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60 • estratos • INVIERNO 2,001
Premios Nobel de ciencia 2000
La Academia de Ciencias sueca otorgó en el pasado otoño, como viene
siendo habitual desde principios de siglo, los premios Nobe12000
en las modalidades de Física, Química y Medicina. _ POR Manuel Toharia.
Física
Desde el transistor, a mediados
de siglo -le dieron el
Nobel a sus inventores, Bardeen,
Brattain y Shock1ey,
en 1956, nueve años después
de su invención-, ningún
otro avance en la microelectrónica
ha sido más importante
que los circuitos integrados
y la heteroestructura
de los semiconductores. Suena
complicado, pero detrás
de estos términos subyace
la piedra filosofal de los
actuales logros en microinformática
y, por extensión,
en las redes intercomunicadas.
Sin esos avances no
habría habido Silicon Valley,
ni muchos menos Internet,
y no estaríamos vislumbrando
un mundo nuevo, que
algunos denominan Sociedad
Posindusfrialo de la Información.
No es de extrañar
-más vale tarde que nunca-que
el Nobel premie los
esfuerzos de quienes sentaron
las primeras piedras de
tan sustanciales avances: J ack
Kilby, Robert Noyce y Gordon
Moore, que trabajaron
juntos desde 1960 en los nuevos
circuitos integrados a base
de silicio y germanio. Por su
parte, el entonces alemán
oriental Herbert Kroemer
fue el primero que propuso
en 1957 un transistor bipolar
de heteroestructuras, es
decir con dos o más materiales
diferentes, con los que
en 1963 construyó un láser
de semiconductores que
funcionaba a temperatura
ambiente. Sus desarrollos los
realizó ya en EEUU, cuando
pasó clandestinamente el
telón de acero. Por su parte,
el ruso Zores Alferov proponía
un láser de heteroestructuras
similar en San
Medalla de los premios Nobel.
Petersburgo, independientemente
del alemán, y quizá
un poco antes. De todos
ellos, los premiados con el
Nobel han sido finalmente
Ki1by (Noyce murió en
1990), por una parte, y Kroemer
y Alferov. Gracias a sus
trabajos, ya los de sus seguidores,
tenemos hoy ordenadores
domésticos baratos,
teléfonos móviles, comunicaciones
espaciales, dispositivos
electrónicos para usos
de láser ... y quizá tengamos
en un futuro no lejano ordenadores
fotónicos e incluso
ordenadores cuánticos. Y
todo ello gracias a aquellos
primeros circuitos integrados
de Kilbyy Noyce ...
Química
Los plásticos metálicos han
sido desde hace muchos
años singulares criaturas, una
especie de quimera, que los
científicos han perseguido
con saña. Un plástico, con
todas sus ventajas, que además
resultara ser buen conductor
de la electricidad,
como los metales, podía
resultar el material milagroso
que muchos estaban
esperando y algunos
habían pronosticado. Y
hace unos veinte años
pareció cumplirse la profecía,
cuando el químico
japonés Shirakawa dio con
un polímero de aspecto
metálico. Lo comentó con
Alan MacDiarmid, famoso
profesor de la Universidad
de Pennsy1vania, cuando éste
daba una conferencia cerca
de Tokio. Y así nació una
colaboración a tres bandas,
puesto que incorporaron en
el trabajo de investigación
que allí surgió a otro experto,
el americano Heeger, de
la Universidad de California
en Santa Bárbara. De aquellos
trabajos surgieron los
primeros plásticos metálicos.
Un determinado polímero,
aislante como todos
los plásticos, es dopado con
vapores de yodo y se convierte
en conductor, pasando
por diversas fases de
semiconducción. Se abría la
era de los materiales blandos,
flexibles, manejables, capaces
de sustituir a cientos de