país se expresan también <strong>en</strong> la<br />
sociedad <strong>civil</strong> y sus ori<strong>en</strong>taciones. El golpe militar de 1973 y la dictadura de dieciséis años<br />
que le siguió, transformó el esc<strong>en</strong>ario social, político y económico del país, acabando con la<br />
pauta de desarrollo sost<strong>en</strong>ida durante los cuar<strong>en</strong>ta años anteriores, que permitía la inclusión<br />
parcial de diversos sectores <strong>en</strong> un marco institucional y político compartido. Actualm<strong>en</strong>te la<br />
sociedad chil<strong>en</strong>a está marcada por un dinamismo económico de raíz neoliberal con la<br />
consecu<strong>en</strong>te conc<strong>en</strong>tración de ingresos y fortalecimi<strong>en</strong>to del gran capital privado y un<br />
debilitami<strong>en</strong>to de los vínculos sociales. La participación social es débil y las principales<br />
organizaciones han perdido su peso tradicional. Se ha fortalecido el gran empresariado y su<br />
influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la sociedad <strong>civil</strong> y ha surgido una amplio conjunto de organizaciones sin fines<br />
de lucro, que coexist<strong>en</strong> con las tradicionales impulsadas por la iglesia. La democratización<br />
alcanzada hasta ahora <strong>en</strong> el marco de la transición política desde 1990, no ha modificado el<br />
marco socioeconómico estructural heredado de la dictadura, no ha recuperado el rol<br />
regulador del estado <strong>en</strong> áreas claves, no ha logrado involucrar la participación social, ni<br />
disminuir las desigualdades de poder exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la sociedad, todos ellos factores que<br />
limitan severam<strong>en</strong>te el desarrollo de la sociedad <strong>civil</strong>. Esta se expresa de un modo<br />
fragm<strong>en</strong>tado y débil, no está articulada por proyectos sociopolíticos como <strong>en</strong> el pasado y se<br />
separa creci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de la institucionalidad exist<strong>en</strong>te. Más que la emerg<strong>en</strong>cia de nuevos<br />
actores sociales a partir de los cambios económicos y políticos, lo que se observa <strong>en</strong> los años<br />
reci<strong>en</strong>tes es una reorganización y reactivación parcial de grupos tradicionales aún vinculados<br />
al estado (profesores, estudiantes de universidades públicas, gremios de la salud) o que, sin<br />
estarlo, logran dirigir sus demandas como presión política hacia éste (comunidades<br />
mapuches, gremios portuarios, gremios del transporte).<br />
2