IN VERSO - Issue VI - CSUN ScholarWorks - California State ...
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<strong>IN</strong> <strong>VERSO</strong> -Narrativa - Giacomo Delgado-Carcheri<br />
NUMERO 6 - PRIMAVERA 2006<br />
Narrativa - Giacomo Delgado-Carcheri<br />
Era una mañana fría y tormentosa, en la hermosa ciudad de Buenos Aires. La lluvia caía sin cesar desde la noche anterior. El pueblo se preparaba para<br />
enfrentar un nuevo día del crudo invierno argentino. Carlitos Maradona se preparaba para partir hacia su centro de trabajo, pero le daba un poco de temor, ya<br />
que la noche anterior había tenido múltiples pesadillas. Sin embargo, no le quedaba de otra más que continuar con su típica rutina diaria.<br />
Minutos antes de salir, Carlitos se encontró con Doña Ernestina Guevara, su vecina, la cual ya le había reclamado repetidas veces que por favor se comprara<br />
un casco de motociclista, debido a que las carreteras estaban muy resbalosas. Carlitos prácticamente se burló de su vecina y le dijo que no se metiera en lo<br />
que no le concernía, porque él era un buen motociclista y que ni la lluvia, ni ningún fenómeno natural lo podría vencer. La señora seguía insistentemente<br />
aconsejándole sobre los numerosos peligros que la motocicleta representaba. También trató de informarle sobre la cantidad de accidentes que habían ocurrido<br />
la noche anterior y que por favor no corriera tan rápido como él solía hacerlo. Carlitos, ignorando a la señora partió rumbo a su centro de trabajo. Antes de<br />
partir, llego a observar un brillo que se desplegaba en la carretera central por producto de la lluvia. Un brillo que le daba cierta distinción al pavimento, como si<br />
la carretera se estuviese preparando para algún acontecimiento importante. Mientras que Carlitos seguía manejando, logró observar numerosos accidentes en<br />
diferentes partes de la ciudad. Por momentos, se ponía a pensar, si lo que la señora y las pesadillas le habían dicho eran como un presagio de algo malo que<br />
iba a suceder. Al no aguantar la angustia decidió detenerse en la cafetería del centro, donde sorpresivamente se encontró con uno de sus amigos de infancia.<br />
Se saludaron cordialmente e inmediatamente Carlitos le contó su problema sobre el mal presentimiento que lo acosaba. Tras 33 minutos de charla<br />
ininterrumpida, Carlitos decidió continuar con su viaje hacia su centro de trabajo, ya que temía ser despedido por llegar tarde. Sin embargo, continuó el viaje con<br />
cierta preocupación. Al llegar a su trabajo, trató de continuar con su rutina laboral, pero algo se lo impedía. Carlitos constantemente observaba el reloj de la<br />
oficina y le molestaba que el día tardara tanto en terminar. Las manecillas del reloj se desplazaban con una lentitud enfermiza, como si el día no quería llegar a<br />
su fin.<br />
Felizmente para Carlitos, la hora de salida llegó y salió despavorido para su casa en busca de un refugio para esconderse de ese desagradable presentimiento<br />
que lo había acechado durante todo el día. Mientras se dirigía a casa se escuchaban a lo lejos los truenos y relámpagos, como si desde las alturas le trataran<br />
de decir algo. Carlitos continuó su viaje sin preocupación; de repente la lluvia comenzó a caer sin cesar, pero esto no lo detuvo y continuó su trayecto habitual<br />
hacia su casa. De repente, faltando sólo 13 cuadras para llegar a su domicilio se encontró con una luz roja, que cambiaria su vida para siempre. En dicho<br />
semáforo se encontró con Barrabás, el patán del barrio. Barrabás comenzó a incitar a Carlitos para que compitiera con él. Carlitos se rehusó al principio, pero<br />
luego terminó por aceptar. El estruendo producido por ambas motos se escuchaba por todas las esquinas del barrio. Consecuentemente, la luz verde llegó y<br />
con eso se dio inicio a la carrera estúpida de ambos irresponsables. Carlitos llevaría la delantera por las primeras 10 cuadras, ya le faltaba poco para vencer a<br />
Barrabás. De repente, de la nada se cruzó una persona, que ni siquiera tuvo la oportunidad de esquivar las motocicletas. Carlitos trató de frenar, pero el<br />
pavimento mojado se lo evitó y terminó atropellando a ese misterioso individuo. Por suerte, luego del impacto, la motocicleta de Carlitos se deslizó evitando así<br />
más victimas. Inmediatamente, a pesar de la lluvia intensa, la gente del barrio comenzó a salir para ver qué había sucedido. Carlitos pudo ponerse de pie y se<br />
unió a los chismosos del barrio para ver a quien había atropellado. Finalmente, se llevaría la más ingrata sorpresa de su vida. El cuerpo que yacía sin vida en el<br />
pavimento era el de doña Ernestina, que casualmente regresaba de la tienda, lugar donde había ido a comprarle un casco de motociclista para Carlitos.<br />
Giacomo Delgado-Carcheri es estudiante de M.A. del Departamento de Español .<br />
http://www.csun.edu/inverso/<strong>Issue</strong>s/<strong>Issue</strong>%206/<strong>Issue</strong>%206/Narrativa/GIACOMO.htm[9/19/2012 9:08:03 AM]