13.05.2013 Views

2. Versión Completa Formato PDF - Universidad de Chile

2. Versión Completa Formato PDF - Universidad de Chile

2. Versión Completa Formato PDF - Universidad de Chile

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Felipe Trigo : El médico rural<br />

Se reían, <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> besarse. Nora tenía razón. El chiquillo... mucho fuera que no<br />

estuviese ya encargado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía un mes; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que arribaron a este pueblo don<strong>de</strong> todo<br />

era amor y bienandanza.<br />

Lograba el médico arrancarle a la bandurria primorosos punteados. Cuantos aires<br />

recordaba, sacábalos a oído con mucho sentimiento -harto al revés que Frasco Guzmán en<br />

las duras e idiotas melopeas que enristraba en el Casino. En cambio, Esteban, andaba mal<br />

<strong>de</strong> compás; hízoselo notar el cura, marcando con la mano un tres por cuatro, y se lo<br />

confirmó Jacinta, que estudió solfeo cuando pequeña.<br />

-¡Nada, que no llevas compás, hombre! ¡Más <strong>de</strong>spacio!<br />

¡Caracoles! El artista sorprendíase, convencíase -y una i<strong>de</strong>a se le ocurrió: comprarle a<br />

su mujer una guitarra, hacerla apren<strong>de</strong>r algunos tonos, cosa fácil conociendo la música por<br />

música, y... <strong>de</strong>jársela así asociada en tan bella distracción.<br />

Al día siguiente, el correo les trajo la guitarra. Bajo la dirección <strong>de</strong>l marido, Jacinta se<br />

adiestraba. Sin embargo, le faltaba la afición; y como la <strong>de</strong> él, con la armonía <strong>de</strong>l conjunto<br />

musical y el hecho <strong>de</strong> ir metiéndose en compás, iba aumentando, resultaba que no se<br />

cansaba nunca, y que ella se dormía poco a poco sobre el mástil.<br />

-¡Coile, déjate ya <strong>de</strong> más vihuela y arsa a acostar! gritaba Nora, <strong>de</strong>spertando en la<br />

cocina.<br />

¡La una! -se asombraba Esteban mirando su reloj; y todavía se encaminaba hacia la<br />

alcoba, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> su mujer, arrancando los últimos acor<strong>de</strong>s.<br />

Tal vida, con el cariño inmenso y la belleza <strong>de</strong> Jacinta, su hermana por el día, su amante<br />

apasionada tantas noches, tejíase en un honrado fondo <strong>de</strong> <strong>de</strong>licia y <strong>de</strong> trabajo que le hacían<br />

olvidarse <strong>de</strong>l Casino -si bien quedaba por fuera <strong>de</strong> él, dándole la noción <strong>de</strong> que le ro<strong>de</strong>aba<br />

a<strong>de</strong>más la vida <strong>de</strong> los otros, con placeres <strong>de</strong> otra índole, y <strong>de</strong> los cuales podría participar<br />

cuando sintiera antojos <strong>de</strong>l billar o <strong>de</strong> un poco <strong>de</strong> tertulia.<br />

No obstante, lejos <strong>de</strong> sentir tales antojos, y por más que tampoco llegara a molestarle la<br />

intimidad <strong>de</strong> Jacinta con Rosa, le contrariaba ver que a la casa <strong>de</strong> ésta se iban las dos<br />

muchos ratos, <strong>de</strong>jándole en el comedor con sus pinturas. Un robo, una especia <strong>de</strong> cordial<br />

<strong>de</strong>spojo que Esteban quiso subsanar. Para hacerla compartir más sus aficiones, emprendió<br />

un retrato <strong>de</strong> Jacinta, al óleo. Ardua la empresa, salvaríala a fuerza <strong>de</strong> atención y <strong>de</strong><br />

paciencia el pobre aficionado. Apercibió un bastidor <strong>de</strong> un metro, y gracias a una fotografía<br />

cuadriculada logró un dibujo <strong>de</strong> cierta semejanza. Los pinceles irían perfeccionándolo<br />

<strong>de</strong>spacio.<br />

Esteban, si no un técnico, era, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su artística intuición, un crítico implacable...,<br />

un crítico que forzaríale a enmendar cien veces lo hecho hasta conseguir la línea justa.<br />

Paciencia, pues, paciencia, y nada más.<br />

El Autor <strong>de</strong> la Semana ©1996-2001 Programa <strong>de</strong> Informática- Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales<br />

– <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Chile</strong>. Edición y selección <strong>de</strong> textos Oscar E. Aguilera F. oaguiler@uchile.cl<br />

105

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!