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De izquierda a derecha, los integrantes del Grupo de Prospección Aérea de la JEN: Víctor Bello, Rafael Nuche,<br />
Avelino González y Javier Cerrajero, en el aeropuerto de Cuatro Vientos en 1973.<br />
rrolla, y requiere una gran especialización<br />
tanto del piloto como de los técnicos<br />
encargados de realizar el trabajo.<br />
En primer lugar es necesario planificar<br />
hasta el mínimo detalle toda la campaña<br />
de vuelos, que normalmente se<br />
desarrolla en los meses de verano debido<br />
a las buenas condiciones meteorológicas<br />
que existen en esa época del año.<br />
Sin embargo el trabajo del equipo de<br />
prospección aérea comienza mucho antes<br />
y es justo en los meses de invierno y primavera<br />
cuando se prepara la campaña que<br />
se iniciará en el verano. Primeramente se<br />
someten a una exhaustiva revisión todos<br />
los equipos que se instalarán a bordo del<br />
avión, tales como el ya comentado escintilómetro<br />
(detector de radiactividad), la<br />
cámara fotográfica de posicionamiento y<br />
el radio altímetro (equipo de radar que<br />
mide con precisión métrica la altura del<br />
avión sobre el suelo).<br />
Posteriormente, mediante el estudio<br />
de cartografía geológica se deciden cuáles<br />
son las zonas que se van a prospectar<br />
en la próxima campaña y se procede<br />
a la adquisición de la cartografía que<br />
servirá de base para la realización de los<br />
vuelos, ya que todo el proceso se realiza<br />
mediante navegación visual.<br />
Una vez decididas cuáles son las zonas<br />
donde se va a volar, se realizan visitas al<br />
campo, sobre todo a las zonas más com-<br />
plicadas desde el punto de vista topográfico,<br />
es decir, aquellas zonas donde se pueden<br />
encontrar mayores dificultades para<br />
realizar el vuelo. Como es lógico, hay que<br />
conocer previamente estas zonas antes de<br />
aventurarse a meterse en ellas volando a<br />
pocos metros del suelo, ya que cualquier<br />
imprevisto que por cualquier causa no<br />
figure con precisión en la cartografía puede<br />
conducir, como ocurrió en algún caso,<br />
a situaciones comprometidas que sólo la<br />
gran pericia del piloto puede resolver.<br />
Una vez terminados estos trabajos,<br />
ya se está dispuesto para el inicio de la<br />
campaña de prospección aérea, que normalmente<br />
se desarrolla durante tres<br />
meses con unas 500 horas de vuelo.<br />
La técnica<br />
Una vez que el avión ha despegado se<br />
dirige a la zona que hay que prospectaro<br />
Si esta zona está cerca de la base<br />
de Madrid (Cuatro Vientos), entonces<br />
se realiza 10 que se denomina vuelo<br />
local; es decir, es un vuelo que, después<br />
de realizado el trabajo de prospección,<br />
se regresa a Madrid. Si por el<br />
contrario la zona está lejos de la base<br />
de Madrid, 10 que ocurre la mayor parte<br />
de las veces, se hace un traslado al<br />
aeropuerto más cercano a la zona de<br />
trabajo y regresa a Madrid después de<br />
cubiertos los objetivos previstos.<br />
• I<br />
prOSpeCCIOn<br />
Los vuelos suelen tener una duración<br />
de unas cinco horas, aunque en ocasiones<br />
se ha llegado a volar ininterrumpidamente<br />
durante siete. Esto puede dar idea de la<br />
dureza de este trabajo, ya que estar siete<br />
horas subido en una avioneta de cuatro plazas<br />
a cincuenta metros del suelo, y a veces<br />
a más de 40°C de temperatura, no es tarea<br />
precisamente grata.<br />
Resultados<br />
Con los datos obtenidos durante el vuelo<br />
se realiza otra tarea importante que<br />
consiste en la elaboración de los llamados<br />
mapas radio métricos, que, una vez<br />
analizados por los geólogos, servirán a<br />
los equipos de prospección terrestre para<br />
localizar in situ las anomalías encontradas<br />
y determinar la importancia de las<br />
mismas para programar trabajos de más<br />
detalle, que determinarán si en aquella<br />
zona detectada desde el avión merece la<br />
pena seguir investigando.<br />
Durante los años en que estuvo operativo<br />
el equipo de prospección aérea<br />
de la JEN se detectaron miles de anomalías,<br />
algunas de las cuales por su<br />
importancia dieron lugar a trabajos de<br />
investigación minera encontrándose<br />
yacimientos de uranio.<br />
Otra valiosa aportación de los datos<br />
obtenidos mediante la prospección aérea<br />
que se realizó en la JEN ha sido la realización<br />
por parte del Consejo de Seguridad<br />
Nuclear y Enusa de mapas dosimétricos<br />
(Proyecto Marna), 10 que<br />
permite conocer la dosis natural de radiación<br />
que reciben las personas según el<br />
área donde viven.<br />
Consideraciones finales<br />
En la actualidad, la mejora de las técnicas<br />
de prospección aérea con la llegada<br />
del GPS (Global Positioning System) y<br />
de los modernos escintilómetros multicanales<br />
de registro digital ha convertído<br />
esta actividad en mucho más precisa<br />
y segura, ya que no se reqUIeren unas<br />
condiciones de vuelo tan extremas. Se ha<br />
perdido, eso sí, parte del encanto de<br />
aquellos vuelos realizados con navegación<br />
visual y que requerían, tanto de los<br />
técnicos como del piloto, una atención<br />
continua durante todo el vuelo. •<br />
estratos • INVIERNO 2001 • 59