teledetección - Enresa

Figura 4. Imagen multiespectral integrada de los sensores LlSS 111 y PAN. Sector centro-norte del
macizo granítico de Albalá. Pixel de 6 x 6 metros.
Figura 5. Imagen multiespectral integrada de los sensores LlSS 111 y PAN. Alrededores de la mina
Ratones (sector centro-sur del macizo granítico de Albalá). Pixel de 6 x 6 metros.
fracturadas contienen el mismo nivel de
humedad ni tampoco la humedad se
mantiene constante a 10 largo de una
misma línea de fractura.
Es importante destacar que, con
objeto de evitar la interferencia de
humedades derivadas de aguas de escorrentía
y representar tan sólo la humedad
relacionada con el agua subterránea'
la fecha de la imagen corresponde
al final del estiaje (finales de agosto), en
el último año de un ciclo de sequía p1urianual
durante el cual la p1uviosidad ha
estado claramente por debajo de la
media. La última lluvia recogida por los
observatorios meteorológicos más cercanos
se sitúa más de dos meses antes
de la fecha de adquisición de la imagen.
En estas condiciones, toda la humedad
existente en el suelo es independiente
de la es correntía y está controlada
por la fracturación y transmisividad
hídrica del sustrato rocoso.
Un procesamiento idéntico se ha
aplicado en el entorno de la mina Ratones
(centro-sur del granito de Albalá,
teledetección
ver figura 5), obteniendo idénticos resultados.
Las imágenes de las figuras 4 y
5 han sido evaluadas sobre el terreno por
los geólogos responsables de realizar el
análisis estructural de la fracturación,
confirmando la utilidad de estas imágenes
para localizar áreas de fractura que
pasan desapercibidas por métodos
fotointerpretativos convencionales, y
para caracterizar el comportamiento
hidrogeo1ógico de dichas fracturas.
El método de trabajo desarrollado
alberga un gran potencial práctico, ya
que el costo por unidad de superficie de
la teledetección es muy competitivo.
Además, su utilización permite la realización
de evaluaciones estructurales de
una forma rápida y discreta, sin necesidad
de trabajo de campo.
Pero no debe olvidarse que la información
de humedad en el suelo obtenida
por teledetección no es una medida
directa de dicho parámetro. Es tan solo
una estimación indirecta a partir de la
respuesta espectral de diferentes intervalos
de longitudes de onda. Para tener
la seguridad de que dicha estimación es
coherente con el comportamiento físico
del suelo, es imprescindible disponer
de medidas de parámetros realmente
medibles. Así, la medida de la
temperatura del suelo proporcionaría
una base sólida sobre la que apoyar las
interpretaciones realizadas, dada la
correlación existente entre la humedad
y la temperatura. Pero la obtención
de medidas representativas y simultáneas
de la temperatura del suelo sobre
áreas extensas es compleja y costosa.
La realización de una campaña aerotransportada,
incorporando un sensor
capaz de medir el infrarrojo térmico,
permitiría conocer de una forma rápida
la distribución de temperaturas sobre
la zona estudiada, de una forma que,
además, resultaría fácilmente comparabIe
a la información de humedad
obtenida de los sensores orbitales. En
este contexto, la realización de campañas
hiperespectrales englobadas en LSF
(Large Sca1e Facility, de la Agencia
Espacial Alemana y con financiación de
la UE) constituía un marco idóneo para
estratos • INVIERNO 2001 • 13