156 - Revista Personae

PERSONAE
VERSO CONVERSO
que se juegan el trabajo todos los días. Y quiénes
obedecen como payasos los intereses que
determinan su salario.
-Complementa: Así como los pueblos tenemos
el gobierno que merecemos, los alemanes
eligieron a Hitler, también tenemos los
medios que merecemos. En la medida en que
demandemos calidad, mayor apertura, la expresión
pública de un compromiso editorial de
cada medio, etcétera, estaremos mucho más
seguros de lo que estemos viendo.
-Se manifiesta plural: Discrimino la información
sólo con base en el mayor o menor
interés que pueda tener para la audiencia. Tratamos
de involucrar a los protagonistas de un
debate. Yo creo en los debates como la fuente
de la razón para tratar de entender la realidad.
No creo en la imposición ni en el autoritarismo
informativo.
-Yo creo en la posibilidad de que usted y yo,
frente a un hecho que nos compete, podamos
sentarnos en la mesa y debatir nuestros
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conceptos y un periodista debe ser el conductor
para que esa confrontación de ideas
se dé. No existe la verdad absoluta, cada
quien tiene su propia verdad y es necesario
compartir nuestros puntos de vista.
-Esa pluralidad de verdades, ¿no facilita
el engaño?: No es tan fácil. Los lectores
de periódicos, o los radioescuchas, ya saben
discernir. Somos una sociedad que ha
madurado, que ha exigido mejor información
y defendido esa posición. Ya no es tan fácil
engañar, como cuando sólo se exponía un
solo punto de vista, una sola verdad. Hoy hay
muchas verdades en el ambiente y hay que
sopesarlas, contrastarlas, exhibirlas, exponerlas
y cuestionarlas, ese es el papel de un
informador, a eso me comprometo.
-Irremediablemente nos remite a que México
es el segundo país más peligroso del
mundo para ejercer la profesión, al respecto,
Cárdenas explica: El narco se volvió
un poder factico. El Estado Mexicano, con su
pasada negligencia, permitió que los grupos
criminales ocuparan espacios sociales que
abandonó para no confrontar. Por contubernios,
por muchísimas razones.
-Ejemplifica: Vea usted el caso de Coahuila:
hace dos sexenios gobernaba Enrique Martínez
y Martínez. Presumía paz y prosperidad.
De pronto sube al poder Humberto Moreira y
por alguna extraña razón se rompe la paz y
empiezan los crímenes; las confrontaciones
brutales, porque, cuando el tiempo de Martínez
y Martínez, hubo una paz pactada con los
grupos criminales.
-Su sucesor rompe esa paz pactada porque en
lugar de estar asociado con un grupo criminal
empieza a negociar no solamente con el diablo
sino con los otros diablos que traen pique entre
sí por el control territorial. ¿Por qué matan al
hijo de Humberto Moreira? Por venganza de los
Zeta. Porque mataron al sobrino de Lazcano,
sobrino por sobrino, fue venganza.
-Prosigue en el mismo tenor apasionado:
La fuga del penal de Piedras Negras se da
porque hay un grupo delictivo que controla las
cárceles de esa frontera chica en el Norte de
la República, de la cual nos llega realmente
poca información, porque ahí los grupos de
poder tienen mucho control sobre los medios
de información y al periodista que gana un
sueldo miserable lo extorsionan y, si es valiente,
honesto, nomas tiene de dos sopas: se
alinea o desaparece.
-Hay mucha presión sobre el periodismo
mexicano, muchos colegas nuestros se juegan
la vida informando con claridad lo que sucede,
hay héroes del periodismo enclavados.
Sin embargo (remarca su expresión con un
gesto agrio), cuando aparecen nuestros colegas
muertos, salvo excepciones, desde luego,
yo me pregunto: ¿qué tanto estaba el periodista
implicado, involucrado, en contubernio
con algún interés al cual traicionó?
-Estamos hablando de palabras mayores. A
veces el periodista es la víctima, a veces no
tanto. Las autoridades, como los periodistas,
están involucrados, y estos negocios tan serios,
donde la vida está en juego, son como
formar parte de la misma mafia. Si un miembro
de un cártel traiciona a su grupo, es un
traidor y ya sabe cómo acaban. Tampoco somos
tan inocentes, tampoco.
Patricio Cortés
Fotografía - Mario Torres